Slow Food
Enviado por danielillo26 • 17 de Junio de 2015 • 2.518 Palabras (11 Páginas) • 185 Visitas
SLOW MOVEMENT.
El movimiento lento (slow en inglés) es una corriente cultural que promueve calmar las actividades humanas. El movimiento slow propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas, encontrando un equilibrio entre la utilización de la tecnología orientada al ahorro del tiempo y el tomándose el tiempo necesario para disfrutar de actividades como dar un paseo o compartir una comida con otras personas. Los ponentes de este movimiento creen que, aunque la tecnología puede acelerar el trabajo, así como la producción y distribución de comida y otras actividades humanas, las cosas más importantes de la vida no deberían acelerarse. El movimiento slow comenzó cuando, en protesta por la apertura de una tienda de McDonald's en la Piazza di Spagna (Roma), se creó la organización Slow Food.
El Movimiento Slow no está organizado ni controlado por una organización como tal. Una característica importante del movimiento Slow es que se propone y su inercia se mantiene por individuos que constituyen la comunidad global Slow, comunidad que tiende a expandirse. Aunque ha existido bajo diversas formas y manifestaciones desde laRevolución industrial, su popularidad ha crecido considerablemente desde que se estableció en Europa Slow Food y Cittaslow, al tiempo que otras iniciativas Slow se extendían por Australia y Japón.
Slow Food[editar]
Artículo principal: Slow Food
En contra de la cultura del Fast Food, el movimiento conocido como Slow Food promueve el disfrute de los productos regionales y las comidas tradicionales, cuyos ingredientes en muchas ocasiones se cultivan de forma respetuosa con el medio ambiente. Promueve también disfrutar de esas comidas en compañía de otros. Al mismo tiempo, trata de defender la diversidad de los cultivos y las materias primas. El movimiento reúne a más de 80.000 miembros en 50 países, que están organizados en 800 Convivia o grupos locales. Algunas veces actúan bajo el logotipo de un caracol, y su filosofía es preservar y apoyar modos de vida tradicionales. En la actualidad, 42 estados de los Estados Unidos de América tienen su propio convivium. En 2004 se reunieron en Turín representantes de comunidades de comida Slow de más de 150 países, bajo el paraguas de la red Terra Madre.
Cambio climático y seguridad alimentaria[editar]
Esta es una de las motivaciones de más calado por las que lucha el movimientos Slow Food, el futuro de la alimentación. Según las conclusiones de numerosos trabajos de los miembros de la Comisión Internacional para el Futuro de la Alimentación y la Agricultura se establecen 9 principios para la seguridad alimentaria en tiempos de cambio climático:
1.La agricultura industrial globalizada contribuye al cambio climático y a la vez es vulnerable al mismo La agricultura industrializada,basada en la química, los combustibles fósiles, los sistemas de alimentación globalizados, cuyos productos se transportan a larga distancia con gran consumo energético, tiene un impacto negativo sobre el clima. Hoy en día, la agricultura industrializada es responsable de por lo menos un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero. El sistema dominante, tal como lo promueve el actual paradigma económico, ha acelerado la inestabilidad climática y aumentado la inseguridad alimentaria. Ese sistema acrecienta también la vulnerabilidad porque se basa en la uniformidad, los monocultivos, los sistemas de distribución centralizados y la dependencia de grandes aportes de energía y de agua.
2 4. La biodiversidad reduce la vulnerabilidad y aumenta la resiliencia. La biodiversidad es el fundamento de la seguridad alimentaria y constituye la base de la agricultura ecológica y biológica, dado que ofrece alternativas a los combustibles fósiles y al uso de productos químicos. Además, aumenta la resiliencia al cambio climático, restituyendo más carbono al terreno, mejorando la capacidad de éste para resistir a sequías, inundaciones y erosión. La biodiversidad es la única forma de seguro natural para la evolución futura y la adaptación de la sociedad. Aumentar la diversidad genética y cultural de los sistemas alimentarios y mantener la biodiversidad de los bienes comunes son estrategias esenciales para responder a los retos del cambio climático.
5. Semillas modificadas genéticamente y especies transgénicas: una falsa solución y una peligrosa distracción. Los cultivos genéticamente modificados son una falsa solución y una peligrosa distracción con respecto a nuestra obligación de mitigar el cambio climático, pues van en sentido contrario al suministro de energía y comida sostenibles y la conservación de los recursos. Los alimentos, las fibras y los combustibles genéticamente modificados agravan todos los defectos de los monocultivos industriales: más uniformidad genética significa menor resiliencia a los estrés bióticos y abióticos, más necesidad de agua y de pesticidas. Esos cultivos fueron desarrollados siguiendo un paradigma genético determinista, obsoleto y desacreditado y, por tanto, comportan nuevos riesgos para la salud y el medio ambiente. Además, producen patentes monopolícas que no solo perjudican los derechos de los agricultores, impiden también que la investigación sobre la biodiversidad se concentre en la adaptación al cambio climático.
6. Biocombustibles industriales: una falsa solución y una nueva amenaza para la seguridad alimentaria. La alimentación es la necesidad humana fundamental y la agricultura sostenible tiene que fundarse en políticas que pongan a la alimentación en primer lugar. Los agrocarburantes (o biocombustibles) industriales no son sostenibles y difunden subrepticiamente los OGM. El cultivo de agrocarburantes está agravando el problema del cambio climático a través de la destrucción de las selvas húmedas para reemplazarlas con plantaciones de soja, palma aceitera y caña de azúcar. Como consecuencia de esto, comunidades indígenas y rurales están padeciendo un despojo sin precedentes de sus tierras. Los biocombustibles industriales reciben subsidios perversos concedidos a una agricultura no sostenible, y esto constituye una amenaza a los derechos alimentarios de miles de millones de personas. Para empeorar la situación, los precios de los alimentos están aumentando, porque se está dejando de cultivar plantas para alimentación en favor de cultivos que producen biocarburantes. Se estima que el precio de los productos alimenticios seguirá aumentando hasta llegar a niveles récord por lo menos hasta el año 2010, provocando una “nueva hambruna” en todo el mundo y anarquía en las calles de los países más pobres. Las políticas energéticas sostenibles requieren una asociación entre descentralización y reducción generalizada
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