Portafolio De Inversiones
Enviado por rafael_tipula • 15 de Octubre de 2013 • 1.750 Palabras (7 Páginas) • 406 Visitas
Portafolios de inversión
Hace varios años las abuelas decían, “que no se deben poner todos los huevos en una misma cesta”. Muchos inversores siguen esta pauta, es por ello que conservan una diversidad de activos tales como bonos, acciones de empresas diferentes, monedas, propiedades, etc. Lo mismo sucede con una empresa cuando mantiene un portafolio de activos para invertir en negocios distintos (Dumrauf, 2010). Martín (2007) señaló que se puede definir de forma simple una cartera de inversión o llamada también portafolio de inversión, como el “conjunto de activos que sigue una política de inversión claramente definida” (p. 225).
El riesgo de mercado y la aversión al riesgo son componentes tomados en cuenta principalmente por los agentes cuando van a tomar la decisión de armar una cartera de inversión. En un entorno de mercado dudoso los precios de mercado que se pagan por dichas inversiones presentan una alta variabilidad explicada por diversas causas: (a) las fluctuaciones en la tasa de interés; (b) la tasa de cambio; (c) la tasa de los créditos hipotecarios y (d) el precio de las acciones. Todas las variables de la economía perturban las carteras de inversión. Además, los riesgos son cada vez más complicados de identificar, analizar, controlar y atenuar; debido a la volatilidad de los mercados, lo complejo y veloz de las transacciones financieras (Ramírez & Castaño & Taborda, 2013). Para los autores “los inversionistas siempre toman las decisiones de inversión con el objetivo de maximizar la rentabilidad asumiendo el mínimo nivel de riesgo o de minimizar el riesgo con la máxima rentabilidad posible óptima que satisfagan las preferencias de rentabilidad, riesgo y liquidez” (p. 1356).
No se requiere tener mucho conocimiento y experiencia para darse cuenta que si una persona diversifica su inversión en distintos negocios el riesgo que resulta de la suma de todas las inversiones disminuye, es decir, que si uno de ellos fracasara no se pierde el total de la inversión. Por ejemplo al ejecutar una inversión de todo el capital que una persona dispone en bonos de una sola empresa surge el riesgo que esta quiebre o el sector en la que se encuentre lo haga, por lo cual todo el capital invertido se perdería. Si por el contrario el dicho capital se diversifica en bonos de diferentes empresas que pertenecen a diferentes sectores tales como el minero, bancario, telecomunicaciones, alimentos, etc.; se logrará disminuir el riesgo total si una de estas empresas fracasa (Martín, 2007).
Para Dumrauf (2010) la diversificación tiene sus beneficios, de manera que “mientras el rendimiento del portafolio es igual al promedio ponderado de los rendimientos de los activos incluidos en éste, el riesgo siempre será menor al promedio ponderado de los desvíos estándar de los activos” (p. 205). Para Betancourt, García y Lozano (2013) es “importante notar, que un número exagerado de activos en una cartera, son difíciles de gestionar, por lo tanto, se recomienda un número prudente de éstos; este número es aquel, que al incluir un activo adicional, la reducción en el nivel de riesgo ya no es significativa” (p. 4).
Markowitz (1952) señaló que “el proceso de selección de una cartera puede dividirse en dos etapas. La primera etapa se inicia con la observación y la experiencia, y termina con las creencias acerca de los resultados futuros de los títulos disponibles. La segunda etapa se inicia con las creencias relevantes sobre el futuro desempeño y termina con la elección de la cartera” (p. 77). Según mencionó el autor su estudio se refirió a la segunda etapa, de la cual se derivó la teoría del portafolio. Para Markowitz (1952), esta teoría explica que el riesgo de un activo individual no debe ser calificado sobre la base de las probables desviaciones del rendimiento que se espera, sino en relación con su contribución marginal al riesgo global de un portafolio de activos.
En las últimas décadas se han desarrollado diversos modelos y técnicas de selección, optimización y administración de portafolios. Fue Markowitz el primero que presentó un trabajo que dio origen a la teoría del portafolio, en relación a ello Ramírez, Castaño y Taborda (2013) señalaron que:
Posteriormente, esta teoría fue ampliada por el autor en 1959 en su libro “Portfolio selection: efficient diversification” y mejorada por Sharpe en 1964 con la publicación del artículo “Capital asset prices: a theory of market equilibrium under conditions of risk” en The Journal of Finance. En 1990, Markowitz, Sharpe y Miller recibieron el Premio Nobel en Ciencias Económicas por el desarrollo del modelo CAPM (Capital Asset Pricing Model) o modelo de valuación de activos de capital (Dubova, 2005). La aplicación de la teoría moderna de portafolios y el CAPM permitió resolver el problema de la selección de portafolios y encontrar el portafolio óptimo, dentro de los activos disponibles en el mercado, que se ajuste a los criterios de rentabilidad y riesgo de cada inversionista. (p. 1356-1357)
El rendimiento esperado de un activo o de una cartera de activos, es una expectativa matemática. Para entender mejor el concepto se puede mencionar que, si una persona invierte el 30% de su capital en el activo A y 70% en el activo B, su rendimiento esperado será igual a los rendimientos de los dos activos ponderados por el porcentaje invertido tanto en A como en B. Por otro lado, el riesgo del portafolio se mide a través de la desviación estándar, la cual es la raíz cuadrada de la varianza. La varianza de la cartera es la suma de los cuadrados de las proporciones invertidas en cada activo multiplicada por su varianza, más la cantidad
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