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Parasitosis Parasito


Enviado por   •  2 de Agosto de 2017  •  Apuntes  •  3.490 Palabras (14 Páginas)  •  240 Visitas

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Parasitosis

Parasito

Todo ser vivo que se localiza en el interior o en la superficie de otro ser vivo conocido como huésped del que generalmente obtiene alimento, aprovecha todos los posibles beneficios de la unión; y el huésped no siempre sufre daño o a veces puede generarse daño de uno o varios órganos. (Jerez y Villa, 2016, p.19)

Historia

En 1681, Anton Van Leeuwenhoek observó en la materia fecal probablemente de alguna persona con diarrea -a través de un microscopio de su invención- un parásito conocido como Giardia spp. Con este descubrimiento se inicia el estudio de la parasitología. Sin embargo, muchos siglos antes, los chinos, griegos, egipcios y persas dejaron manuscritos donde se hablaba ya de los parásitos y las enfermedades parasitarias. En Persia, Avicena elaboró un tratado completo sobre los nemátodos y cómo eliminarlos. En 384 a. de C, Aristóteles describió algunos helmintos intestinales, lo mismo que Galeno. En 2700 a. de C., los médicos chinos podían distinguir las variantes de la fiebre palúdica: terciana, cuartana, estivo otoñal. Entre los egipcios, en el papiro de Ebers se describe al gusano Taenia saginata y se prescribe tratamiento para eliminarlo. En la Biblia se escribe que Moisés, después de haber recibido instrucción médica con los sacerdotes, dictó leyes sanitarias para impedir que los judíos ingirieran carne de puerco infectada con “piedras”, la forma larvaria de Tenia solium, hoy denominada Cysticercus cellulosae.

La paleoparasitología, que estudia sedimentos, tejidos momificados, huesos y coprolitos -restos fecales deshidratados y mineralizados-, ha contribuido al estudio de los antecedentes históricos de la aparición de parásitos. Estas investigaciones arqueobiológicas han demostrado la presencia de protozoarios (Entamoeba histolytica, Eimeria spp. y Sacocystis hominis) y helmintos. Se sabe que las enfermedades parasitarias repercuten en la salud del hombre, en su esperanza de vida al nacer y en su productividad; han causado a lo largo de los años más muertes y daño económico a la humanidad que todas las guerras juntas. Las enfermedades parasitarias y la parasitosis se favorecen de las diferencias climáticas, de los fenómenos demográficos y del desarrollo socioeconómico de las diferentes zonas del planeta. Ahora se sabe que, de acuerdo con los relatos de la época, Wolfgang Amadeus Mozart  (1756-1791) padecía de fiebre, dolores en las extremidades e hinchazón, y que quizá murió de triquinosis por haber ingerido carne de puerco poco cocida infestada de larvas de Trichinella spiralis. También sabemos que el paludismo afectó a personalidades de la historia: Cristóbal Colón, Alejandro Magno, Dante Alighieri y Abraham Lincoln. Al aparecer, mediante técnicas moleculares aplicadas a los coprolitos encontrados en zonas arqueológicas de Chile y Perú se inició la búsqueda de DNA y se halló el nematodo Enterobius vermicularis, uno de los parásitos más antiguos encontrados en el hombre. Asimismo, a partir de un fragmento de costilla de una momia hallada en un sitio arqueológico

en Brasil se aisló el Trypanosoma cruzi. (Rodríguez, 2013, p.1, 2)

Parasitosis

La parasitosis intestinal, son afecciones intestinales que logran producirse por la ingestión de quistes de protozoos, huevos o larvas de gusanos o por la penetración de larvas por vía transcutánea desde el suelo, cada uno de ellos va a realizar un recorrido específico en el huésped y afectará a uno o varios órganos. (Jerez y Villa, 2016, p.19)

