Mi Formacion Docente
Enviado por armando_conaju • 6 de Septiembre de 2013 • 2.812 Palabras (12 Páginas) • 337 Visitas
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA REALIDAD
“Cuando la mente humana se desplaza hacia una idea, jamás regresa a sus dimensiones originales”
En el 2010 y a la edad de 18 años comencé la Licenciatura en Educación Secundaria, algo inseguro de ello y sin muchas expectativas de lo que vendría en la carrera, puesto que en aquellos días mis interés se encontraban en algo diferente, bien eran los sueños de la adolescencia y mi amor por estudiar derecho, inicialmente dentro de mis opciones estaba ser abogado o bien en un contraste bastante diferente estudiar una carrera dedicada a la educación y mi amor por el saber del mundo del derecho, sin embargo algo me detuvo y fue mi influencia familiar en relación con la docencia, la figura de ser maestro se fue planteando dentro de mí ya sea por conformar una persona más responsable y con cierta estabilidad opté por estudiar esta licenciatura.
Cuando estaba por llegar las inscripciones se presentó la licenciatura en educación secundaria con especialidad en química, noté que ser docente era muy similar a estudiar derecho, ya que se esta en contacto directo con personas así con ello me decidí a dedicar 4 años de mi vida a estudiar esta noble profesión, la cual me llevaría a hacer varios cambios en mi vida y mi forma de ver las cosas.
Recuerdo que al entrar las primeras semanas de clases parecían la introducción a un entrenamiento de tipo militar, nos advirtieron sobre varias cosas, que la figura del docente se encontraba desgastada debido a la mala imagen creada por las huelgas, paros y comportamientos de algunos profesores, que jamás en la vida nos haríamos millonarios en esta profesión puesto que a pesar de la enorme carga de trabajo o de los horarios locos y las carreras de algunos “maestros taxis” la licenciatura nos daría para una vida estable no llena de lujos pero si llena de satisfacciones personales (juro que en un principio no me resultaba suficiente esa idea), luego descubriría un poco de lo que me hablaban los maestros, esas aventuras de viajar o de tener que hacer ciertos sacrificios con tal de cumplir con tus deberes. Mientras tanto las clases seguían su curso, en ello conocimos varios docentes con distintos tipos de personalidades algunos se presentaban con una figura fuerte se hacían pasar por los difíciles, por los exigentes quienes al final de cuentas se sensibilizaban a cerca de todo lo que vivíamos o de nuestros esfuerzos por cumplir, también existían y por qué no decirlo algunos que se presentaron como amigos diciendo que podíamos confiar en ellos y ellos en nosotros pero no fue así, sin embargo sirvió bastante conocer que en cualquier centro de trabajo, llámese una escuela, una oficina un consultorio etc. siempre donde convivan varías personas habrá distintos tipos de personalidades y maneras de relacionarse algunas veces un poco discordantes, pero bueno así son las relaciones sociales y ese primer acercamiento a un contexto laboral sirvió bastante.
Dentro de mi memoria se encuentran todas esas teorías sobre cómo aprenden los alumnos, sus etapas de desarrollo, sus niveles de aprendizaje, sus problemáticas, su manera de pensar cabe mencionar que estudiamos y analizamos muy bien a esas criaturas llamadas adolescentes, conocíamos su hábitat cierto tipo de costumbres, su cultura todo para mantenernos en frecuencia ante esos pequeños mundos en construcción, pero cabe mencionar el comentario de un maestro, “saber toda la teoría acerca de cómo nadar, de cómo mover los pies o cómo dar brazadas no te hace saber nadar”, fue lo que noté cuando me tocó dar mis primeras clases, si bien en un principio fue muy fácil juzgar a los docentes de sus costumbres o de algunos malos hábitos, a la hora de estar frente a grupo te das cuenta de que no hay un camino establecido, que hay distintas maneras de comenzar una clase, de desarrollarla y finalmente evaluarla, es como si te encontraras ante un campo abierto donde con tus herramientas debes de trazar una ruta, un camino hacia dónde vas a ir junto con el apoyo de tus alumnos quienes se deben de convertir en tus cómplices para cumplir con la misión y el objetivo planteado dentro de tus planeaciones, donde todos tienen algo que ganar, ese preciadísimo conocimiento que construirán juntos y que ambas partes utilizaran, eso es algo que aún lo sigo aprendiendo hoy en día.
Si bien existieron algunas cosas que no aprendí o domine durante el primer al sexto semestre como fueron algunos temas de mi especialidad, si aprendí que uno al final de todo es quien tiene que sacar adelante un tema, un contenido es decir hacerlo propio para saber la mejor manera de abordarlo con tus educandos. Al final del trayecto das por entendido que el ser docente es un esfuerzo constante, un esfuerzo propio, donde uno elige las responsabilidades que quiere adoptar y llevar a cabo ante las dificultades que puedan presentarse debemos decidir las opciones y pasos a seguir.
En la Escuela Normal hice grandes amistades compañeros con los cuales compartimos pleitos, alegrías uno que otro llanto, divisiones y alejamientos dentro del salón pero que sirven para consolidar el presente y lo que soy, no me arrepiento de estar estudiando esta profesión, a pesar de que en algún día me sentí altamente decepcionado o frustrado por ver difuso mi futuro y sobretodo mis expectativas, ahora sé que para obtener las cosas tenemos que luchar por ellas y todo se dará por sí solo.
Hasta este momento de mi formación dentro de la escuela Normal de Valle de Bravo, en conjunto con los docentes que nos han impartido las diversas asignaturas, nos han brindando una serie de nuevos conocimiento que nos van permitiendo la construcción de nuestro modelo de docencia, en donde se pretende crearnos como docentes competentes para atender la diversidad existente dentro las escuelas secundarias y poder responder a las demandas de la sociedad en general y de este modo desarrollar una intervención socioeducativa (este concepto es otro de los alcances que e podido tener a lo largo de mi formación, puesto que antes no conocía realmente las implicaciones de una intervención socioeducativa, llegaba a utilizar ese concepto, pero solo porque lo llegaba a escuchar aunque aun no comprendía su significa y sentido), tomando como punto central el contexto en el cual se encuentran inmersos los alumnos.
Por todo esto es por lo que me atrevo a plasmar las experiencias que he tenido dentro de la Normal y las escuelas secundarias, ya que todos estos conocimiento que acabo de mencionar no salieron de la nada sino que todo esto conllevo todo un proceso para su adquisición; su adquisición fue con base a la revisión de la bibliografía (textos) que se nos recomendaban en las diversas asignaturas; las jornadas de observación e intervención dentro de las escuelas secundarias, en donde tuvimos tanto experiencias positivas
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