EL EJERCICIO AEROBICO COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSION ARTERIAL
Enviado por Vane1990 • 11 de Octubre de 2013 • 2.487 Palabras (10 Páginas) • 378 Visitas
TITULO:
EL EJERCICIO AEROBICO COMO COADYUVANTE EN EL TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSION ARTERIAL DE LOS PACIENTES ATENDIDOS EN EL SUBCENTRO DE SALUD DE BAHIA DE CARAQUEZ
FINANCIAMIENTO DEL PROYECTO POR:
MINISTERIO DE SALUD PUBLICA DEL ECUADOR
INTRODUCCION
La hipertensión es un problema de salud pública que genera altos costos financieros y sociales por su alta prevalencia, su larga duración, su gran dependencia de la farmacoterapia múltiple y sus complicaciones con frecuencia de carácter letal.
Se postula que el agente antihipertensivo ideal sería el que sea bien tolerado, efectivo y seguro en la reducción de la presión arterial, conveniente en la posología, de bajo costo y al alcance de todos, sencillo en su aplicación, sin efectos secundarios indeseables, y de ser posible, que contribuya a revertir las disfunciones creadas en el hipertenso. Por fortuna hay evidencia suficiente para afirmar que tal remedio existe, y que esta a disposición de todos los hipertensos, quienes tendrían también mediante él la posibilidad de mejorar su calidad de vida. En efecto, el ejercicio físico regular reduce eficientemente la presión arterial. Este hecho resulta además bastante atractivo en el manejo del hipertenso y se tiene en cuenta que a diferencia de otros tratamientos en lugar de producir efectos secu8ndarios indeseables, el ejercicio tiene una serie de consecuencias, todas ellas muy favorables, para la salud física y mental de los pacientes.
MARCO TEORICO
El sistema cardiocirculatorio es funcionalmente un circuito cerrado. El corazón, actuando como una bomba muscular, distribuye la sangre a través de una red de vasos sanguíneos, los cuales se van haciendo gradualmente más estrechos, hasta convertirse en finísimos capilares, para retornar luego en mayor calibre en su regreso hasta el punto de partida. Con este proceso se cumple la función vital de alimentar y oxigenar cada una de las células del organismo. La impulsión de la sangre requiere de la potencia y la energía del sistema contráctil, capaz de generar la presión necesaria a fin de que dicho fluido, que es de naturaleza un tanto espesa, se mantenga en continuo movimiento. Esta presión cuando toda la estructura funciona correctamente, fluctúa entre 80 y 120 mmHg que en su defecto lo optimo seria 70 y 110 mmHg.
Extrañamente un buen numero de adultos va experimentando con el tiempo un trastorno hemodinámico en el cual la presión en el sistema cardiovascular se eleva y se mantiene alta en forma permanente. Este aumento constante de la presión conlleva riesgos muy delicados para la salud de todo individuo; el corazón puede fatigarse hasta llegar a una insuficiencia cardiaca letal; alguno de los vasos sanguíneos cerebrales puede romperse provocando una hemorragia con perdida de funciones intelectuales o aún la muerte súbita; el proceso de filtración renal se puede dañar impidiendo la desintoxicación regular del organismo; la retina puede sufrir deterioro y hemorragias capaces de producir ceguera y otra serie de diversas complicaciones no menos graves. La causa directa de esta anomalía es algo que aun no esta bien esclarecido, pero probablemente en la hipertensión es otra de las manifestaciones temprana de la llamada arteriosclerosis, un proceso degenerativo de las arterias que se caracteriza por su estrechamiento y rigidez con el consiguiente aumento de la resistencia periférica. La hipertensión es ante todo un signo de que el sistema cardiocirculatorio está viviendo una sobrecarga funcional, lo cual deben ser corregidos oportunamente a fin de no sufrir las severas complicaciones antes mencionadas, si bien éstas pueden tomar cierto tiempo en gestarse.
Es conocido el papel del estrés en el aumento de la presión arterial, también el ruido a niveles altos mantenidos es capaz de producir aumento de la Pas reversible cuando desaparece el estímulo, pero permanece si se prolonga por mas tiempo. Esto es importante para habitantes de grandes ciudades y trabajadores de industrias y servicios.
También influye la altitud geográfica en la presión arterial. El hecho de la inmigración comporta introducir nuevos hábitos de vida con respecto a los ya inculcados que podrían modificar para bien o mal e influir positiva o negativamente en la presión arterial.
El sedentarismo es responsable en gran medida de la prevalencia de obesidad, enfermedades coronarias, hipertensión y alteraciones en el colesterol, incluso en niños existe un estudio que relaciona la obesidad con las horas que ven la televisión.
Las cifras hablan por si solas: se ha estimado que el riesgo de padecer hipertensión arterial en personas sedentarias es aproximadamente 30 a 50% mayor que en aquellos que efectúan ejercicios físicos con regularidad. Se estableció además, que la realización habitual de actividad física, aunque se trate de prácticas de leve a moderada intensidad, es una medida eficaz para descender la presión arterial.
Las personas sedentarias, tienen múltiples ocupaciones y para un sedentario toda actividad.
Los factores biológicos tales como la herencia, la edad y la raza no permiten ser modificados, pero otros como el sobrepeso corporal, el consumo excesivo distal y de grasas saturadas, el estrés, y el sedentarismo si pueden ser favorablemente modificados mediante estilos de vida mas saludables.
Las intervenciones en que incluye la actividad física como un factor terapéutico, han reportado reducciones de las cifras tensionales que varían entre 5 y 21 mmHg.
Cuando la intervención incluye además del ejercicio ajustes alimentarios y algunos aspectos de vida saludable, se obtienen reducciones de la incidencia de hipertensión que pueden llegar a valores superiores al 50%.
El ejercicio que es benéfico para reducir la presión arterial es por naturaleza moderado en intensidad y de larga duración; deben además ser realizado con una frecuencia superior a tres veces por semana y activar en lo posible las cuatro extremidades. Se asume que su ejecución debe de ser agradable y no requerir en ningún momento esfuerzos vigorosos extenuantes. En esta categoría encajan ejercicios tales como caminar, trotar, nadar, correr, bailar, montar en bicicleta, etc
EFECTOS HIPOTENSIVOS DE LA ACTIVIDAD FISICA REGULAR
El ejercicio aeróbico regular de los pacientes con hipertensión arterial esencial se asocia a los cambios beneficiosos en la presión arterial, el perfil de lipoproteína, el metabolismo de la glucosa y el incremento del neurohormonal. Los estudios epidemiológicos recientes han demostrado que el ejercicio físico reduce morbilidad cardiovascular y la mortalidad en la población en general, incluyendo individuos con hipertensión.
Varios estudios recomiendan la prevención primaria de
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