Epidemiología

 La epidemiología de las infecciones causadas por protozoarios y helmintos se relaciona con factores geográficos (especialmente las que se transmiten por un vector artrópodo) y con situaciones socioeconómicas. Los países más afectados por infecciones parasitarias son los que se encuentran en vías de desarrollo. Los cambios en las condiciones del medio ambiente, el aumento de la densidad poblacional en zonas rurales, las condiciones sanitarias deficientes, la escasa disponibilidad de agua y la deficiente eliminación de excretas favorecen el desarrollo de infecciones parasitarias. Estos factores, aunados a las malas condiciones socioeconómicas y nutricionales del hospedero humano, provocan un aumento de la incidencia, de la prevalencia y de la gravedad de las parasitosis. En América Latina, el problema causado por enfermedades parasitarias es muy importante, en especial aquellas que se transmiten por fecalismo, como lo señalan varios trabajos de investigación relacionados con las infecciones intestinales. Los grupos etarios más afectados son los preescolares y escolares, quienes se encuentran poliparasitados.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de la quinta parte de la población mundial está infectada con algún protozoario o helminto, y en muchos países de América Central y Sudamérica el promedio de infecciones parasitarias es de 45% de la población general. Se estima en 1 000 millones las personas infectadas por Ascaris lumbricoides, 500 millones con Trichuris trichiura, 480 millones con Entamoeba histolytica y 200 millones con Giardia lamblia. La falta de educación sanitaria y la ausencia de servicios médicos en las poblaciones rurales provocan grandes pérdidas económicas, debido a los gastos causados por atención médica, hospitalización, ausentismo en el trabajo, fármacos, pérdida de salario, defunción, entre otros, lo que, expresado en dinero, da una idea aproximada de la gravedad del problema. (Rodríguez, 2013, p.3, 4) ;(Anexo1)

PATOGENICIDAD Y VIRULENCIA

La patogenicidad es la capacidad que tienen los parásitos para producir daño o enfermedad al hospedero, cada protozoario y algunos helmintos, poseen proteínas o estructuras diversas que le ayudan a penetrar y a vivir dentro del hombre. La virulencia es una medida cuantitativa del grado de patogenicidad, la cual se expresa a menudo como dosis letal media o como el número de microorganismos que producen la muerte a 50% de los animales de experimentación inoculados en condiciones de laboratorio. (Jerez y Villa, 2016, p.20)

Mecanismos de transmisión

Los mecanismos de transmisión de los protozoarios y helmintos varían, pues dependen del hábitat del parásito y de la manera en que se elimina del hospedero. Los que habitan en el intestino se transmiten por medio de la materia fecal, ya sea del hombre o de los animales. Otros necesitan de un vector como un artrópodo -mosquito o chinche- para transmitirse a otra persona. Algunos más se transmiten por gotas de saliva; atravesar la placenta o adquirirse por medio de la ingestión de carne cruda o mal cocida, o mediante contacto sexual. Transmisión indirecta. Uno de los más importantes mecanismos de transmisión se relaciona con el fecalismo al aire libre. La materia fecal es uno de los contaminantes que transmite enfermedades parasitarias: las heces contaminan el agua (fluid), los alimentos (food), las manos (fingers) y los objetos (fómites). En ocasiones, los alimentos contaminados transfieren alguna enfermedad parasitaria (EPTA, Enfermedades Parasitarias Transmitidas por Alimentos), como la “diarrea de los viajeros”,que se transmite por agua contaminada. Transmisión directa. La transmisión directa puede ocurrir por medio de gotas de saliva provenientes de un beso, como sucede con los trofozoítos de Toxoplasma gondii. Esta enfermedad origina en el hospedero humano una toxoplasmosis ganglionar, la cual afectada la faringe y las amígdalas. En el caso de la trichomoniasis, la parasitosis se transmite por medio de contacto sexual. En otros casos, como la cisticercosis, la giardiasis y la criptosporidiasis, se transmite por contactos sodomíticos o sexuales anales.. Transmisión por vectores. Se denomina vector a todo animal invertebrado capaz de transmitir un agente desde la fuente de infección hasta el hospedero susceptible. Esta transmisión puede ocurrir de manera mecánica: cuando el agente es transportado por el artrópodo en el cuerpo o en partes bucales sin que haya multiplicación interna del agente infeccioso (el ejemplo clásico son las cucarachas, las hormigas y las moscas), y biológica: cuando el parásito se multiplica dentro del artrópodo vector o cumple un ciclo vital, u ocurre una combinación de los dos procesos. Transmisión por aire o polvo. Este mecanismo quizá ocurra con muchas protozoosis, sobre todo con aquellas cuyos quistes son muy resistentes al ambiente, y con los helmintos; sin embargo, cuando se trata de estos últimos, el más común es en la oxiuriasis, donde el huevecillo se desarrolla en cuatro horas y se vuelve altamente infectivo al inhalarse. (Rodríguez, 2013, p.6, 8)

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