TRIPTICO PENSAMIENTO MATEMATICO

La sexualidad humana es una parte central de la persona. En ella se reflejan y representan muchos de los aspectos que nos hacen ser específicamente humanos.

La capacidad de amar, de cuidar, así como de gozo, están vinculadas íntimamente con la sexualidad.

Nuestra sexualidad se manifiesta en una gran diversidad de expresiones, vivencias, deseos, pensamientos, sueños, etc.

El término sexualidad es utilizado por nuestra sociedad con varios sentidos, uno de los significados es el de las relaciones sexuales o “sexo”, implicando lo mismo. Por ello, algunos adultos, cuando se considera el tema de la educación sexual para alumnos se oponen a la misma, pues le han adjudicado un significado meramente erótico y adulto.

Otro empleo acostumbrado es el referirse a la sexualidad cuando se está hablando solamente del cuerpo femenino o masculino o de “las diferencias entre niños y niñas”. Esta concepción habitual en padres, madres, maestros y maestras, en general cuando desean explicar al alumnado una definición de “sexualidad”.

Un tercer uso, es el asociado a la reproducción humana, generalmente y se relaciona solamente a las bases biológicas.

Es necesario para abordar esta temática revisar el texto de Lilia Margarita Montes, titulado “Y hablemos de sexo en la escuela primaria”, en el se exponen casos problemáticos presentados en el transcurso de la vida escolar, producto del desarrollo de la sexualidad en los alumnos, por lo que la maestra decide trabajar la “problemática” con el apoyo de especialistas y los padres de familia, teniendo así un impacto positivo en la conducta de los educandos.

Se sugiere desarrollar en forma paralela al programa oficial de las escuelas, otro programa de actividades de información y formación sobre temas de sexualidad. Así como el trabajo con los padres de familia es básico, ya que es en el hogar donde el niño recibe según sea el caso el impacto más fuerte de las informaciones y actitudes que se le representen.

La educación integral incluye los temas relacionados con la sexualidad, por lo que no es posible excluir esta temática de los cursos escolares; la educación sexual adecuada, desde temprana edad puede contribuir a que niños y niñas se desarrollen en forma más equilibrada.

Una educación sexual es parte indispensable de la educación integral, y esta última es indispensable para el desarrollo de los individuos. No hay manera de ofrecer una educación sexual adecuada, sin inculcar en él, simultáneamente, las ideas de responsabilidad consigo mismo y para con los demás, de equidad entre sexos, de tolerancia y de libertad como la autodeterminación.

La educación integral del alumno debe atender todos estos aspectos y no solo desde el enfoque tradicional, sino desde aquellos que le permitan al niño o adolescente conocer el mundo desde una perspectiva científica y comprenderse a sí mismo a través de las ciencias humanas. Ya que como individuo pertenece a una sociedad en la que la cultura y las normas sociales nos dan una

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