La evaluación psicopedagógica
Enviado por pajaritonorte • 15 de Diciembre de 2013 • Ensayo • 1.194 Palabras (5 Páginas) • 295 Visitas
La evaluación psicopedagógica es una actividad cuyas características
básicas y líneas directrices dependen radicalmente de la finalidad que se
le otorga dentro de un modelo educativo y de orientación determinado, de
manera que en los modelos más tradicionales podemos observar que, en
líneas generales, se ha definido como un examen del individuo con déficits o
dificultades en el aprendizaje, encaminado a detectar cuáles son tales déficits
o dificultades.
"Se ha entendido que el niño que no aprende tiene un problema que,
frente a los demás niños de su misma clase o nivel, aparece como una falta
de capacidad para el aprendizaje (...) Incluso en ausencia de un déficit
evidente, la causa de un rendimiento inadecuado ha querido buscarse en el
niño, centrándose en funciones psicológicas menos evidentes u objetivables a
través del diagnóstico. En todo caso, el problema del diagnóstico era descubrir
la incapacidad e identificarla" (García Pastor, 1993:108).
Y es que se partía de tres supuestos básicos:
(a) Con respecto al aprendizaje, era entendido como un proceso
determinado, en lo esencial, por las aptitudes y rasgos del propio
aprendiz.
(b) Con respecto a la enseñanza, se daba por supuesto que el currículo
escolar era algo dado e inamovible, de modo que cuando un
alumno o alumna dado no progresaba de acuerdo con las expectativas
previstas en ese currículo de lo que se trataba era de diseñarle
otro alternativo más "ajustado" a sus características.
(c) Con respecto a la orientación educativa, se entendía básicamente
como una actividad técnica y paralela a la acción educativa "nor-
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Un modelo de evaluación psicopedagógica
mal", en gran medida dedicada a planificar y proporcionar ese
currículo alternativo al que nos hemos referido.
Consecuentemente, como no podía ser de otro modo, los cambios de
concepción acaecidos en las últimas décadas en cada uno de estos tres
ámbitos (aprendizaje y desarrollo, enseñanza y orientación) no podían dejar
de traer aparejada una transformación equivalente en nuestro modo de
entender la evaluación psicopedagógica, que aparece ahora como una herramienta
más de trabajo en un modelo de orientación educativa que puede
caracterizarse como preventivo, ecológico, dirigido al desarrollo y fundamentado
en una concepción interaccionista de la relación entre el sujeto y su
entorno (Anaya, 1994).
Como ya señalamos en la primera parte de esta obra, en una orientación
educativa con estas notas características, se precisa una evaluación psicopedagógica
capaz de fundamentar la toma de decisiones acerca de las medidas
más oportunas, para potenciar al máximo posible el desarrollo integral de
todos los alumnos y alumnas en los contextos educativos más normalizados
posibles, a partir de un análisis riguroso de las interacciones entre aquéllos y
su entorno social.
La evaluación psicopedagógica debería cumplir, así, una finalidad esencialmente
formativa, de sustento de la práctica (Cronbach, 1975; Pérez Juste,
1989; Garanto, 1990; Anaya, 1994), ser antes que nada un instrumento para
la mejora de la acción educativa de todo el alumnado, colectiva e individualmente
considerado, pues incluso cuando se centra en las eventuales necesidades
especiales de un niño, niña o joven en particular ha de tratar de situar
la respuesta a esas necesidades en el marco de la acción educativa ordinaria
(García Pastor, 1993; García Vidal, 1993; Glez.Manjón, 1993; Porras, 1998).
Desde esta finalidad general, está claro que la mera descripción de una
realidad determinada, o su clasificación, no son ya los objetivos inmediatos de
la evaluación, como venía ocurriendo en la práctica tradicional; a lo sumo, una
y otra podrían considerarse como pasos intermedios para las dos tareas que
resultan inexcusables cuando pretendemos fundamentar la toma de decisiones
educativas y hacerlo no desde la intuición, sino desde el conocimiento
científico: la explicación de la realidad examinada y la realización de
predicciones sobre el eventual curso próximo de los acontecimientos, en
función de cuáles sean las medidas que se adopten o se dejen de adoptar:
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Capítulo 12
"-Explicación y predicción, siempre unidas en esta secuencia concatenada-
constituyen cometidos inmediatos del diagnóstico que, lejos de considerarse
como fines en sí mismos, están dirigidos a fundamentar la toma de
decisiones sobre las actuaciones orientadoras" (Anaya, 1994:64).
Entre
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