ENSAYO HABILIDADES BLANDAS

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Cómo se relacionan las habilidades blandas y nuestro desarrollo y éxito profesional

(Reflexiones sobre la importancia de las habilidades blandas y cómo se puede replicar en el sistema educativo escolar)

        Los paradigmas sociales y laborales evolucionan a un ritmo acelerado, esos cambios son naturales y obedecen a las necesidades del entorno. Años atrás era común que todo estudiante y persona creyera, y no sin razón, que todo lo que necesitaría para trabajar sería provisto por la escuela o universidad y que, con estudiar al máximo y obtener buenos promedios, el éxito estaría prácticamente a la vuelta de la esquina. Sin embargo el mundo profesional cambió y actualmente se está demandando una nueva categoría de competencias que raramente se imparten en la educación básica y universitaria. Cuando una persona empieza a trabajar es principalmente, un productor individual y en esa instancia las habilidades duras son esenciales, pero a medida que empieza a interactuar con otros y a colaborar o gestionar el trabajo de pares o subordinados, las competencias blandas se hacen esenciales.

La educación aumenta la capacidad de las personas para “saber hacer” y para “aprender a aprender” a lo largo de toda la vida. Con ello vuelve más aptas a las personas para producir e innovar. Pero a esta conexión “tradicional” es necesario y urgente incorporar otras dos dimensiones: “saber convivir” y “saber ser”, de creciente importancia por su relación con el desarrollo de las llamadas habilidades blandas, altamente valoradas en los procesos de trabajo.

¿Pero qué son las habilidades blandas? Las habilidades blandas o Soft Skills, son los atributos o habilidades que le permiten a una persona desempeñarse en su trabajo de manera efectiva. Estas habilidades apuntan al lado emocional, interpersonal y a cómo se desenvuelve una persona en su centro de trabajo. En este contexto entran temáticas como: trabajo en equipo, resolución de problemas, gestión efectiva del tiempo, gestión del cambio, manejo del stress, liderazgo, comunicación efectiva, entre otros según (Valdebenito, 2013).

El manejo de las habilidades blandas resulta crucial en el mundo laboral actual: por ejemplo podemos preguntarnos; ¿Preferirías tener un compañero de trabajo o un gerente que sea un líder en su campo, un verdadero experto con grandes cantidades de conocimiento y experiencia, pero no es una persona se lleva bien con el equipo? ¿O prefieres trabajar lado a lado con un colega o líder inexperto que sea colaborativo, curioso, amistoso y agradable? Para la mayoría de las personas,  la respuesta es obvia.  Las dificultades a las que se enfrentan diariamente los ejecutivos y profesionales, son las de romper paradigmas, salir de su zona de confort, salirse del concepto de “jefe” para iniciarse en el de “líder”. He aquí la importancia de contar con trabajadores que manejen habilidades blandas para contrarrestar estas ideas que poco a poco se vayan perdiendo.

Por otro lado, una vez que se ingresa en el mercado laboral las reglas cambian y no sólo se aprecia y evalúa el rendimiento académico, sino una serie de habilidades adicionales, también conocidas como habilidades blandas. Y ello sucede porque más allá de los conocimientos que tenga un profesional, sigue teniendo la necesidad de relacionarse con otras personas para conseguir cosas y solucionar problemas. Si esta dinámica se da en una organización, la misma gana valor (por eso estas habilidades son tan apreciadas hoy por las empresas y diversos trabajos) y si lo hace en el marco de un emprendimiento personal, gana valor el negocio. En cualquier caso, estas habilidades suman. Por tanto, aquella persona que parecía destinada al fracaso debido a sus bajo promedio académico puede tener una mejor posición si tiene las habilidades que el nuevo entorno de competencia requiere; en contraste, aquel destinado al éxito podría ver disminuida sus expectativas porque no tiene las habilidades mencionadas.

Esto no quiere decir que el éxito puede ser resultado de una buena sonrisa y la actitud correcta; aseverar ello es tan errado como decir que el éxito está asegurado sólo en función al desempeño académico. En realidad, no existe una fórmula mágica para lograr éxito. La única certeza que se puede tener es que las posibilidades aumentarán en la medida que se tenga la mayor cantidad de armas. Quien ha trabajado sus habilidades blandas a lo largo de su vida y además ha adquirido competencias técnicas o académicas altas es más competitivo que alguien que carece de alguna.

Diferentes expertos del sector educativo han señalado que lo que aprenden hoy los estudiantes en el colegio y la universidad no es lo que se necesita para poderse desarrollar en el mundo, ya que los empleos mejor pagados serán aquellos que, además de exigir un dominio de conocimiento especializado, requieren competencias en comunicación, solución de problemas y trabajo en equipo. Cada vez es más frecuente que se hable sobre la necesidad de incorporar en los sistemas educativos de los países las habilidades blandas.

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