Capacitación en Meditación Mindfulness (atención o conciencia plena) en Adultos y Adolescentes con TDAH
Enviado por Mariana Marchetti • 30 de Julio de 2019 • Síntesis • 5.876 Palabras (24 Páginas) • 150 Visitas
Capacitación en Meditación Mindfulness (atención o conciencia plena) en Adultos y Adolescentes con TDAH
Un estudio de viabilidad
Objetivo: El TDAH es un trastorno psiquiátrico que inicia en la infancia que con frecuencia continúa en la edad adulta. Los medicamentos estimulantes son la base del tratamiento, sin embargo, se desea con frecuencia adicionar otros enfoques. En los últimos años, la meditación mindfulness ha sido propuesta para mejorar la atención, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Estos estudios ponen a prueba la viabilidad de un programa de capacitación del mindfulness de 8 semanas para adultos y adolescentes con TDAH. Método: Veinticuatro adultos y ocho adolescentes con TDAH se inscribieron en un estudio de viabilidad de un programa de capacitación del mindfulness de 8 semanas. Resultados: La mayoría de los participantes completaron la capacitación y reportaron una alta satisfacción con el entrenamiento. Se observaron mejoras en el pre-post del auto-reporte de los síntomas del TDAH y en la ejecución de las pruebas de tareas de medición de la atención y la inhibición cognitiva. También se observaron mejoras en los síntomas de ansiedad y depresión. Conclusión: la capacitación en mindfulness es una intervención factible en un subgrupo de adultos y adolescentes con TDAH y puede mejorar alteraciones conductuales y neurocognitivas. Un estudio clínico controlado es garantizado.
Palabras claves: TDAH, meditación, mindfulness, guía o modelo de viabilidad, medidas neurocognitivas.
El manejo del TDAH durante toda la vida es un tema de debate científico y público, con mucha discusión centrada en óptimos tratamientos multimodales (Greydanus, Pratt, Sloane, y Rappley, 2003). Los medicamentos estimulantes son el tratamiento más efectivo para el TDAH, como se muestra en numerosos ensayos clínicos aleatorios (Biederman y Faraone, 2005). Todavía, existe un interés continuo en nuevas intervenciones no farmacológicas en el TDAH para optimizar los resultados para los pacientes que: (a) no responden o sólo responden parcialmente a los tratamientos farmacológicos, (b) experimenten efectos secundarios intolerables, y (c) son sensibles a los medicamentos pero buscan modalidades adicionales para ayudar a aliviar sus síntomas. Al igual que con muchas condiciones/enfermedades crónicas, se desea un enfoque que aumente el autocontrol de las habilidades de los pacientes.
Meditación de mindfulness ha surgido como un nuevo enfoque para la reducción del estrés y una innovación importante en el tratamiento de trastornos psiquiátricos (Baer, 2003). En mindfulness es un tipo de técnica de meditación que hace hincapié en una postura observadora y no reactiva hacia los propios pensamientos, emociones y estados corporales. La meditación mindfulness implica el aprendizaje experiencial a través de periodos de silencio de meditación sentado o caminando lentamente y la atención decidida a actividades cotidianas (por ejemplo, la atención de comer). La relajación, aunque a menudo inducida durante el entrenamiento, no es el único objetivo de esta práctica, sino que la actividad principal es la cognición y la intención basada en un proceso caracterizado por la autoregulación de la atención en el presente con una orientación abierta y de aceptación hacia experiencias propias (Bishop et al., 2004). Las instrucciones verbales se utilizan para explicar la técnica, pero la mayor parte de la formación es la experiencia, consistiendo en los cambios intencionales de la atención y la percepción. La incorporación de esta técnica con otros métodos, especialmente la terapia cognitivo-conductual, ha llevado al desarrollo de una serie de tratamientos basados en el mindfulness para el estrés, la recaída en la depresión, el trastorno límite de la personalidad, trastornos de ansiedad y abuso de sustancias (Baer, 2003; Segal, Williams, y Teasdale, 2002).
Cada vez más, la meditación también se reconoce como un preparación mental que podría regular la atención y la función cerebral (Bishop et al, 2004;. Brown y Ryan, 2003; Davidson et al, 2003; Lazar et al, 2005;. Schwartz y Begley, 2002; Segal et al, 2002). Una investigación reciente ha demostrado que la capacitación en meditación mindfulness puede modificar las redes atencionales (Jha, Krompinger, y Baime, 2007) y mejorar la respuesta en una prueba de parpadeo atencional (Slagter et al., 2007) en muestras no clínicas. Otras investigaciones sugieren que la meditación puede alterar la percepción (Carter et al, 2005;. Valentine & Sweet, 1999), cambiar la actividad neural (Newberg et al, 2001), modificar los niveles de neurotransmisores (dopamina) (Kjaer et al, 2002), modular los patrones de EEG (Davidson et al, 2003; Lutz, Greischar, Rawlings, Ricard, y Davidson, 2004), y, potencialmente, aumentar el grosor cortical (Lazar et al, 2005).
