Caritas In Veritate
Enviado por ddbaque • 17 de Agosto de 2012 • 1.511 Palabras (7 Páginas) • 612 Visitas
ENSAYO
¿Qué es la caridad?, ¿Qué es la verdad?, y si no conocemos que son entonces deberíamos preguntar mejor ¿Quién es el hombre?, ¿de dónde viene? Y ¿A dónde va?, ya que ambas virtudes toman sentido en Dios, y si la persona las desconoce, es a El mismo a quien excluye, hemos pasado entonces de creatura, a ser nada, pues no reconocemos a nuestro Creador y con eso su designio para con nosotros, y así deberíamos preguntarnos finalmente ¿soy feliz?
Pues bien, la encíclica a respondido todas las preguntas planteadas, solo con su nombre “Caritas in Veritate”, pues explica que “caritas”, que significa caridad o amor, es una vocación, si, una vocación al amor, es la impresa en cada creatura de Dios y su necesidad de obrar, aquí se ve la verdad impresa dentro de ella, pues este fue el propósito del Padre, pero nosotros hemos ido haciendo ajena la caridad al mundo, por lo cual vivimos una falsa realización, pues la máxima plenitud del hombre se alcanzara solo en la caridad, no hay mayor felicidad en una persona que le lleve a Dios a otra, y así en realidad lo único que se ha producido en el hombre en un vacio, que inquieta el corazón del hombre, y lo pone en busca de algo que lo realice plenamente, pero equívoco, pues esperanzado en el mundo, terminara herido.
Así podemos ver, como se nos ha expuesto una seria de ámbitos del hombre, que ha ido explorando, y que han sido desmembrados, pues solo en su totalidad darán al hombre el ejercicio de la caridad en su vida, pero sino es vivida con un verdadero espíritu cristiano, orientado a la luz de la razón y la fe, una vez más el hombre como un ser humano se encontrara pseudofeliz, pero como un ser espiritual, se verá destinado a repetir la misma frase de Jesús en la cruz “tengo sed”.
Así vemos que el hombre desde su inicio sentía la necesidad de desarrollarse, de progresar, pero se puede hablar verdaderamente de esto cuando aun gran parte de la humanidad en el mundo entero ha sido denominado por el mismo hombre como países o regiones tercer mundistas, o en vías de desarrollo. Es evidente el origen del problema, pues a un nivel individual, y si es posible llamarlo egoísta, es más fácil y obtenible el desarrollo, pero si lo tomamos ahora en su perspectiva general, la humanidad entera en su conjunto no alcanzaría ni la denominación tercer mundista, para reflejar lo lejos que estamos del pleno progreso como tal. Es evidente entonces la falta de caridad, de amor por los demás de todos, incluso de humanidad o conciencia, pues como podemos descansar tranquilos y comer hasta saciarnos cuando a nuestro alrededor, cerca de nosotros hay personas que mas que mendigar un techo, o un pan, lo que buscan es nuestro amor, un abrazo, un afecto, un te amo, o por lo menos Dios te ama, o siempre pienso en ti. Quien tiene lo medios de ayudar más que otros, esta aun en la mayor responsabilidad de dar lo que tiene, pues al que más se le da, mas se le exige. Por último es vital recalcar que el hombre se ha estancado en un progreso material o simplemente humano, pero no ha conseguido un desarrollo integral, pues deja de ser hombre, máxima creatura de Dios, cuando su dimensión espiritual, en busca de lo divino se dejo olvidada. Así termino con esta frase “la persona necesita a Dios, sin El, niega el desarrollo”.
Entonces, siendo el desarrollo algo inmerso en todo el mundo, algo que se ve en todos los componentes del hombre, pues en todo busca progresar, es prudente decir que el hombre se encuentra en una crisis, crisis de respuesta al llamado de la vocación de amar, pues es la misma quien lo mueve, lejos de esta solo está destinado al fracaso de todo, pues como dice su santidad “el hombre no puede dejar de abrirse a la vocación divina para realizar el propio desarrollo”.
Entonces el principal problema del hombre es que ha excluido a Dios de sí mismo, y por tanto no posee una vida, o no por lo menos una vida plena, pues se ha desviado del camino, se ha desvirtuado y su relación con Dios esta eclipsada, por la falta de reconocerlo necesario. Debido a esto es imposible hablar de libertad o de paz, pues son producto de la caridad, y su principal opositor el desarrollo económico, causante de sus antagonistas:
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