Autismo

AUTISMO

El niño con síndrome autista presenta una serie de características que involucran su comunicación con los seres humanos y el ambiente, sus conductas motrices, sus respuestas a estímulos sensoriales, el desarrollo de su lenguaje, sus funciones cognitivas y sus manifestaciones afectivas.

Los trastornos de la comunicación forman parte del núcleo central del autismo, y con ello las alteraciones en el lenguaje son muy significativas. El nivel de dominio del lenguaje oral de los autistas es muy variable, puede darse tanto ausencia de lenguaje, como un lenguaje sofisticado, trastornos como la ecolalia (repetición sin sentido de palabras), o incongruencias pragmáticas.

Durante el primer año de vida los bebes son particularmente tranquilos, placidos, “fáciles”, que apenas se los escucha llorar y parecen felices en sus cunas cuando están solos sin ningún estimulo sensorial o social. Son indiferentes ante la presencia humana, es decir, por ejemplo, no tienden los brazos, ni giran la cabeza, ni se agitan cuando un adulto se acerca a ellos. Los principales índices ausentes son: la sonrisa social que se adquiere a los tres meses y la angustia del octavo mes ante la desaparición de la madre y ante el extraño.

A partir del segundo año, el lenguaje suele estar totalmente ausente y el niño puede solo emitir ruidos extraños y estereotipados: rechinamiento de dientes, gritos agudos.

Lenguaje hablado:

En caso de adquirir el lenguaje, se hace tardíamente a los 4-5 años y de forma desordenada: grupos de palabras repetidas mecánicamente, fonemas aislados o neologismos completamente incomprensibles. Es frecuente la memorización perfecta de canciones o de información retenida pero que no se haya al servicio de la comunicación.

También se visualizan anomalías en el ritmo melódico, o discurso monocorde, con cadencias bizarras y voz metálica. Es casi constante la ausencia de utilización del “Yo” en el discurso, que suele estar reemplazado por el pronombre de segunda o tercera persona. Puede emplear “palabras-frases” para designar un conjunto relacional o conceptos mas complejos.

Cuando el lenguaje esta bien adquirido, puede emplearlo como una destreza parcial (aprendizaje de palabras del diccionario, el nombre de todas las capitales). Llama la atención la falta de respuesta del niño a la palabra de los otros, no respondiendo ni a su propio nombre, hecho que lo deja completamente indiferente.

Es frecuente encontrar niños autistas de entre 2 y 4 años, imitando el lenguaje adulto, pero está desprovisto de significado (contenido semántico), asimismo puede intercalar alguna palabra o frase muy sofisticada, pero que está fuera de contexto.

También es característica la ausencia de interlocutor durante largos discursos que pueden acompañar los juegos infantiles. En estos casos, aparece un discurso vacío de contenido, con una entonación cuidada, pueden aparecer entremezclados anuncios televisivos y frases hechas.

Presentan dificultades para mantener una conversación. Se ha observado que los niños autistas tienen dificultad en pasar sucesivamente del rol de “el que habla” a “el que escucha”, tienden a tener indefinidamente el rol de hablador; también se ha visto en estos niños tienen problemas en utilizar el contacto visual como clave para identificar su turno. Y no relacionan lo que el otro dice con la información que ya poseían

Comunicación no verbal:

Es frecuente, la falta de gesticulación o expresión facial al hablar. Además de la expresión suele estar afectada la comprensión.

Sus caras son poco expresivas y no suelen utilizar las manos ni el cuerpo, lloran y gritan para expresarse no usan palabras (es una especie

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