Praxis Creadora Y Reiterativa

TEMA I: La innovación de la practica docente propia desde los profesores en servicio (criterios).

LECTURA: PRAXIS CREADORA Y PRAXIS REITERATIVA.

PRAXIS CREADORA Y REITERATIVA.

NIVELES DE PRAXIS.

La praxis es acción del obre sobre la materia y creación mediante ella de una nueva realidad, podemos hablar de niveles distintos de praxis de acuerdo con el grado de penetración de la conciencia del sujeto activo en el proceso practico.

La práctica relativa se emparenta con la espontanea, y creadora con la reflexiva. Lo espontaneo no está exento de elementos de creación y en lo reflexivo puede estar al servicio de una praxis reiterativa.

Los criterios niveladores son: a) el grado de conciencia que revela el sujeto en el proceso practico b) el grado de creación que testimonia el producto de su actividad. El grado de conciencia que el sujeto revela en el proceso practico no deja de reflejarse en la creatividad del objeto, y viceversa.

La praxis se presenta bien como praxis reiterativa, es decir, conforme a una ley previamente trazada, y cuya ejecución se produce en múltiples productos que muestran características análogas.

LA PRAXIS CREADORA.

El hombre es el ser que tiene que estar inventando o creando constantemente nuevas soluciones. Las soluciones alcanzadas tienen siempre, en tiempo, ciertas esferas de validez, y de ahí la posibilidad y necesidad de generalizarlas y extenderlas.

La praxis es por ello, esencialmente creadora, como una tregua en su debate activo con el mundo, el hombre reitera una praxis ya establecida. En el proceso verdaderamente creador, la unidad de ambos lados del proceso, lo subjetivo y lo objetivo, lo interior y lo exterior, se dan de un modo indisoluble. La actividad práctica creadora no puede concebirse como una serie continúa de actos de conciencia que hayan de traducirse en otra seria también continua, de actos materiales, que se dieran en el proceso práctico en el mismo orden que se dieron en la conciencia. La producción del objeto ideal es inseparable de la producción del objeto real, material y ambas no son sino el haz y el envés de un mismo paño, o dos caras de un mismo proceso. Cierto es que el sujeto practico enfrenta la materia con cierto conocimiento de sus propiedades y posibilidades de transformación, así como los medios mas adecuadnos para someterla.

LA REVOLUCIÓN COMO PRAXIS CREADORA

La revolución proletaria de octubre de 1917, en Rusia, como muestra de la praxis social creadora en cuanta actividad material de los hombres que transforman radicalmente la sociedad y producen un régimen social nuevo.

El proyecto tiene que ser modificado, ya que en su realización no todo puede ser trazado de antemano, a la vez que se presentan circunstancias que no podían ser previstas. La revolución no ha sido por ello una mera duplicación de algo ideal, ni tampoco sujeto de una ley.

Esto nos lleva de la mano al tercer rasgo distintivo de una praxis creadora que antes señalábamos, como unida e irrepetible. Este carácter único irrepetible de cada revolución responde, como hemos visto, a la necesidad de transformar radicalmente las relaciones sociales de un país dado según las donaciones peculiares históricas que se den, tanto en el terreno objetivo como en el subjetivo. No se trata de un desarrollo determinado necesariamente por una ley general o por posibilidades objetivas inscritas ya en la realidad por peculiar que sea esta.

LA CREACIÓN ARTÍSTICA

La tarea del artista es formar en un doble sentido: dar forma a un contenido, pero en un proceso formatico que solo se cumple, a su vez, transformando una materia.

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