Liderazgo
Enviado por jorgeguerrero04 • 1 de Marzo de 2013 • 1.707 Palabras (7 Páginas) • 276 Visitas
Introducción
En la actualidad, hay quienes piensan que es posible hablar de liderazgo sin vincularlo a los valores. Por eso opinan que Hitler o Pablo Escobar fueron líderes. Desde este punto de vista se desprende el esfuerzo para distinguir entre líderes buenos y malos.
En la opinión de los investigadores o el líder tiene valores o no es líder. Podrá ser un conductor de masas, un tirano que logra dominar a su grupo y crear un conjunto frenético de seguidores, pero el resultado de su acción no beneficia a la sociedad, ni logra convencernos de que aquello sea auténtico liderazgo.
En las próximas líneas se realizara un análisis sobre una visión, que une el liderazgo a la conducta ética, a la participación y a la accesibilidad del mismo en muchas condiciones humanas (el estudiante, el ama de casa, el profesor, el empleado, el directivo de una organización, el deportista, el político, entre otros.
No poner el liderazgo como la culminación de una larga carrera de esfuerzos por conquistar metas muy altas, sino como el despliegue de un potencial que está en todos, con base en las oportunidades que se nos den de ponerlo en práctica. A pesar del desgaste que algunos le atribuyen al término, se cree que sigue teniendo vigencia como tema social no exclusivo del ámbito empresarial.
En este orden de ideas hay que tener en cuenta que cada persona enfrenta la resolución de problemas dependiendo del estilo de liderazgo que este puede ejercer, basada principalmente en su experiencia y en el orden de importancia que le de a los valores que cada individuo y organización posee.
Liderazgo ético vigente en las organizaciones de hoy
Para Yarce (2006) en las organizaciones de hoy día existen muchos líderes sin valores que con valores. Para el citado autor, lo primero es más fácil y más al uso de la terminología corriente. Basta desarrollar un tipo de habilidades físicas, emocionales,
cognoscitivas, de imagen y carisma para lanzarse tras el poder y la influencia y poderse llamar "líder" más por la popularidad que se consigue que por los resultados mismos en bien de los demás y de la sociedad. En ese sentido muchos famosos del deporte o del espectáculo, por citar sólo dos campos, se autoproclaman o los proclama el público como líderes.
El líder busca resultados, y si no los obtiene su condición se pone en duda. Pero esos resultados se manifiestan en un bien para los demás, o en que se acrecienta el bien común de un grupo, empresa, familia o sociedad. El líder con valores obtiene resultados y resuelve problemas precisamente porque no se limita a ejercer el poder como dominio o la persuasión como capacidad de convencimiento sobre otros para que lo sigan ciegamente o dominados por el áurea de una persona. Su liderazgo surge desde dentro, de su capa íntima de valores interiores que lo llevan a servir, a labrarse un prestigio con base en lo que es, no en lo que tiene.
En este mismo orden de ideas, Covey (2002), plantea que el liderazgo basado en valores y principios tendrá como consecuencia un buen trabajo en equipo, éste líder puede enfrentar situaciones difíciles durante su camino o decisiones difíciles de tomar pero lo sacará adelante siempre sus valores. Actualmente, tenemos en nuestro país un sin números de actores políticos, educacionales y religiosos que hablan de liderazgo llevando a su gente a la búsqueda de fines partidistas o propios, sin buscar el bien común.
Sin embargo, Silíceo (2006) afirma que cada día es más fácil observar que la sociedad pasa por una crisis de valores o mejor dicho por una inversión de la escala de valores. Es fácil observar que hoy se da más importancia a los valores científico-técnicos, económicos, pragmáticos, y utilitaristas, sobre valores como la democracia, la libertad, el bien común, y otros de igual o mayor rango como son aquellos relacionados con la dignidad humana y la espiritualidad, es decir derivados de la esencia misma de la naturaleza humana. Se puede resumir este cambio, como una revaloración del hombre y la sociedad donde prima lo material, los sentimientos egoístas frente a lo auténticamente humano, como lo espiritual, lo social, el bien común.
En este sentido se puede decir que se vive en una sociedad de masas donde el enfoque de consumo, cientificista, tecnócrata, han creado diversos factores alienantes, donde el hombre vive desplazado y estandarizado. Desde esta perspectiva, se concibe el desarrollo, no como un desarrollo integral sino parcial, y se entiende por desarrollo el tecnológico, el científico, el económico, el urbano, entre otros. Son pocos los que consideran el desarrollo integral en el que las prioridades las constituyen los valores humano-sociales a los que deben servir la ciencia, la tecnología, la economía, la administración y en general las ciencias aplicadas.
De allí que es a través del liderazgo que se puede aplicar estos valores humano-sociales a los problemas, lo que se traduce en calidad, productividad y relaciones fructíferas para todos. Covey (2002), sugiere centrar la vida y el liderazgo en valores que perduren en el tiempo. En este sentido, el liderazgo basado en valores tendrá como consecuencia un buen trabajo en equipo,
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