ANÁLISIS MICROBIOLÓGICO DEL AGUA, MATERIAS PRIMAS Y PRODUCTOS FARMACÉUTICOS NO ESTÉRILES
Enviado por lorena326 • 18 de Agosto de 2017 • Informe • 4.963 Palabras (20 Páginas) • 309 Visitas
ANÁLISIS MICROBIOLÓGICO DEL AGUA, MATERIAS PRIMAS Y PRODUCTOS FARMACÉUTICOS NO ESTÉRILES
aByron Caicedo y bYany Gómez
amasterjimenes@hotmail.com y byayagmz11@gmail.com
Universidad Icesi, Facultad de Ciencias Naturales, Programa Química Farmacéutica, Laboratorio de Microbiología
Santiago de Cali, Colombia
Abril 29 de 2016
- INTRODUCCIÓN
Existen dos factores que aunque no parezca, pueden poner en riesgo la salud y la vida de los seres humanos y los animales: el agua y los productos farmacéuticos y sus materias primas no estériles.
El agua es el elemento más necesario para la vida, sin ella seriamos incapaces existir, esta simple molécula de H2O ha permitido desde hace millones de años no solo la aparición de vida si no también su evolución, es abundante en el planeta dado que ocupa tres cuartas partes del mismo, y tan solo el 1% es potable, también el cuerpo humano está conformado de un 70% de este preciado líquido; pero esto es lo que la convierte en el punto perfecto para aquellos microorganismos que necesitan un medio de transporte para llegar a un espacio que tengan las condiciones idóneas para que crecer y desarrollarse.
Por esta razón el agua es un posible portador de microorganismos patógenos que pueden poner en peligro la salud y la vida. Los gérmenes patógenos que se propagan con más frecuencia por este conducto son los que causan infecciones intestinales: fiebre tifoidea y paratifoidea, disentería, cólera, etc. Estos microorganismos se encuentran en las heces y en la orina de las personas infectadas, y cuando se eliminan, pueden causar contaminación del agua que se emplea como fuente de abastecimiento. Por este motivo, se hace necesario determinar la calidad sanitaria de las aguas para lo cual se emplean técnicas especiales.
Los microorganismos patógenos llegan al agua a través de las deyecciones intestinales, puesto que los microorganismos del grupo coliforme, y Escherichia coli, son huéspedes habituales o normales del intestino humano y animal y se encuentran por consiguiente en las heces.
Así mismo, otro factor que puede poner en peligro la salud de las personas es el uso de productos farmacéuticos y materias primas no estériles, puesto que estos son muy susceptibles a la contaminación por microorganismos, principalmente durante el proceso de manufactura: pesada, fabricación, llenado, almacenamiento, así como durante su uso. Por este motivo es conveniente llevar a cabo un análisis microbiológico de estos productos y realizar una adecuada esterilización; se recomienda hacer el análisis microbiológico también después de hacer algún tipo de esterilización, puesto que existen algunos microorganismos capaces de resistir a algún tipo de esta y es necesario cambiar el método para asegurar la calidad de un determinado producto.
En este informe se evalúa la calidad microbiológica tanto del agua como de productos farmacéuticos y sus materias primas no estériles y se logra poner en evidencia la presencia de microorganismos capaces de causar afecciones principalmente al ser humano.
- MARCO TEÓRICO
Los riesgos para la salud relacionados con el agua de consumo son muy altos, ya que esta misma puede actuar como vehículo de agentes patógenos ya sean bacterias virus y parásitos. La proporción de agentes patógenos cambia en función de factores variables como el aumento de las poblaciones de personas y animales, el incremento del uso de aguas residuales, los cambios en los hábitos de la población o de las intervenciones médicas, las migraciones y viajes de la población, o porque pueden haber recombinaciones de los agentes patógenos existentes. También existe una considerable variabilidad en la inmunidad de las personas, ya sea adquirida por contacto con un agente patógeno o determinada por factores como la edad, el sexo, el estado de salud y las condiciones de vida. Según estudios epidemiológicos e historias clínicas, la transmisión por el agua de consumo es sólo uno de los vehículos de transmisión de los agentes patógenos transmitidos por la vía fecal-oral, por lo cual es importante mejorar la calidad del agua y su disponibilidad, así como los sistemas de eliminación de excrementos y la higiene en general.
La esquistosomiasis es una importante enfermedad parasitaria de las regiones tropicales y subtropicales que se transmite por la penetración en la piel de la larva (cercaría) del parásito Schistosoma sp., liberada por caracoles acuáticos infectados. Se transmite principalmente por contacto con el agua. La disponibilidad de agua inocua contribuye a prevenir la enfermedad, ya que reduce la necesidad de contacto con agua contaminada, por ejemplo, al recogerla para transportarla al hogar o al utilizarla para lavar la ropa o para la higiene personal.
El agua contaminada con tierra o heces también actúa como vehículo de otras infecciones parasitarias como la balantidiasis (Balantidium coli) e infecciones causadas por especies de los géneros Fasciola, Echinococcus, Spirometra, Ascaris, Trichuris, Toxocara, Necator, Ancylostoma, Strongyloides, y la especie Taenia solium. Además otros microorganismos que pueden estar presentes en aguas contaminadas son virus como enterovirus, adenovirus, virus de las hepatitis A y E, norovirus y sapovirus, y también bacterias como Escherichia coli, Legionella sp, Salmonella y Pseudomonas sp.
De las cuales, la mayoría ya fueron estudiados (excepto los virus) describiendo su forma infectiva y las enfermedades que pueden llegar a ocasionar.
Otros agentes patógenos que pueden estar presentes de forma natural en el medio ambiente pueden hacer enfermar a personas con inmunodeficiencia como los ancianos, personas de muy corta edad, pacientes con quemaduras o heridas extensas, pacientes sometidos a tratamientos inmunodepresores y personas afectadas por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Si el agua que beben o usan estas personas para bañarse contiene cantidades suficientes de estos organismos, pueden producir diversas infecciones cutáneas y de las mucosas de los ojos, oídos, nariz y garganta. Son ejemplos de agentes patógenos de este tipo la especie Pseudomonas aeruginosa y especies de los géneros Flavobacterium, Acinetobacter, Klebsiella, Serratia y Aeromonas, así como determinadas micobacterias (no tuberculosas) de crecimiento lento.
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