FUERA DEL CÍRCULO DE TIZA.
Enviado por juan64 • 9 de Agosto de 2013 • 1.767 Palabras (8 Páginas) • 1.974 Visitas
FUERA DEL CÍRCULO DE TIZA.
El cuento “Fuera del círculo de tiza” es uno de los cinco textos del material de apoyo : Lee, piensa, decide y aprende. Guía para el alumno,(1) propuesta que se ofrece con el propósito de apoyar a los estudiantes de nuevo ingreso a la secundaria para el desarrollo de sus competencias lectoras .
Los cinco textos conllevan retos diversos y, para lograr su comprensión, se recomienda propiciar procesos de análisis que permitan a los estudiantes identificar la información; hacer comparaciones; plantear inferencias para comprender más allá de lo que se expone explícitamente; identificar conceptos claves para lograr la comprensión profunda de los textos, entre otras recomendaciones.(2)
Enseguida compartimos un GUIÓN que nos proporciona buenos resultados en relación al cuento “Fuera del círculo de Tiza” (3), el primero de los cinco textos del citado material de apoyo.
GUIÓN para “Fuera del círculo de Tiza”
ANTES DE LA LECTURA:
Antes de iniciar la lectura del texto: “Fuera del círculo de Tiza”, plantear preguntas orientadas a la exploración de conocimientos previos a partir del título. (Por ejemplo: ¿Qué es tiza?, ¿quiénes y para qué fines usan tiza?, ¿por qué posibles razones este texto se llama “Fuera del círculo de Tiza”?)
Previamente, organizar al grupo en equipos de dos ( binas o parejas)
DURANTE LA LECTURA:
1 .Invitar a los alumnos a emprender una lectura en silencio (el cuento inicia en la parte inferior de p. 7, sigue en la 8 y 9 del mencionado material) [Recordarles que es importante subrayar, marcar, sombrear, etc. etc.]
2. Pedir que respondan por escrito y de manera individual a la pregunta(p. 9)”Tú también escribe lo que entendiste”.
3. Instruir a las binas( parejas) a que lean y comenten sus respuestas a la pregunta anterior( Después advertir al grupo que hay diferencias en las impresiones de lectura, y, por consecuencia, se requiere una relectura)
4. Invitar a una relectura en voz alta, párrafo por párrafo, (preferentemente por varios alumnos ) que implique las siguiente secuencia:
Enumerar los párrafos(deben contar 11 párrafos)
Leer en voz alta el primer párrafo; detener la lectura al concluir dicho párrafo.
Releer el mismo párrafo en silencio.
Ordenar que cada quien escriba en el margen derecho( o bien en hoja aparte) una nota personal que responda a la pregunta: “¿De qué trata?” el párrafo leído.
Continuar de la misma manera con los siguientes 10 párrafos.
5. Escribir,con base a las notas de cada párrafo, una “Versión preliminar”del texto completo. (Esta actividad requiere la lectura y comentario del último párrafo de la p. 10 de la Guía).
6. Instruir a que lean, analicen, revisen las “Versiones preliminares” del compañero de bina o pareja.
7. Solicitar a todos los alumnos a que escriban de manera individual sus respuestas a las preguntas de la Guía ( pp. 12 y 13)
8. Inducir a que intercambien puntos de vista (puede ser primero a nivel de bina y luego a nivel de todo el grupo) en torno a las preguntas respondidas en paso anterior.
9.Escribir, cada quien de manera individual, una “Versión final” con base en las experiencias obtenidas en todo el proceso. Coevaluar sus versiones a nivel de bina o pareja.
10. Armar una exposición de “Versiones Finales”.
DESPUÉS DE LA LECTURA: Solicitar que cada quien escriba un texto que responda a la pregunta: ¿Qué pasos seguí para comprender el texto “Fuera del círculo de tiza”
Solicitar que lean, analicen y apoyen a su pareja con su texto ¿Qué pasos seguí…?
TEXTO:
Fuera del círculo de tiza (3)
Artemio Ríos Rivera
No había cumplido los tres años de edad. Mi padre trabajaba en la Junta Local de Caminos. Probablemente estaba ocupado en la construcción de la carretera que une la capital del estado con la ciudad de Huatusco, pasando por el puente de Los Pescados hasta llegar al pueblo de Totutla. Era un hombre al que le gustaba caminar, caminaba mucho, imagino que en esos tiempos no había suficientes medios de transporte y ahorraba dinero caminando. Atravesaba cerros, arroyos y sembradíos durante horas y horas para desplazarse del trabajo a la casa, para ir y regresar al centro de la ciudad.
En el camino pepenaba lo que encontraba. Siempre que llegaba a casa se soltaba la algarabía para mirar lo que había encontrado en el camino: un tlacuache para los tamales, un armadillo para hacerlo en adobo, una culebra para asar, un racimo de plátanos, unas naranjas, algún pedazo de tronco que serviría después como banco o base de una lámpara, ciertas yerbas para comer o preparar una infusión.
Realmente viví poco tiempo con él. Para entonces ya se habían separado mis padres. Los recuerdos que tengo de mi progenitor no están asociados con la presencia de mi madre, sino con su ausencia, pero no de una separación dolorosa. Más bien con su inexistencia porque a esa edad no me preocupaba de su paradero. Ella se fue de la casa con mi hermana cuatro años mayor, yo me quedé en el hogar de mi predecesor. Ése fue el acuerdo
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