Cicerón, Lucrecio Y Séneca
Enviado por lizeth.dayani • 24 de Mayo de 2014 • 2.449 Palabras (10 Páginas) • 647 Visitas
CICERON
Nace a finales del siglo II en el año 106, en Arpino; y muere en el año 43, antes de la caída de la República y el subsiguiente período imperial. Es un ciudadano romano que proviene de una familia de origen plebeyo, Su padre, de salud enfermiza, se dedicó con poco éxito a la literatura pero, y quizá por eso mismo, se preocupó de llevar en temprana hora a sus dos hijos, Marco y Quinto, a Roma para mejorar su educación. En torno a los veinte años escribió lo que se supone que es su primera obra, el tratado retórico De inuentione. En el año 81, a los veinticinco de edad, pronuncia el Pro Quinctio, su primer discurso público, y al año siguiente ya se atreve a acometer un caso de mayor trascendencia política cuando pronuncia el Pro Sexto Roscio Amerino, en el que se enfrenta a un protegido del dictador Sila. Cicerón se destacó por ser un excelente orador y un célebre abogado; se interesó por la filosofía griega siendo su escrito “Sobre la naturaleza de los dioses”, el más relevante en esta disciplina, siendo influenciado para la realización de su escritura, por la desgracia de la muerte de su hija.
Su intervención política, tanto en el terreno práctico como literario, es más prolija. Se inicia de la mano de Pompeyo que fue su valedor hasta su muerte, encuadrándose en las filas del partido aristocrático, los optimates, que formaban el ala conservadora del Senado. Es nombrado cónsul en el 63 a.n.e. y en calidad de tal se opone a la reforma agraria propuesta por Rulo, a través de sus discursos “De lege agraria y Contra Rullum” y a la conjura de Catilina, con sus “Catilinarias”, lo que le acarrea la enemistad de Cesar y Craso y el aplauso de los conservadores del Senado. Toma diferentes posiciones políticas dependiendo del momento concreto: primero se opone al primer triunvirato formado por Cesar, Pompeyo y Craso por considerarlo anticonstitucional, lo que le acarrea la caída en desgracia; y después adopta la posición contraria, apoyando la política de los triunviratos. De este período son los dos tratados políticos más importantes, esto es, De Legibus y De Republica, como premio es nombrado procónsul de la provincia de Cilicia en Asia Menor. Tras la derrota de Pompeyo en Farsalia y la consiguiente pérdida de apoyo político, se acoge al perdón de Cesar pero con la condición de su alejamiento de la política activa. Escribe Orator y Brutus, tratado de retórica, y Paradoxa. En el año 43 es asesinado por orden de Marco Antonio durante el reinado del segundo triunvirato.
Vivió en una época de esclavismo, donde la agricultura era el fundamento de la economía, estado al poder la oligarquía patriarcal; encontrándose la sociedad romana dividida en las siguientes clases sociales: a) Patricios: o descendientes de las antiguas gentes; teniendo poderes económicos y políticos; b) Plebeyos: descendientes de la plebe que carecían de poderes políticos y c) Esclavos: Que no tenían derechos políticos y económicos, considerándoseles como instrumentos de trabajo.
Pensamiento:
Concibe al ser humano como un producto de la naturaleza y de la sociedad. Entiende que lo característico del hombre, lo que lo distingue de los animales, es su racionalidad, esto es, la capacidad para construir juicios, y su sociabilidad, es decir, su capacidad para vivir en comunidad en virtud de un bien común. Considera que la tendencia de los hombres a asociarse no es consecuencia de una debilidad, sino que es parte de su forma de ser, es su propia forma natural, aunque aprendida y transmitida a través de un mecanismo social: la virtud.
Para Cicerón la organización básica del ser humano es la de pueblo, que es como decir, la vida social basada en la justicia y el derecho, dado que la ciudad y la República tienen su origen y determinación en aquella. Cicerón diferencia el concepto República, la gestión de la propiedad del pueblo, del concepto Gobierno, el órgano deliberativo que dirige los designios de la República, con el objeto de catalogar y distinguir las diferentes formas de gobierno en rectos y desviados y para él la República sólo existe con los gobiernos rectos.
Las formas de gobierno consideradas por Cicerón son seis, tres rectas y tres desviadas, aunque hay una séptima que es la mejor por ser la ideal, que consiste en la combinación armoniosa de las tres formas rectas.
Las formas rectas de gobierno, son aquellas en que se gobierna con justicia:
1. La Monárquica, la gestión del bien público recae en una sola persona.
2. La Aristócrata, la gestión recae en ciertos ciudadanos seleccionados: los más virtuosos.
3. La Democrática o Popular, la gestión debe ser asumida por la totalidad de los ciudadanos.
Hay una cuarta forma como la más recomendable de todas, que se constituye como una mezcla bien regulada de las tres anteriores. Esta forma está compuesta de:
- un elemento supremo y regio;
- que se conceda también poder a los ciudadanos preeminentes, y
- que se dejen ciertas cuestiones al juicio y a la voluntad del pueblo.
Las formas desviadas, son aquellas en que el gobierno está por encima de la ley y el derecho:
1. La Tiránica, degeneración de la Monarquía.
2. La Oligárquica, degeneración de la Aristocracia.
3. La Anárquica, degeneración de la Democracia.
En cuanto a su libro “Como Gobernar una Nación”, citare los siguientes fragmentos:
“El Estado ideal es aquel en el que los mejores buscan la gloria y el honor y evitan la ignominia y el descrédito, y si no hacen el mal no es tanto por miedo a los castigos que imponen las leyes como por la vergüenza que ha dado al hombre la naturaleza y que nos hace temer la crítica justificada.”
“Los fundamentos de una paz honrosa, los elementos que deben defender y salvaguardar nuestros dirigentes aun con riesgo de su vida, son la religión, los auspicios, la potestad de los magistrados, la autoridad del senado, las leyes, las costumbres de nuestros mayores, los tribunales y sus veredictos, la probidad, las provincias, los aliados, el prestigio de la nación, el ejército y el erario.”
De lo cual podemos destacar que la base de los buenos gobernantes debe estar fundadas en el respeto por las leyes, las costumbres y la justicia; porque aquellos que estén a cargo del mandato, deben conducir al pueblo y llevarlo a la plenitud de la sociedad. Y entre las obras de Cicerón tenemos:
• Los 16 libros de las Epistulæ ad familiares (62 y el 43 a. C.) se agrupan por destinatarios.
• Epistulæ ad Atticum, igualmente en 16 libros (68 y el 43 a. C.).
• Epistulæ ad Quintum fratrem, cartas
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