Hemorragia Digestiva Alta Y Baja
Enviado por elezur • 27 de Octubre de 2013 • 1.103 Palabras (5 Páginas) • 671 Visitas
HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA Y/O BAJA
Se puede definir como la expulsión de sangre por la boca y/o ano procedente de una lesión situada en el tracto digestivo.
Puede manifestarse de dos maneras fundamentales: expulsión de sangre roja o negra por la boca en forma de vómito (hematemesis) o por el recto, evidenciado por el color negruzco de las heces (melena) o rojo (enterorragia), lo cual depende de la localización de la causa, pero sobre todo de la masividad y del peristaltismo asociado.
ETIOLOGÍA
Las causas más comunes de hematemesis y melena son:
1. Úlcera gastroduodenal.
2. Gastritis hemorrágica y/o erosiva (medicamentos, estrés etc.)
3. Várices esofágicas.
Estas constituyen entre 90-95 % de todos los casos.
Otras causas pueden ser:
1. Hemorragia nasal o faringea.
2. Esofagitis.
3. Cáncer de esófago.
4. Desgarro mucoso de la unión gastroesofágica (síndrome de Mallory-Weiss).
5. Rotura esofágica (síndrome de Boerhave).
6. Neoplasia gástrica ulcerada.
7. Tumores benignos (pólipos ulcerados).
8. Telangectasia hereditaria (síndrome de Rendu-Osler-Weber).
El origen de las hemorragias digestivas bajas (rectorragia) puede ser:
1. Hemorroides, fisura anal, proctitis.
2. Enfermedad inflamatoria del colon.
3. Carcinoma de colon.
4. Pólipos rectales o colónicos.
5. Divertículos.
6. Colitis isquémica.
7. Angiodisplasia.
8. Divertículos colónicos.
9. Amiloidosis.
10. Hemorragia masiva de origen gastrointestinal alto.
En la hemorragia digestiva alta, las causas más frecuentes son:
1. Hemorroides.
2. Fisura anal.
3. Pólipos.
4. Divertículos.
5. Angiodisplasia.
DIAGNÓSTICO
La hemorragia gastrointestinal constituye una urgencia médico quirúrgico, que debe ser valorada desde su inicio por gastroenterólogos, clínicos y cirujanos, quienes conjuntamente orientarán la conducta a seguir:
Interrogar al paciente si las condiciones de este lo permiten, o en su defecto interrogar a un familiar, para conocer antecedentes ulcerosos o de alcoholismo, hepatitis viral o ingestión de medicamentos (fenilbutazona, aspirina, esteroides, salicilatos, etc. y los síntomas: debilidad, mareos y pérdida del conocimiento.
Cuadro clínico
1. Palidez.
2. Frialdad, sudación.
3. Taquicardias.
4. Hipotensión arterial.
5. Al realizar el tacto rectal, el dedo enguantado embadurnado de materia fecal negra y untuosa.
6. Hepatomegalia y/o esplenomegalia.
7. Eritema palmar, arañas vasculares y telangectasias.
8. Hematemesis: los tipos pueden ser masivas como se ven en la ruptura de várices esofágicas, las úlceras gastroduodenales y las gastritis erosivas. A veces el sangramiento solo se hace evidente por una melena (debe recordarse que la ingestión de remolacha, hierro o bismuto puede modificar el color de las heces); en la verdadera melena, aparte de los síntomas y signos clínicos, el olor fétido de las heces y la presencia de hemoglobina humana facilitan el diagnóstico diferencial.
Exámenes complementarios
1. Determinación de hemoglobina y hematócrito. Si es menor que 11 g/100 mL demuestra que las pérdidas son mayores que 1 000 mL en un paciente normal, si es menor que 8 g/100 mL la hemorragia es masiva.
2. Grupo sanguíneo. Factor Rh.
3. Urea y amoniaco.
4. Coagulograma mínimo: tiempo de protombina, coagulación, sangramiento, conteo de plaquetas y PTT (caolín).
5. Panendoscopia alta: es el método más exacto ya que permite diagnosticar la localización de la hemorragia y su etiología, además puede servir de método terapéutico al permitir esclerosar la lesión ulcerosa sangrante, extirpar un pólipo ulcerado o esclerosar las várices sangrantes.
6. Colonoscopia o rectoscopia: se utiliza en las hemorragias bajas, puede ser método diagnóstico y terapéutico.
Diagnóstico por imágenes:
1. Radiografía: es de poco valor en casos
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