Las habilidades sociales en niños de nivel inicial de la ciudad de Santa Fe, según las percepciones de padres y docentes
Enviado por Day Zambon • 28 de Noviembre de 2018 • Tesina • 6.526 Palabras (27 Páginas) • 175 Visitas
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UNIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL PLATA
LICENCIATURA EN PSICOPEDAGOGÍA
CICLO DE COMPLEMENTACIÓN A DISTANCIA
Cohorte 2016
ANTE-PROYECTO DE TESINA: Las habilidades sociales en niños de nivel inicial de la ciudad de Santa Fe, según las percepciones de padres y docentes.
ALUMNO/A: Gisela Daiana Zambón
DNI Nº: 32.589.968
DIRECCIÓN POSTAL: 3000
CORREO ELECTRÓNICO: zambon9968@educacionucp.edu.ar
TELÉFONO: (0345) - 155283809
CÁTEDRA: Taller de Elaboración de Tesina
COMISIÓN: “C”
DOCENTE: María Eva Ghiglione
FECHA DE ENTREGA: 12-11-2018
ANTE-PROYECTO DE TESINA
Las habilidades sociales en niños de nivel inicial de la ciudad de Santa Fe, según las percepciones de padres y docentes.
- Planteo del problema.
Crear y mantener contacto con otras personas es una tarea inherente al ser humano, no obstante si estos intercambios no son satisfactorios, se generan emociones negativas que influyen en el bienestar. “Para evitar esta situación es esencial contar con un repertorio de capacidades o conductas para interactuar con los iguales de forma efectiva y mutuamente satisfactoria, las cuales han sido denominadas habilidades sociales” (Monjas, 1998, p.36).
Estas habilidades se aprenden y se ponen en juego en la interacción con otros. La niñez es un período crítico para el desarrollo de las habilidades sociales, y si bien los niños ya nacen con cierto sesgo temperamental hacia la inhibición o la expresividad, estas predisposiciones innatas interactúan con los aprendizajes cotidianos para dar lugar a las manifestaciones sociales observables (Caballo, 2005).
El objetivo de este trabajo es evaluar las habilidades sociales que presentan un grupo de niños de nivel inicial de la ciudad de Santa Fe, según las percepciones que tienen los padres, así como también desde la percepción docente.
Se tomaron ambas variables como objeto de estudio, dado que cada una de ellas se desarrolla en un contexto distinto; mientras que la percepción de los padres sobre las habilidades sociales de su hijo se establece mayormente en el seno familiar del hogar, las percepciones de los docentes se efectúan en el contexto escolar.
En relación a esto Ballesteros (1994) señala características que presentan las habilidades sociales:
- Heterogeneidad, ya que el constructo habilidades sociales incluye una diversidad de comportamientos en distintas etapas evolutivas, en diversos niveles de funcionamiento y en todos los contextos en los que puede tener lugar la actividad humana.
- Naturaleza interactiva de la conducta social, al tratarse de una conducta interdependiente ajustada a los comportamientos de los interlocutores en un contexto determinado.
- Especificidad situacional de la conducta social, por lo que resulta imprescindible la consideración de los contextos socioculturales.
Asimismo, Roca (2014) enuncia que “las habilidades sociales varían según las situaciones, las personas con quienes nos relacionamos o los objetivos que pretendemos alcanzar en cada interacción” (p.12).
Es importante considerar la infancia como etapa principal de conformación de las habilidades sociales; las mismas están estrechamente vinculadas a los grupos primarios y a las figuras de apego. En estos primero años, la familia tiene una importancia central en cuanto al comportamiento interpersonal del niño. Estos es así debido a que la familia es el contexto único o principal, donde crece el niño y controla el ambiente social en que vive, y por lo tanto, le proporciona las oportunidades sociales, ya que puede actuar como filtro o una llave para la incorporación a otros contextos (Monjas, 2002).
En relación al ámbito educativo Michelson (1987) afirma que la incidencia de fallos en la adquisición de unas habilidades de interacción puede generar problemas en la expresión de emociones, en la expresión verbal, problemas de aislamiento en la clase, no preguntar dudas, fallos en relación con las personas de diferentes estatus o con iguales, defensas de los propios derechos, preguntar “por qué”, problemas para quejarse, en dar cumplidos o dar negativas, fallos en la interacción con el sexo opuesto, problemas a la hora de tomar decisiones o ser etiquetado de algo por los demás alumnos, etc.
Por lo expuesto es que se considera importante evaluar las habilidades sociales de niños de nivel inicial desde ambos contextos y según las percepciones de los padres y del docente. “La percepción no es un proceso lineal de estímulo y respuesta sobre un sujeto pasivo, sino que, por el contrario, están de por medio una serie de procesos en constante interacción” (Melgarejo, 1994, p.48). Finalmente poder comparar las percepciones de ambas variables y determinar si existen diferencias o concesos.
Por otra parte se hace necesario definir brevemente que se entiende por habilidades sociales. “Al hablar de habilidades sociales se hace referencia a las conductas observables, pensamientos y emociones, que ayudan a mantener las relaciones interpersonales satisfactorias” (Roca, 2014, p.11).
Mientras que Monjas Casares (1998) define las habilidades sociales como:
Las capacidades o destrezas sociales especificas requeridas para ejecutar competentemente una tarea interpersonal. Al hablar de habilidad nos referimos a un conjunto de conductas aprendidas. Son algunos ejemplos decir que no, hacer una petición, responder a un saludo, manejar un problema con una amiga, empatizar o ponerte en el lugar de otra persona, hacer preguntas, expresar tristeza, decir cosas agradables y positivas a los demás. (p.18)
Caballo (2005) refiere a que estas habilidades son predominantemente conductuales, se adquieren en el transcurso de la vida y se ponen en juego en la interacción con otros.
La asertividad es una parte esencial de las habilidades sociales; definida como la actitud de autoafirmación y defensa de los derechos personales que incluye la expresión de sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones de forma adecuada, respetando, al mismo tiempo, la de los demás. Dentro de las conductas sociales no asertivas, se mencionan la inhibición, caracterizada por la sumisión, pasividad, el retraimiento y la tendencia a adaptarse excesivamente a las reglas externas o a los deseos de los demás. (Roca, 2014, p.13)
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