La amilasa salival.
Enviado por rocio17 • 3 de Noviembre de 2015 • Informe • 1.102 Palabras (5 Páginas) • 1.717 Visitas
INTRODUCCION
Las enzimas son moléculas esenciales para la buena salud producidas por el cuerpo, a cada instante millones de ellas trabajan en el organismo para que podamos respirar, saltar o comer. En nuestro cuerpo se encuentran una serie de enzimas que poseen la capacidad de facilitar y acelerar reacciones químicas de nuestro organismo, en la boca se encuentran gran parte de las enzimas que ayudan en la degradación de nutrientes entre otros, la amilasa salival es una de ellas esta cumple la función de transformar el glucógeno y almidón en azucares simples mediante la ingesta de estos.
En el presente informe se presentara como tema principal el estudio de la amilasa salival, se dará a conocer su función, como se desempeña esta enzima en nuestro organismo, e importancia, el lector podrá informarse y conocer más a fondo sobre el tema a medida que va analizando la información que se presenta. También se agregaran datos externos a la amilasa salival pero que poseen concordancia con la enzima ya que se refieren a otros tipos de amilasa que también cumplen funciones enzimáticas solamente que no exactamente en el organismo.
DESARROLLO
Se denomina enzima a las moléculas de proteína que poseen la capacidad de facilitar y acelerar las reacciones químicas que ocurren en nuestro organismo, cada enzima es específica, es decir, actúa en un determinado sustrato y cataliza una reacción específica. Las enzimas no alteran el balance energético de las reacciones en que intervienen, ni modifican el equilibrio de la reacción, pero consiguen acelerar el proceso incluso millones de veces, una reacción que se produce bajo el control de una enzima, o de un catalizador en general, alcanza el equilibrio mucho más deprisa que la correspondiente reacción no catalizada.
Las enzimas presentan una amplia variedad de funciones en los organismos vivos. Son indispensables en la transducción de señales y en procesos de regulación, también son capaces de producir movimiento, como es el caso de la miosina al hidrolizar ATP para generar la contracción muscular o el movimiento de vesículas por medio del citoesqueleto. Una importante función de las enzimas es la que presentan en el sistema digestivo las amilasas y las proteasas son capaces de degradar moléculas grandes (almidón o proteínas) en otras más pequeñas, de forma que puedan ser absorbidas en el intestino. Varias enzimas pueden actuar conjuntamente en un orden específico creando así una ruta metabólica donde una enzima toma como sustrato el producto de otra enzima tras la reacción catalítica, el producto se transfiere a la siguiente enzima y así sucesivamente. Sin las enzimas, el metabolismo no se produciría a través de los mismos pasos, ni sería lo suficientemente rápido para atender las necesidades de la célula.
La actividad enzimática posee factores que podrían afectarle en su proceso, algunos de estos corresponden a la concentración de la enzima, la concentración del sustrato, efecto de la temperatura en la enzima y el efecto del pH.
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Un grupo muy importante de enzimas son las digestivas ya que favorecen la digestión y absorción de los nutrientes a partir de los alimentos que ingerimos. La amilasa, también denominada sacarasa o ptialina es una enzima proteica que se encuentra en la saliva humana (glándulas parótidas) y cataliza la degradación del almidón, que es un polisacárido de reserva vegetal. Esta enzima se encarga de catalizar la reacción de hidrólisis de los enlaces 1-4 del componente α-amilasa (principal componente de la amilasa salival) al digerir el glucógeno y el almidón para formar azúcares simples. La función de la amilasa salival es comenzar con la digestión del almidón a cualquier punto de la cadena en los enlaces, desdoblándolo en moléculas más pequeñas como el disacárido maltosa , el trisacárido maltotriosa o los polímeros de glucosa de cadena corta; hay que recordar que lo que generalmente consumimos en nuestra alimentación diaria son polisacáridos que son azucares complejos en su estructura, entonces por la acción de la amilasa estos se convierten en azucares más simples y fáciles de degradar. La amilasa salival es también la encargada de ayudar en la formación del bolo alimenticio para que este pueda seguir su recorrido por el sistema digestivo y así completar la absorción de nutrientes que requiere nuestro cuerpo.
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