Meditación Mindfulness en TDAH- Razones/Fundamentación del Tratamiento
El TDAH es un trastorno del comportamiento asociado con deterioro cognitivo y alteraciones cerebrales (estructurales y funcionales; Bush, Valera, y Seidman, 2005). Las tasas más altas de síntomas psiquiátricos comórbidos y deficiencias secundarias, tal como el trabajo o dificultades en las relaciones se presentan comúnmente en el TDAH (Wilens, Biederman, y Spencer, 2002). En general, la investigación indica que el TDAH es un trastorno del comportamiento complejo influenciado por múltiples factores genéticos y ambientales, con posibles diversos componentes etiológicos que contribuyen a la presentación clínica. Déficits cognitivos en la función ejecutiva, incluida la atención, memoria de trabajo, y la inhibición (Seidman, 2006), han sido ampliamente señalados, al igual que las dificultades en la excitación, la motivación, y la regulación emocional (Nigg y Casey, 2005). Muchas de estas diferencias se pueden clasificar según los deterioros en la autorregulación (Barkley, 1997b) y pueden estar sujetos a cambios, en parte, a través de entrenamiento de la conciencia y la capacidad de autorregulación. La meditación del mindfulness es una práctica de autorregulación que tiene múltiples facetas, pero parece mejorar la auto-regulación de la atención y la emoción (Teasdale, Segal & Williams, 1995). La práctica consiste en la disminución de la excitación y el entrenamiento de la atención en la experiencia actual con una actitud abierta, curiosa y de aceptación. La justificación del uso de un enfoque basado en la atención/mindfulness en el TDAH se basa en varios niveles de impacto potencial, incluyendo síntomas conductuales de falta de atención e impulsividad, déficits neurocognitivos relacionados a la atención e inhibición, y deficiencias secundarias de estrés, ansiedad, y depresión. Por ejemplo, el entrenamiento en mindfulness podría ser considerado como un tipo de atención / programa de ejercicio cognitivo similar al propuesto para el entrenamiento de la memoria de trabajo en el TDAH (Klingberg et al., 2005) o tratamientos de rehabilitación cognitivas en la esquizofrenia (Wexler, 2007). La práctica principal (meditación sentada o caminando) consta de tres pasos: (a) llamar la atención sobre un "ancla atencional" (por lo general un estímulo sensorial, como la respiración), (b) observando que la distracción se produce y dejar que se vaya la distracción, y (c) reenfocar o reorientar la atención de nuevo a la "ancla atencional". Esta secuencia se repite varias veces durante el curso de la práctica de la meditación. Como se estabiliza la atención en la práctica principal, la conciencia abierta o "atención flotante" se introdujeron y otros aspectos de la atención pueden ser enfatizadas. Entre las sesiones, a los participantes se les pide que "presten atención a la atención" y que frecuentemente dirijan su atención al momento presente durante su rutina diaria. Estas actividades son apropiadas para involucrar diversos aspectos de la atención (por ejemplo, alerta, orientación y atención a conflictos), la metacognición, la inhibición y la memoria de trabajo. La investigación con animales (Nudo, Milliken, Jenkins, y Merzenich, 1996) y la investigación con el entrenamiento de La memoria en el TDAH (Olesen, Westerberg, y Klingberg, 2004) apoyan la idea de que la repetición de la misma actividad puede activar las regiones cerebrales correspondientes y, potencialmente, fortalecer los circuitos subyacentes y el mindfulness podría ayudar a rehabilitar aspectos de la atención y la función ejecutiva. Esta posibilidad está además respaldada por estudios previos sobre meditación, que implican la activación del cíngulo anterior y la corteza prefrontal (Cahn y Polich, 2006). Además, se propone la regulación emocional como un mecanismo o un resultado de la práctica de la atención/mindfulness (Brown y Ryan, 2003). Los déficit en la regulación emocional están implicados en el TDAH (Braaten y Rosen, 2000; Rapport, Friedman, Tzelepis, y Van Voorhis, 2002), y el trastorno está asociado con mayores tasas de trastornos psiquiátricos comórbidos, como la ansiedad, la depresión, el trastorno negativista desafiante, y el abuso de sustancias (Biederman, 2004;. Kessler et al, 2006). Durante el entrenamiento de la atencion/en mindfulness, los participantes aprenden a reducir la excitación a través de ejercicios de respiración y relajación, y a producir una apertura y aceptación de sus experiencias emocionales. Esta práctica enseña compromiso en los estados emocionales de una manera que no es ni la evitación, inundación, ni disociación sino más bien "observando atentamente y estando con la emoción". Además, cambiar la atención a un enfoque neutro (respiración o plantas de los pies) puede ser utilizado para desconectar en particular intensos estados emocionales. La reducción en la reactividad afectiva negativa y la volatilidad en respuesta a estímulos visuales aversivos (Arch y Craske, 2006) o los acontecimientos emocionalmente provocativos (Broderick, 2005) han sido reportados con la inducción de un estado de atención plena. En la investigación clínica, este enfoque ha sido demostrado para prevenir la recaída en la depresión (Teasdale et al., 2001) y ayudar a mejorar la regulación emocional y conductas impulsivas en pacientes con trastorno límite de la personalidad (Bohus et al., 2004). Un pequeño estudio indicó recientemente que una intervención basada en mindfulness puede reducir el comportamiento agresivo en los adolescentes con antecedentes de trastorno de la conducta (Singh et al., 2007). En general, esta práctica puede mejorar el funcionamiento emocional en el TDAH y, potencialmente, reducir la vulnerabilidad a otros síntomas psiquiátricos.
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