Procesos Formativos De Psicologia Infantil

El maestro desempeña distintos papeles a lo largo de su carrera, ya sea en la comunidad o en su familia; pero sin duda el papel más importante que desarrolla es dentro de la escuela, en el proceso formativo de sus alumnos, ya que es la fuente que impartirá los conocimientos para la mejora educativa.

Al adentrarnos un poco más en el mundo de una escuela y tratar de conocer a los sujetos que día a día le dan sentido y contenido a sus actividades podemos ver que la realidad es mucho más rica, amplia y desconocida de lo que imaginamos. Pero, el ser maestro no es un papel del todo fácil, a diario se encuentra uno con diversas situaciones que nos ponen a analizar las dos caras de la moneda.

Ser maestro requiere de constante disciplina y esfuerzo, poner empeño en todo lo que se realiza, dentro y fuera de la escuela; adaptarse a los diversos contextos que le rodean. Diversificar los contenidos para cada uno de sus alumnos, entender su forma de pensar, actuar y vivir, enriquecer su panorama e impulsarlo a continuar estudiando, ofrecerle las herramientas necesarias para la vida.

El medio familiar en que nace y crece un niño determina las características económicas y culturales que pueden limitar o favorecer su desarrollo personal y educativo. Ningún factor es tan significativo para el rendimiento escolar como el clima escolar-familiar. La actitud hacia la educación, la cultura y la escuela que los padres sean capaces de transmitir a sus hijos, ejerce una gran influencia en el proceso de enseñanza.

La actitud de los adultos frente al niño ha cambiado mucho en el curso de la historia y sigue cambiando hoy en día. Sin embargo todos esos cambios se producen de manera tan lenta que es difícil percibir su gradualidad; sabemos a pesar de esto, que el desarrollo infantil continua en una creciente escala en el contexto de cada sociedad.

Uno de los problemas que encontramos como docentes en formación es que desconocemos en absoluto el significado de la propia infancia. Tendemos a creer que todos los niños son individuos iguales, que no poseen una heterogeneidad, que todos comparten el mismo pensar.

Percibimos el desarrollo infantil como una etapa cualquiera, sin cambios ni futuras repercusiones, transitamos ese espacio de manera tan insignificante que una vez alcanzado el clímax durante la adultez ignoramos los cambios, el percibir y sentir de nuestros alumnos.

Con motivo de esclarecer este punto definiremos al desarrollo infantil como una sucesión de etapas o fases en las que se dan una serie de cambios físicos y psicológicos, que van a implicar el crecimiento del niño.

El desarrollo infantil va a tener una serie de pautas que podrían denominarse generales para una cultura y momento socio-histórico dado. Según la sociedad en la cual se sitúa un niño y su familia, habrá cierto desarrollo esperado para un niño de determinada edad.

Aries (1960) nos comparte que en el silgo XIV no había diferencia entre los niños y adultos, la educación era igualitaria, no había distinción entre unos y otros; mientras que en el siglo XVII existía un control escolar como objeto de estudio. Sin duda durante esta época la infancia tenía

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