El Valor De Educar
Enviado por nathally • 17 de Febrero de 2014 • 1.577 Palabras (7 Páginas) • 331 Visitas
El presente ensayo contiene diferentes ideas principales de los diferentes capítulos contenidos en el libro de Fernando Savater “El valor de educar”, el cual los muestra la educación vista de diferentes puntos de vista y cuales son los diferentes entornos en que se deben construir los pilares de una buena educación.
En el aprendizaje humano, nosotros nacimos para la humanidad y nosotros nos formamos a través del aprendizaje para llegar a serlo. Enseñar es siempre enseñar al que no sabe, además más que enseñar a nuestros semejantes es también aprender de ellos, ya que la educación se comparte entre las personas por medio de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc. respetando siempre a los demás.
El autor empieza acordándose de lo buena que era su profesora de pequeño, de lo difícil que es esta profesión, ya que por ser uno de los motores de la educación fueron duramente castigados por Franco, además de que se les echan todas las culpas por los problemas de los jóvenes y se les exige que no reciban tanto dinero cuando tendrían que tenerlo para la tarea difícil de llevar a los jóvenes por el buen camino.
Un punto muy importante que se menciona en el libro es que en la sociedad se menosprecia la figura de los profesores dentro de la propia educación , siendo “más importante” la enseñanza superior en cuanto esfuerzo económico y prestigio por parte del estado y de la sociedad respectivamente
En los contenidos de la enseñanza, la enseñanza-aprendizaje se da con los demás a través de una comunicación, con unas técnicas, recursos y valores, necesario para llegar a adquirirla plena estatura humana. La enseñanza está ligada al tiempo y para educar es importante haber vivido el conocimiento antes de transmitirlo. Cualquiera que tenga la capacidad de enseñar, algo, no quiere decir que puede enseñar cualquier cosa, lo importante de enseñar es enseñar a aprender, aprender de las búsquedas de los hallazgos de las experiencias, pues la escuela debe formar núcleos de desarrollo cognoscitivo y lo importante… de personalidad. La función de la enseñanza está tan esencialmente enraizada en la condición humana que resulta obligado admitir que cualquiera puede enseñar.
Lo primero que se debe tomar en cuenta es que para desarrollarnos como personas tenemos que aprender, y que el medio social en el que estamos nos mostrará las cosas que debemos saber porque ya existen. Añade que existe el problema del tiempo, como limitación de que es lo que no sabemos en la vida, cuánto tiempo tenemos para vivir y por lo tanto para aprender.
En la familia el niño aprende, o debería aprender aptitudes tan fundamentales como hablar, asearse, vestirse, obedecer a los mayores, etc. Todo ello conforma la socialización primaria. La escuela conforma la socialización secundaria ya que el niño adquiere conocimiento y competencias más complejas. En la familia las cosas se aprenden de un modo bastante distinto a como luego tiene lugar el aprendizaje escolar. Los niños felices, no son los niños mimados o súper protegidos.
Se crea el conocimiento de la experiencia, que se transmite de adultos a niños porque ellos saben cosas de antes de que estuvieran en el mundo los niños, y se lo deben de enseñar. Aunque paradójicamente algunas veces los mejores maestros son los propios niños al enseñar un juego.
Los niños son educados para ser adultos, no para seguir siendo niños, antes el niño crecía siendo ignorante en muchas cosas, ahora la televisión lo cuenta todo, sin respeto a trámites pedagógicos.
La tarea de la escuela resulta el doble de complicada, por una parte tiene que encargarse de muchos elementos de formación básica de la conciencia social y moral de los niños que antes eran responsabilidad de la socialización primaria. Temas como la religión, ética, sexo drogas y violencia deberían pertenecer más bien a la socialización familiar.
Pero ciñéndonos a la educación y su valor entre los seres humanos, nos hace ver que aprendemos a través de otros semejantes, pero a riesgo de que pareciésemos iguales, gracias a interactuar con otros seres humanos y vivir nuestras vidas en ambientes distintos, no somos idénticos, aunque parte del aprendizaje sea igual para un grupo y se haga por imitación. Por lo tanto, la convivencia social es importante, ya que sin enseñanza y comunicación entre semejantes nuestro carácter humanizado no existiría.
En la disciplina de la libertad, todos los buenos maestros tienen un objetivo, y es formar a los niños haciendo que sean capaces de caminar por si mismos, de que sean seres autónomos y auténticamente libres. “La libertad no es la ausencia original de condicionamientos, sino la conquista de una autonomía simbólica por medio del aprendizaje.” Los niños no pueden rechazar la autoridad de los educadores como si se encontrasen agobiados por una mayoría compuesta de adultos. El profesor no sólo enseña con sus meros conocimientos
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