La amilasa

La amilasa es una enzima que pertenece a las enzimas clasificadas como hidrolasas, de este tipo de enzimas sabemos, con anterioridad, que catalizan reacciones que implican la ruptura hidrolítica de enlaces químicos.

Otra nombres que suelen dársele a la amilasa son “sacarasa” o “ptialina”, fue la primera enzima en ser identificada y aislada por Anselme Payen en 1833, quien la bautizó en un principio con el nombre de diastasa.

Esta enzima tiene la función de catalizar la reacción de hidrólisis de los enlaces 1-4 del componente α-Amilosa al digerir el glucógeno y el almidón para formar azúcares simples.

Es producida principalmente en las glándulas salivales, sobre todo en las glándulas parótidas, y en el páncreas. La amilasa pancreática es excretada por el páncreas mediante los conducios de Wirsung y Santorini a la segunda porción del duodeno. Tiene actividad enzimática a un pH de 7.

Está enzima es de gran interés ya que se puede emplear en diversos campos, como puede ser en procesos industriales empleando algunas amilasas bacterianas como detergentes para disolver almidones, también se utilizan en la maduración de frutas degradando el almidón de las frutas en azúcar, y volviéndolas más dulces, aunque en este caso se da enfoque a dos aspectos en principal, el primero en los análisis clínicos y el segundo en la industria alimenticia.

En el primer aspecto mencionado se utiliza para el diagnóstico de enfermedades determinando sus niveles en plasma para saber si se puede producir una pancreatitis. Sus niveles pueden estar elevados por un daño a las células productoras de la enzima en el páncreas, o bien, por una deficiencia renal o también por paperas.

Cuando una de estas glándulas parótidas o el páncreas se inflaman, como en la pancreatitis, aumenta la producción de amilasa y aparece elevado su nivel en sangre, fenómeno denominado amilasemia.

Cuando el páncreas está enfermo o inflamado, se libera amilasa en la sangre, entonces se procede a realizar un examen para medir el nivel de esta enzima en la sangre.

Este examen se realiza casi siempre para diagnosticar o vigilar una pancreatitis aguda. También puede detectar algunos problemas del tubo digestivo.

El examen de sangre para la detección de amilasa consiste en la recolección de sangre de una vena, usualmente para pruebas de laboratorio. La sangre se extrae de una vena, por lo general de la parte interior del codo o del dorso de la mano. El sitio se limpia con un desinfectante, enseguida se envuelve una banda elástica alrededor de la parte superior del brazo con el fin de aplicar presión en el área y hacer que la vena se llene de sangre, luego se introduce suavemente una aguja en la vena y recoge la sangre en un frasco hermético o en un tubo adherido a la aguja y la banda elástica se retira del brazo. En bebés o en niños pequeños, se puede utilizar un instrumento puntiagudo llamado lanceta para punzar la piel y hacerla sangrar. La sangre se recoge en un portaobjetos o en una tira reactiva.

Cabe mencionarse que existen algunos medicamentos que pueden aumentar las mediciones de amilasa, entre los cuales se encuentran la asparaginasa, el ácido acetilsalicílico, píldoras anticonceptivas, colinérgicos, metildopa, diuréticos tiazídicos, entre otros.

Los valores normales para la presencia de amilasa en la sangre entran en el rango que va de 23 a 85 unidades por litro (U/L). Algunos laboratorios dan un rango de 40 a 140 U/L, ya que los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios.

Si se obtienen resultados anormales, significa que los niveles elevados de amilasa pueden ocurrir debido a diversas situaciones dentro de las cuales se pueden encontrar una pancreatitis

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