El Proseso Visto En Su Conjunto

Es posible dar en los procesos cuenta cabal de lo que, de hecho, suele ocurrir en los procesos de enseñanza y aprendizaje mas formarles, en los cuales no se empieza a planificar sin un diagnóstico de necesidades previo, y donde tras la evaluación de la ejecución debe darse una reorganización o ajuste del proceso, que más adelante permita cansados. Este capítulo de divide en dos subcapítulos,

REFLEXIONES PEDAGOGICAS

El conjunto de las fases didácticas: diagnostico, planificación, realización o ejecución, evaluación Reorganización y seguimiento, podría entenderse como el esquema sobre el que se orquesta la dinámica de los elementos didácticos. La materia prima de los momentos didácticos. Como recordaremos, son siete: actores de la enseñanza (educando y educador), objetivos educativos, contenidos educativos, metodología didáctica (métodos, técnicas y procedimientos), recursos didácticos, tiempo didáctico y espacio educativo.

A su vez, cada momento didáctico responde a las siguientes cuestiones, que le sirven de guía en su relación con los elementos:

• ¿Quién enseña y quién aprende?

• ¿Para qué y por qué se enseña y/o aprende?

• ¿Qué se enseña y qué se aprende?

• ¿Cómo se enseña y cómo se aprende?

• ¿Con qué materiales se enseña y con qué materiales se aprende?

• ¿Cuándo enseñar y cuándo aprender?

• ¿Dónde se enseña y dónde se aprende?

Fase de diagnóstico

Como un momento previo a la planificación un buen diagnóstico incluye una detección de necesidades de aprendizaje el proceso educativo de forma más cercana a la realidad.

El educando constituye una unidad biopsicosocial y trascendente sus características físicas (edad cronológica, estado general de salud calidad de su percepción sensorial, etc.), psicológicas (estado de salud mental, madurez cognitiva, conocimientos previos, etc.), sociales (capacidad de relacionarse con sus semejantes, adaptación en su entorno social, antecedentes familiares y escolares, etc.) y trascendentales (valores filosofía de la vida). Para diagnosticar estos factores existen pruebas médicas, psicológicas, pedagógicas y socio métricas diversas, no deberían ser utilizadas para etiquetar o discriminar a nadie. El sentido de un diagnostico en una escala macro-estriba en poder contar con ciertos indicadores de necesidades concretas, para entender en forma afectiva aquellas áreas de aprendizaje y educación que convienen al desarrollo de un individuo, grupo o población.

Un docente o un capacitador no está obligado a efectuar por sí mismo un diagnóstico exhaustivo, además, manejar en forma adecuada los instrumentos y técnicas de diagnóstico requiere un entrenamiento profesional del cual carecen normalmente quienes se dedican a la enseñanza en uno u otro ámbito educativo.

Es muy recomendable que los resultados del diagnóstico sean del conocimiento de los formadores, pues con base en ellos podrán tomar sus decisiones habituales. El pedagogo de la escuela o empresa puede colaborar con los enseñantes asesorándolos en la interpretación acertada del diagnóstico

Por su parte cada formador profesional está obligado a efectuar un diagnóstico de los grupos y/o individuos que atiende, de un proceso más informal y restringido. Una entrevista individual suele ser adecuada siempre y cuando sea factible realizarla. Si dicha entrevista no es posible, una charla informal con el grupo puede revelar importantes pistas sobre la mejor conducción del proceso.

Lo fundamental es saber con quién va a trabajar el educador, qué necesidades particulares tienen sus educandos y cómo puede involucrarlos en la conducción del proceso didáctico porque ellos son, en última instancia, los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje y de su educación general.

Fase de planificación

En esta fase, además del educador y el educando, suelen intervenir otros especialistas o instancias, se realiza en diferentes escalas: nacional, regional, estatal, institucional, docente y grupal. Van de un nivel macro a micro. Las escalas macro constituyen un trabajo de índole más administrativa que didáctica. Escalas micro son decididamente didáctica. En el caso de las empresas, también existen subetapas en la planificación de la capacitación: programas internacionales, nacionales, anuales, mensuales, etc., según el tipo de empresa y los elementos que entren en juego.

Hay también una organización administrativa de dicho sistema educativo nacional en su conjunto (secretaria o ministerio de educación), una estructura pedagógica (modalidades y niveles educativos), un conjunto de métodos, técnicas y procedimientos didácticos recomendados, unos contenidos oficiales mínimos (sobre todo para los niveles educativos básicos) y un perfil del docente y del discente para cada modalidad y nivel educativo.

La observación de los distintos componentes del sistema educativo de un país permite una mejor planificación y articulaciones del conjunto –dentro de la escala macro, que va de lo nacional a la estatal, y suele estar relacionada con intereses políticos marca ductrices oficiales, aunque actualmente se alude mucho a las “normas de competencia laboral”.

La escala micro –que es la que aquí más nos interesa, pues concierne a los dos actores principales del proceso didáctico empieza con la planificación institucional, llamados por lo común planes de estudio a partir de objetos generales, propios de la escuela o empresa.

En este tipo de planeación existen la programación larga y la programación corta. La primera organización periodos extensos (un curso), la segunda atiende unidades pequeñas (una elección). Ambas son tareas del docente, si bien las realizara en forma colegiada con sus compañeros.

Si lo que se pretende es fomentar la participación y compromiso de los educandos en el desarrollo de las clases, el permitirles hacer sugerencias sobre la programación es una excelente manera de involucrarlos en el proceso,

La programación suele realizarse por escrito en formatos especiales para determinar si un formato está completo o no, basta con observar sus columnas para verificar si incluyen explícitamente a cada uno de los siete elementos y de las seis fases didácticas.

Un formato profesional con espíritu emprendedor a toda prueba, no desaprovecharía la oportunidad de planificar cada una de sus sesiones, a partir de un plan general, pensando mejores estrategias para alcanzar sus objetivos y previniendo posibles problemas durante la ejecución,

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