EL CONTRACTUALISMO

CONTRACTUALISMO

Introducción

La teoría del contrato social, fue una teoría jurídica que trato de explicar el origen del Estado. Justifica al Poder y al Estado como productos de la libre voluntad contractual de sus miembros, teniendo en el consentimiento el fundamento racional de la existencia del Poder.

Los hombres son los que pactan, los que acuerdan voluntariamente dar nacimiento a la máxima organización política de la convivencia humana, y deciden qué forma institucional adquirirá el ejercicio del poder político.

Thomas Hobbes, John Locke y Jean Rousseau, partieron de un “estado de naturaleza” (situación hipotética en la que se encontraban los hombres antes de formar parte de algún estado civil). Estaban de acuerdo en sostener que mediante el pacto o contrato social, los hombres abandonan su mundo natural y libre, para ingresar en la convivencia organizada dentro del marco de las instituciones políticas; abandonan la libre interpretación y goce de las normas que la naturaleza ofrece para ceñirse al cumplimiento de las normas jurídicas creadas por la organización política.

Thomas Hobbes

Con él se inicia la historia científica del contrato social como fundamento jurídico del Poder y del Estado. Rechazando la teología y partiendo del ser y sus elementos naturales, deriva todas las relaciones sociales de las propiedades de la naturaleza del individuo. Dos circunstancias fueron fundamentales para el desarrollo de su filosofía política:

• El auge de las ciencias matemáticas
• Los conflictos políticos y religiosos de su tiempo

Hobbes entiende que son demostrables todas las ciencias cuyos objetos se han creado por arbitrio del hombre; por lo tanto, tanto la ética como la política son demostrables.

A su vez, como siente temor por las ideas sediciosas (revolucionarias) considera que sólo mediante la adopción en política de los principios rigurosos de la geometría, se podrá avanzar en su cientificidad y poner límites a las acciones que tantos males generan en el Estado.

Marcando una diferencia con Maquiavelo, quien sostiene que el conocimiento político se desarrollaba a partir de la experiencia y la acción política, Hobbes cree que la actividad política debe basarse más en un conocimiento preciso y exacto que en la experiencia. La lógica del discurso se antepone a la lógica del descubrimiento.

La filosofía política de Hobbes, pertenece a lo que se denomina contractualismo moderno, corriente que se desarrollo básicamente en los siglos XVII y XVIII. Su principal característica es la de mantener un mismo esquema conceptual para explicar el surgimiento de orden político. Esto está dado por el continuo> Estado de naturaleza/ contrato / sociedad civil o estado.

Estado de Naturaleza: es un estado de guerra de todos contra todos, donde el hombre se transforma en lobo del hombre y donde “existe un continuo temor y peligro de muerte violenta”.

El Estado llega a tener estas caracteristicas por condiciones de carácter objetivo, independiente a la voluntad de los hombres y otras que están relacionadas con sus pasiones, de la naturaleza humana. Entre las primeras se encuentran una igualdad de hecho, la escasez de bienes y la existencia de una Dcho. Natural que le confiere a cada uno derechos sobre todas las cosas (cualquier hombre tiene dcho. de adueñarse de todo lo que cae en su poder y de lo que crea necesario para su supervivencia).

A esto se le suman las condiciones subjetivas: Hobbes tiene una concepción muy negativa del hombre, según él, estos son egoístas y con un deseo insaciable de poder.

A pesar de está situación, de la cual es lógico esperar el estado de guerra, los hombres no sólo se guían por las pasiones, también poseen razón. La razón acude en ayuda del hombre sugiriendole los diversos caminos para alcanzar un estado de paz, pero ninguno de estos caminos se puede recorrer mientras el hombre viva en estado de naturaleza, es decir en un estado en el que la inseguridad general desaconseja a todos que actúen racionalmente. Esto lleva al segundo momento del continuo contractualista: el contrato.

El contrato: Hobbes plantea que el origen de la sociedad civil se encuentra en la voluntad de los hombres de salir de esa situación de vida breve y peligrosa que es el estado de naturaleza, a partir de un contrato y de la institución del Estado.

El objetivo de este contrato es el de construir un poder suficientemente fuerte, para que pueda castigar a los que lo violen. Las personas contratantes, se comprometen por este pacto, a renunciar a su propio poder de defensa y delegarlo en una sola persona que se constituye en soberano, monopolizando el poder.

La fórmula contiene dos compromisos: los individuos se comprometen a vivir en sociedad, y a su vez se comprometen a someterse a un tercero quien no es contratado.

En el contrato se encuentra el pilar fundamental para la construcción del Estado. Sólo a partir de ese compromiso mutuo, los hombres pueden poner límites a su naturaleza antisocial para salir del estado de naturaleza.

El Estado: Hobbes denomina al Estado con el nombre de Leviatan, un monstruo bíblico que para el autor simboliza la encarnación del poder.

El autor entiende como enemigos del Estado a la anarquía, la sedición, la guerra civil. Su eliminación sólo se logrará con la institución de un Estado poderoso, con poderes suficientes para castigar a los que violen las leyes, que sea freno suficiente para una naturaleza humana corrupta y antisocial.

En está tarea, la soberanía según Hobbes debe ser: irrevocable, absoluta e indivisible. En definitiva la única manera de salir del estado de naturaleza y frenar la naturaleza de los hombres es a partir de la creación de un poder absoluto.

Hobbes, es precursor del totalitarismo contemporáneo. Claramente es contrario a la división de poderes sosteniendo vigorosamente la tesis de la soberanía absoluta. El soberano no tiene ningún límite exterior a su poder. Pero en su formulación teórica que busca proteger el “bien supremo” la vida, se pierde todo espacio para la libertad.

John Locke

Padre del liberalismo, afirma con énfasis la existencia de Dios y sostiene que “el conocimiento moral es tan susceptible de certeza real como la matemática”. La teoría política de Locke se nos presenta como un producto sólido, de clara inspiración ética.

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