Divorcio ANTECEDENTES DEL MATRIMONIO Y EL DIVORCIO
Enviado por nenita0218 • 9 de Abril de 2018 • Ensayo • 8.218 Palabras (33 Páginas) • 184 Visitas
CAPITULO I
ANTECEDENTES DEL MATRIMONIO Y EL DIVORCIO
La estructura jurídica referente al núcleo familiar a través de los años ha tenido transformaciones permanentes y profundas como las ha tenido actualmente, nos encontramos en una problemática, ya que sin duda alguna la familia es la base de la sociedad y estamos ante una realidad donde los principios que la rigieron durante siglos hoy padecen su debilitamiento, la familia no es como la vivieron y construyeron nuestros antepasados.
No hace algunos años se establecía que el acto esencial por el que el ser humano podía disponer de su vida era el matrimonio, porque al concebirse el vínculo matrimonial se relacionaba con una gran institución que tenía sus bases en el consentimiento de los contrayentes, en el amor en la perpetuidad y continuidad de la especie.
Es importante reformularse estos principios debido a la gran desestabilización que ha tenido el matrimonio, no solamente en la actualidad sino también en siglos pasados por lo cual es importante conocer los precedentes históricos y evolutivos del matrimonio. El matrimonio es institución fundamental del derecho familiar, por lo que el concepto de familia reposa en el matrimonio como supuesto y base necesarios, de él derivan todas las relaciones, derechos y potestades.
La unión del hombre y de la mujer sin matrimonio es reprobada por el derecho y degradada a concubinato cuando no la estima delito de adulterio o incesto; el hijo nacido de unión extramatrimonial es ilegitimo y el poder del padre sobre el hijo natural no es patria potestad, fuera de matrimonio no hay parentesco, ni afinidad, ni sucesión hereditaria salvo entre padre e hijo, esta importancia y preeminencia de la institución que hace del matrimonio el eje de todo sistema jurídico familiar, se revela en todo el derecho de familia y repercute aún más allá del ámbito de este[1].
- EVOLUCION DEL CONCEPTO DE MATRIMONIO
Cabe señalar como grandes etapas de la evolución del matrimonio las siguientes:
- Promiscuidad primitiva.- En las etapas primitivas existió en un principio la promiscuidad que impidió determinar la paternidad y, por lo tanto, la organización social de la familia se regulo siempre en relación con la madre, los hijos seguían a condición jurídica y social de aquella dándose así lugar al matriarcado.
- Matrimonio por grupos.- Se presenta como forma de promiscuidad relativa, los miembros de una tribu se consideraban hermanos entre si y no podían contraer matrimonio con las mujeres de su propio clan, por lo cual buscaban la unión sexual con mujeres de otra tribu, en un principio el matrimonio no se celebraba en forma individual, si no que determinados hombres de un grupo celebraban matrimonio con igual número de mujeres de una tribu distinta, este matrimonio colectivo traía como consecuencia un desconocimiento de la paternidad manteniéndose el régimen matriarcal.
- Matrimonio por rapto.- Se debía generalmente a la guerra y a las ideas de dominación, en esta institución la mujer es considerada como parte del botín de guerra y, por lo tanto los vencedores adquieren en propiedad a las mujeres que logran arrebatar del enemigo.
- Matrimonio por compra.- Aquí se consolida definitivamente la monogamia, adquiriendo el marido un derecho de propiedad sobre la mujer, quien se encuentra totalmente sometida a su poder y toda familia se organizaba reconociendo la potestad del esposo.
- Matrimonio consensual.- Por último el matrimonio se presenta como una manifestación libre de voluntades entre hombre y mujer que se unen para constituir un estado permanente de vida y perpetuar la especie.[2]
- INFLUENCIA DEL DERECHO CANONICO EN EL MATRIMONIO
En esta época la iglesia católica concibe al matrimonio como un sacramento y un contrato, argumentando la dignificación de la mujer como compañera y amiga exigiéndoles a los maridos que les guardaran fidelidad y amarlas como cristo amo la iglesia, siendo esto un sacramento la iglesia era quien intervenía en su celebración y en su juicio de validez o nulidad, fue a partir del siglo XII que la iglesia tiene un papel trascendente respecto al matrimonio, ya que en toda Europa cristiana es admitido que solo la iglesia tiene jurisdicción sobre el lazo matrimonial y en ese momento los tribunales civiles son los que remiten a la iglesia.
En la mente de los primeros padres de la iglesia el acto sexual no tenía ningún sentido, si no es el procreativo, de lo contrario no es más que la búsqueda de placer lo cual es indigna del hombre, y esto hacia que el matrimonio fuera visto no como algo sacramental plenamente, sino un medio para que surgieran las bajas pasiones del hombre debido a que la sexualidad por el hecho del placer que implica y la ceguera de la razón que trae consigo se encuentra bajo el signo del pecado.
De lo anterior resulta que la “sexualidad conyugal, basada en la naturaleza genérica y especifica del hombre tal como Dios lo ha concebido en su Sabiduría es por este hecho intrínsecamente buena en si desde el punto de vista de la moral”[3] Santo Tomas asume el matrimonio, desde la visión de caridad del amor con su fuerza de curación salvífica, aquí se encuentra uno de los sustentos a las dudas sobre la sacramentalidad plena del matrimonio.
Se establece que no necesariamente tiene que ser un acto difícil y costoso o un sacrificio doloroso para merecer la visión de Dios, si no el acto y la vida toda de matrimonio en el sentido más amplio de la razón de caridad de la que es expresión y estímulo al mismo tiempo.
1.3 EL MATRIMONIO EN ROMA
Roma fue una de las más importantes ciudades en cuanto a la importancia que le da al matrimonio ya que su fundamental objetivo era el procrear hijos, por razones políticas y religiosas con la finalidad de hacer posible la perpetuación de la familia o gens. Se establecen cuatro importantes condiciones para que fuera valido el matrimonio, las cuales eran que el jefe de familia diera el consentimiento y el disfrute del connubium, el consentimiento de los contrayentes, así como la pubertad de ambos, era tanto como reclamar como condición para las justas nupcias la capacidad natural[4].
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