Habilidades Blandas
Enviado por evialh • 22 de Julio de 2014 • 3.347 Palabras (14 Páginas) • 470 Visitas
2. MODULO HABILIDADES BLANDAS
2.1 DECALOGO DE LA MUJER EMPODERADA
1. Me concedo a mí misma el permiso de fortalecer mi autoestima, leyendo, tomando cursos o talleres, asistiendo a grupos de ayuda o terapias. Las mujeres que tengan hijas pequeñas deben propiciar un ambiente sano a sus hijas e hijos, un espacio que les permita manifestarse plenamente, educarlas para amarse y valorarse a sí mismas.
2. Todas las mujeres deben educarse, prepararse profesionalmente, estar informadas para enfrentar los retos de un mundo globalizado, cambiante todo los días.
3. Todas las mujeres deben conocer sus talentos o saber un oficio que les permita generar recursos para mejorar su entorno económico, familiar y social.
4. Todas las mujeres deben cuidar su salud, alimentarse sanamente, hacer ejercicio y llevar una vida de bienestar, preocuparse por su salud reproductiva, cuidar su cuerpo, alimentar su espíritu, su corazón. La salud es la clave principal para mejorar nuestra calidad de vida, sin salud no tenemos la energía para enfrentar los problemas y las situaciones.
5. Todas las mujeres deben ahorrar para su futuro, para su vejez o para su época de vulnerabilidad.
6. Todas las mujeres deben ser independientes, generar sus propios recursos, ser propietarias de la riqueza, contar con una vivienda propia.
7. Todas las mujeres deben conocer las redes de apoyo con las que cuenta y en las que puede confiar, ya sea amigos, familiares, instituciones, que la puedan conectar o promover, y contribuir a fortalecer esta red de apoyo, en la que puedan contar en cualquier momento y por cualquier motivo.
8. Todas las mujeres deben conocer sus derechos más fundamentales, saber detectar oportunamente los signos de violencia, moral o física y conocer qué personas o instituciones pueden apoyarla.
9. Toda mujer debe apoyar a una mujer en situación vulnerable, siguiendo los pasos de este decálogo.
10. Ninguna mujer debe abandonar sus sueños ni sus metas bajo ninguna circunstancia. Autora: Kenia Barrios
2.2 AUTOESTIMA Y EL SER MUJER
En la actualidad hay dos grandes vertientes de la autoestima. Una tiene el objetivo sólo cambiar hábitos, imágenes, formas de hacer algunas cosas, actitudes y comportamientos para adaptar a las mujeres al sentido conservador de la modernidad: ocuparse de sí mismas, para tener éxito de acuerdo con los valores hegemónicos y para sentirse dichosas con ese sentido de realización personal trata de forma indistinta a mujeres y a hombres. No se reconoce la importancia de la diferencia sexual y tampoco de las configuraciones de género no sólo en la conformación de la autoestima sino de la vida misma.
Otra nos dice que la cultura y las condiciones desiguales de género se relacionan con la autoestima y que solo cuando las mujeres cuestionemos las desigualdades e incorporemos nuevas formas de relacionarnos con otras mujeres y con los hombres entonces tendremos acceso a la toma de decisiones desde el lugar en el que no encontremos: casa, familia, trabajo etc. Esta última postura es la que aborda este manual. La mujer ha sido vista desde siempre como un ser oprimido, que ha tenido que luchar por un sitial social, aunque algunas han aceptado, por comodidad, inseguridad o temor esa opresión, ¿Qué pueden hacer las mujeres para desarrollar su autoestima y vivir a la altura de sus grandes dotes naturales?
La lucha que muchas mujeres vienen liderado desde hace siglos, no puede esconderse o negarse. En muchos lugares y tiempos se le ha empujado a un espacio reducido, a un sitial inferior al que se corresponde por méritos y capacidades. Sin embargo, en estos tiempos de postmodernidad, su papel se ha intensificado y valorizado por lo que la mujer vive su mejor momento en la construcción de la historia.
En su libro "Autoestima para mujeres", Doris Bersing analiza el ayer y hoy de la mujer, sus padecimientos, potencialidades y alternativas de crecimiento, desde un ángulo realmente interesante. Para la terapeuta, ha llegado el momento en que las mujeres redescubran su verdadero papel, exploren su verdadera identidad, contacten su poder personal, hagan conciencia de sus decisiones, y rebasen patrones y estereotipos socioculturales inculcados por padres, instituciones y personas influyentes, que han servido para esclavizarla y obligarla a vivir en la desvalorización y la indignidad.
La mujer moderna vive inmersa en una densa red que se comenzó a tejer en la infancia, a través de la recepción de mensajes, pocas veces saludables, acerca de lo que significa ser mujer. De allí en adelante se enfrenta a la adolescencia, al bombardeo ideológico sociocultural (incluida la publicidad), a las relaciones de pareja, a la necesidad de conservarse "bella", al matrimonio, los hijos , el trabajo diario, la competencia social, la menopausia y la vejez, entre otros escenarios y retos.
En este tránsito, la mujer va perdiendo su amor propio y adecuándose a las innumerables exigencias del medio ambiente, que devalúan su autoestima y la atan a la necesidad de aprobación. Así aprende a complacer a otros, a "ser buena", a aplacar sus verdaderos sentimientos, a fingir, a mentirse a sí misma, a no arriesgarse, a aislarse o aturdirse, en un camino que generalmente se hace nebuloso y le impide recordar sus legítimos derechos y ver hacia dónde se dirige realmente. En medio de esa tela de araña, algunas mujeres deciden actuar como sufridas, otras como neuróticas, muchas al estilo súper independiente, pero la mayoría de ellas, intuitivamente en su interior, sabe que hay que hacer cambios y revisar el asunto, antes de que el cuerpo responda autodestructivamente, con el típico mecanismo protestatario de la enfermedad.
El camino de cambio que se propone, nada tiene que ver con enfrentarse a los hombres, sino con una revisión interior y profunda en la que cada mujer se pregunte lo que realmente necesita o desea, qué pautas o patrones rigen sus decisiones y actos, y si son adecuados a los requerimientos personales y al momento actual, y especialmente, si son idóneos para permitirle tomar la ruta correcta y lograr al destino anhelado.
Es tiempo de dejar de posponerse, de retomarse, sin buscar conflictividades innecesarias ni crear un caos intempestivo, sino de ordenar la vida, crear un equilibrio para una vida de calidad, que se traduzca en logros y bienestar, en autonomía e integración, en respeto y armonía, en decisiones y riesgos asumidos con valentía, en más placer y menos dolor, más autenticidad y menos "caretas", más versatilidad y menos rigidez., más presente y menos pasado, más aceptación y menos culpa.
Sé que la mujer es múltiple en esencia y bien puede ser sin llegar a contradicciones de fondo, sensual, tierna,
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