Educación Holista
Enviado por gyra21 • 5 de Marzo de 2014 • 2.480 Palabras (10 Páginas) • 238 Visitas
EDUCACIÓN HOLISTA
Al hablar de educación es indudable la posibilidad de remitirse a diferentes connotaciones; pero sobre todo a un proceso tan necesario pero lleno de tropiezos me refiero a la historia misma de la educación pero no desde un punto de vista cronológico si no desde una perspectiva un tanto más filosófica por consiguiente, en el presente trabajo, se hace referencia a un algunas etapas que ha tenido la visión del mundo desde el ojo humano, la cual viene a impactar de manera preponderante en eso que llamamos el proceso educativo.
Si hablamos de usos y costumbres, nos enfrentamos a una realidad social que, aunque no se sujeta dogmáticamente a lo reglamentado, si lo considera como punto de referencia para legitimar el proceso que verdaderamente se vive en toda una comunidad. Es por ello que la actividad educativa vista y abordada como eminentemente social, se torna demasiado compleja, esto es muy natural ya que la sociedad misma en su estructura también lo es.
No podemos concebir a una sociedad homogénea, por consiguiente, no podríamos hablar de prácticas sociales estandarizadas, pensarlo de esta manera conduciría a los actores sociales a buscar formas de explicar la realidad, de analizarla y de generar compromisos que conduzcan al crecimiento de la sociedad misma.
Actualmente existen en nuestra sociedad problemas de diferente índole –violencia juvenil, drogadicción, desintegración familiar, falta de Interés por el estudio, etc.–, lo que necesariamente obliga a que en forma conjunta se generen acciones que ayuden a combatir estos males. Puedo aseverar que lamentablemente hay quienes señalan a la escuela como correctora de todos esos vicios e insuficiencias culturales, esto no debería ser así, sin embargo se tiende a desacreditar a las instituciones educativas y a minimizar la magnífica labor de maestros y maestras.
No se trata tampoco de que la reflexión se convierta en lamento, puesto que ello conduciría a toda una serie de descalificaciones; más bien se deben reconocer las necesidades para saber qué aspectos de orden social necesitan abordarse como verdaderamente problemáticos.
Deseo hacer alusión a formas de pensar y decir de Fernando Savater, sin lugar a duda éstas ayudarán a comprender la magnitud de la problemática que estamos viviendo:
“Con verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el optimismo es imprescindible para estudiarla […] y para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros. Hablaré del valor de educar en el doble sentido de la palabra «valor»: quiero decir que la educación es valiosa y válida, pero también que es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana. Cobardes o recelosos, abstenerse.
Lo malo es que todos tenemos miedos y recelos, sentimos desánimo e impotencia y por eso la profesión de maestro es la tarea más sujeta a quiebras psicológicas, a depresiones, a desalentada fatiga acompañada por la sensación de sufrir abandono en una sociedad exigente pero desorientada”
La sociedad avanza y cambia vertiginosamente, los sujetos que vivimos en ella nos desconcertamos ante los fenómenos que presenciamos y que jamás los imaginamos, sin embargo aquí estamos, plantados en una realidad y necesitados de generar discursos que, en primera instancia, nos ayuden a ubicarnos como verdaderos sujetos sociales, no como objetos de la sociedad. En sí, todo el estado de cosas que estamos viviendo nos obliga a pensar que cualquier actividad social que se ejerza debe hacerse bajo la modalidad de la alternancia, ya que sólo así podemos contrastar lo que institucionalmente se programa con lo que realmente se requiere.
Es por ello que educar o promover la educación resulta en verdad toda una odisea; sin embargo, pensar en un mecanismo que favorezca al proceso educativo no resulta tan difícil si lo hacemos con una visión holística u holista. Ese tipo de educación no es una «estructura curricular», ni una «metodología determinada»; es un conjunto de proposiciones que incluye lo siguiente:
• La educación es una relación humana dinámica, abierta.
• La educación cultiva una conciencia crítica de los muchos contextos en la vida de los educandos: moral, cultural, ecológico, económico, tecnológico, político, etc.
• Todas las personas poseen vastos potenciales múltiples que solamente ahora estamos empezando a comprender.
• La inteligencia humana se expresa por medio de diversos estilos y capacidades.
• El pensamiento holístico incluye modos de conocer intuitivos, creativos, físicos y en contexto.
• El aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Todas las situaciones de vida pueden facilitar el aprendizaje.
• El aprendizaje es tanto un proceso interno de descubrimiento propio como una actividad cooperativa.
• El aprendizaje es activo, con motivación propia, que presta apoyo y estímulo al espíritu humano.
En consecuencia, debemos acceder a una práctica educativa diferente a la tradicional, para ello el presente trabajo refleja elementos que pueden ser considerados como indispensables para comprender la importancia que reviste la concepción una educación holista.
ANTECEDENTES
Abordaré el presente apartado considerando al hecho educativo como problemático, ya que las grandes estructuras educativas se han fijado a modelos poco funcionales, haciendo de la educación un acto inconsistente y hasta cierto punto inconsciente, mecánico, repetitivo y probablemente sujeto sólo a aspectos de orden intelectual.
La cultura occidental se ha visto marcada por eventos de diferente naturaleza en los últimos cuatrocientos años, el desarrollo de nuestra sociedad está condicionado por los paradigmas dominantes, en los que entran en juego los estilos de vida, la ideología, los valores, la educación, la economía, la política, etc.
Dichos eventos los podemos clasificar en tres épocas, el fin de una de ellas es la pauta para pasar de un paradigma a otro.
Primera época
Desde la edad media (alta siglo V, baja siglo XV) y hasta el siglo XVII, predominaba una visión del mundo que podemos llamar dogmática, donde la iglesia católica monopolizó el conocimiento y se asumió como juez para dictaminar sobre la validez de las ideas. El tener afinidad con la iglesia, garantizaba el no ser quemado en la hoguera.
No se puede dudar que haya existido entusiasmo por verdades apenas descubiertas, sin embargo, algunas de ellas forzosamente debían callarse ya sea por convicción o por temor a ser ejecutado una vez tipificados como «herejes». En el prólogo de la
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