Estres Laboral
Enviado por vimarydelvalle • 25 de Octubre de 2014 • 12.022 Palabras (49 Páginas) • 173 Visitas
CAPITULO I
EL PROBLEMA
El Estrés un Aspecto Reflexivo desde lo Pedagógico.
“El hombre feliz no es el hombre que ríe, sino aquel cuya alma, llena de alegría y confianza, se sobrepone y es superior a los acontecimientos”
Lucio Anneo Séneca
En la actualidad los grandes acontecimientos vienen dados entre otros factores, por los avances tecnológicos, los cambios en los estilos de vida y costumbres adoptadas en la nueva era de la globalización, la feroz competitividad e inseguridad que rigen el ámbito laboral, las exigencias que supone enfrentar las precariedades socio-económicas del mercado, que condicionan al ser humano a la necesidad de adaptarse al ritmo vertiginoso que se asiste.
Sobre este particular, Hopenthayn (1998:29) sostiene que, “ La globalización nos pone una mirada de culturas, sensibilidades y diferencias en nuestras narices, para recrear perspectivas en el contacto con el “esencialmente otro” ”. En esta interrelación, cabe plantearse que el hombre como ser complejo y con la capacidad de habituarse a ciertas circunstancias adversas vive momentos en los que estos procesos de adaptación sobrepasan su propia capacidad, originándole desórdenes de tipo emocional, físico y psicológico en su organismo, que pueden generar a su vez situaciones auto-destructivas o conflictivas en su vida cotidiana.
De tal forma, todos estos marcos de vidas que vive la sociedad moderna hacen que la dinámica de-vida de las personas sean “más fácil”, “más rápida”, pero no necesariamente de mejor calidad. La satisfacción de necesidades materiales ocasiona angustia, agotamiento emocional, preocupaciones, serios conflictos tantos familiares como laborales que acarrean un desequilibrio total en el estilo de convivir de los sujetos sociales, provocando un gran impacto en el organismo y afectando la salud corporal e integral del mismo.
Lo planteado, trae como consecuencia una serie de enfermedades, que aunada a las exigencias de la sociedad moderna han generado nuevas formas de control y coacción, las cuales llegan incluso a superar las capacidades que como mortales limitan al sujeto en sociedad, y es en este preciso momento, cuando esta amenaza adquiere un nombre: El Estrés. Al respecto, Caballero (2000:140) lo concibe como “Cualquier agresión emocional, física, social, económica o de otro tipo que exija una respuesta o cambio por parte del individuo”.
En consideración a lo expuesto por el autor, se puede destacar al estrés como toda aquella situación familiar, laboral, social y económica, que produce desequilibrio en las condiciones físicas y psicológica del hombre y que hace que experimente alteraciones en su comportamiento.
En este contexto, se alude al Estrés Laboral, que según Villalobos (1999:2), se define como “el conjunto de fenómenos que se suceden en el organismo del trabajador con la participación de los agentes estresantes derivados directamente del trabajo y que pueden afectar la salud del trabajador”. Esto significa que, un clima laboral inadecuado, donde muchas veces la persona se siente sometida a exigencias o presiones que van más allá de sus límites, la conduce al ausentismo laboral, baja motivación en el trabajo, bajo autoestima, tensión, percepción de amenaza; todo esto termina originando tensiones psicológicas, sentimientos de insatisfacción y, en consecuencia, se produce una serie de reacciones como ansiedad, depresión, insomnio, entre otras, que afecta la productividad de las organizaciones.
Todos estas situaciones por sus características, se convierten en demandas que exigen respuestas que van más allá de las capacidades físicas, psicológicas y emocionales, al grado que esta maquina tan perfecta (el cuerpo) desfallece cuando se estropean sus mecanismos internos, a causa del esfuerzo máximo al que es sometido en un vano intento por adaptarse o sobreponerse a esas tensiones que lo azotan.
En vista de lo anterior, el estrés ocasionado por los factores antes señalado incide negativamente en el ambiente laboral, a esta exacción no escapa la labor educativa en la Educación Básica, la cual representa un sector fundamental en toda sociedad y, según estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo, en el año 1993, reconoce que el estrés laboral, se ha convertido en un riesgo ocupacional significativo de la profesión docente a nivel mundial.
Diferentes estudios realizados por esta organización a escala mundial en varios países, confirman lo anterior. Por ejemplo, en los EEUU, el 67% de los profesionales son docentes y han padecido problemas crónicos de salud, consecuencia de su profesión; en Suecia, el 25% de los educadores está sujeto a tensiones psicológicas excesivas; el Reino Unido, estos padecen de problemas de ansiedad, depresión y en Hungría se comprobó que determinadas patologías (neurosis, laringitis, etc.) son más frecuente en los educadores que en la población en general.
De igual manera, Venezuela, en la actualidad, se encuentra atravesando una grave crisis socio-económica y política, que ha tenido grandes repercusiones en la salud mental de la población en general no escapando a ella la profesión docente, donde existen una serie de factores que dificulta la labor educativa y el logro de un bienestar social para los educadores en las organizaciones escolares. Así por ejemplo, las deficientes dotaciones físicas, los horarios excesivos, la inseguridad en el cargo, la baja remuneración y la ausencia de estímulos, el exceso número de alumnos por aula, la carencia de recursos materiales, la exigencia de un medio de trabajo competitivo, el déficit de asistencias, entre otros factores, trae como consecuencia la aparición de molestias o síntomas orgánicas, fundamentalmente; por la tensión (estrés) que diariamente afronta el docente en la escuela.
Al respecto, señala Fingerman (1981:19): “Los incentivos son los estímulos objetivos que están en las cosas materiales, en los salarios, en la atmósfera laboral, en la temperatura, en los instrumentos de trabajo y en otras condiciones externas, que hacen menos pesado la labor”.
Lo anterior indica, que cuando no se dan los incentivos en el ambiente laboral, el docente experimenta frustraciones que, seguidamente en algunos casos, pueden acarrear un problema estresante asociado con síntomas orgánicos o psicológicos.
Precisamente, esta situación se refleja en el Estado Sucre, donde se puede constatar en el Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (IPASME) de Cumaná, la demanda excesiva
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