Habilidades Blandas
Enviado por jmaturraon • 7 de Septiembre de 2014 • 641 Palabras (3 Páginas) • 654 Visitas
Sin embargo, a la hora de evaluar las habilidades socioemocionales en los alumnos también existe una dificultad. Cuenta Marina Bassi que hasta ahora las mediciones eran hechas por sociólogos. “Pero hoy están cada vez más incorporados métodos de monitoreo en el sistema educativo, de forma sistemática. Por ejemplo, el PIAAC (Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos), que mide competencias y uso de habilidades en el trabajo, y que se aplica a jóvenes de 16 hasta adultos de 65 años, lo que incluye a toda la fuerza laboral”.
Los resultados de la segunda ronda de encuestas PIAAC se publicarán el 2016. “Chile será el único país latinoamericano incluido en la medición”, dice Marina Bassi.
Innovaciones en el currículo
A juicio de Vargas, el sistema educacional no está abordando lo que se denominan habilidades sistémicas o blandas. “Si bien muchas destrezas vienen con el ADN, la mayoría se pueden desarrollar, pero requieren de trabajo”. Lo que sucede es que los profesionales egresan de sus carreras profesionales y/o técnicas con conocimientos duros propios de cada profesión, pero son las habilidades sistémicas las que marcan la diferencia entre un profesional y otro. “Es allí donde la formación superior debe hacer hincapié, crear planes, programas, talleres y actividades que ayuden a los alumnos a encontrarlas, formarlas y desarrollarlas. Debería ser obligación de estos establecimientos fomentarlas y potenciarlas”, explica Vargas.
Sin embargo, para dar en el clavo lo que se requiere es realizar cambios en las prácticas pedagógicas, más que modificaciones en el currículo. Para Marina Bassi, “no se necesita contar con una asignatura para enseñar autoestima, sino hay que inducirla por medio de las prácticas de otras materias como en Matemática, en Lenguaje, etc.” Similar opinión tiene Luz María Budge quien agrega que los establecimientos son la base de la educación para la sociedad y por lo tanto les compete directamente la formación integral de cada individuo. "No es necesario hacer adecuaciones ni ajustes curriculares de ningún tipo ya que las bases consideran esta formación. Es clave que cada institución, en su proyecto educativo, trabaje con los alumnos todo aquello que les permita el máximo desarrollo de sus potenciales”, explica.
En tercer lugar se necesita una mayor coordinación entre las casas de estudio y las empresas, ya que numerosas instituciones desconocen la realidad laboral, como también las necesidades de hoy en día en las industrias. “Si los establecimientos educacionales supiesen qué buscan las empresas y cómo se está moviendo el mundo laboral, estarían cambiando su malla, formando profesionales integrales, con competencias sistémicas que les permitan adaptarse a los tiempos, a distintos grupos de personas y necesidades de las mismas”, concluye Álvaro Vargas.
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