Caritas In Veritate

¿Es el mercado actualmente justo? ¿Hay igualdad de satisfacción en toda transacción? ¿Actuamos para nuestro propio bien o el del prójimo?, son varias de las preguntas que quisiera establecer al inicio del presente ensayo para que el lector las conteste personalmente durante el desarrollo del mismo en el cual se analizará el escrito del Papa Benedicto XVI “Caritas In Veritate” que establece una profunda redacción sobre los valores éticos y morales que rigen nuestro actual mundo socioeconómico.

Caritas In Veritate trata acerca del rol de los valores éticos en la sociedad actual, especialmente en la económica, la cual analizaremos.

La sociedad socio economía ha evolucionado al pasar del tiempo, las formas de pensar, de vivir, de actual, de estudiar, entre otras cambiaron por la participación de varios filósofos y analistas económicos como Adam Smith y John Maynard Keynes con la finalidad de predecir y crear nuevos mecanismo que lleven a una mayor satisfacción de la humanidad en la administración de sus bienes tangibles y no tangibles.

Se han visto la participación de la “mano invisible” que regula al mercado entre la interacción del comprador y vendedor que no es más que el poder ejercido entre la demanda y la oferta con el objetivo de llegar a un acuerdo que satisfaga ambas partes por igual sin embargo esto se lleva más a gusto en competencia perfecta, sin errores de mercado ni manipulación de precios, la cual establece una interacción justa.

Sin embargo la realidad es completamente distinta, en la actualidad existen la competencia entre las empresas y organizaciones la cual se lleva de la manera, en la mayor parte de casos, antiética posible con el objetivo de ganar mayores réditos económicos ya sea influenciando en el precio, manipulando clientes externos e internos, inversionistas, robando información entre la competencia.

En la ciudad de Guayaquil - Ecuador se dio el caso del súper mercado Santa Isabel el cual llego a la quiebra por esta práctica antiética entre sus competencias como lo fueron Supermaxi y Mi Comisariato. Santa Isabel, empresa de origen exterior, se quiso establecer en Guayaquil con la finalidad de toda empresa, satisfacer a los clientes. Con el paso del tiempo esto comenzó a tener acogida en el mercado la cual conllevaba a que sus competencias obtengan menos ingresos de los que percibían, fue en cuestión de meses para que en Santa Isabel dejen de llegar los productos dados por los proveedores potenciales y el local se llene de marcas desconocidas y de poco prestigio en consecuencias de los actos de sus competencias los cuales consistieron en amenazar a los proveedores con la cancelación de su compras si estas les seguían vendiendo a Santa Isabel. Fue cuestión de tiempo también para que la empresa recurra a medidas desesperadas y recuperar su capital invertido como el fue autoincendiarse y así poder cobrar al seguro cierta suma de dinero, pero no contó con esa suerte ya que por las investigaciones y resultados emitidos no les reconoció ni un centavo.

Casos como este el Papa Benedicto XVI hace un llamado a la ética y moral estableciendo varios puntos para hacer reflexionar a los actuales empresarios.

El desarrollo sostenible no se da cuando las empresas más fuertes buscan beneficiarse a costa de otros, al no observarse ni el más mínimo interés del prójimo y solo el propio, se genera pobreza. Por ende al no haber interés por lo que pase alrededor de la empresa, ni las maneras en cómo se consigue el redito

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