TEORÍA DEL APEGO DE JOHN BOWLBY

El presente ensayo pretende abordar de manera general y específica los aspectos más relevantes de la teoría del apego de John Bowlby, retomando también las aportaciones que Mary Ainsworth realizó a la misma, con el objetivo de reafirmar y ampliar los conocimientos adquiridos en clase, además de hacer notar la importancia que tienen los primeros cuidados y la forma de interactuar entre madre e hijo principalmente, para el desarrollo de la conducta de apego resulta importante la figura del primer cuidador, generalmente la madre, ya que el tipo de relación que se establezca entre ésta y el niño será determinante en el estilo de apego que se desarrollará

resulta importante la figura del primer cuidador, generalmente la madre, ya que el tipo de relación que se establezca entre ésta y el niño será determinante en el estilo de apego que se desarrollará

El infante humano no está equipado para sobrevivir por sí mismo sin la ayuda de figuras que le den protección, lo alimenten, le brinden calor cuando lo necesite y lo auxilien en circunstancias en las que se enferma o se lastima.

La teoría sobre el apego, formulada inicialmente por el psiquiatra británico Bowlby y la psicóloga Ainsworth intenta explicar los efectos de los vínculos tempranos de protección en el desarrollo psicológico del neonato y el infante, así como las consecuencias de no contar con ellos.

El infante nace con una situación de indefensión y necesidad, pero también con la tendencia a buscar figuras humanas. La madre es quien complementa estas características ya que tiene la capacidad para cuidarlo y satisfacer sus necesidades; además, posee una habilidad especial para interactuar con él. En este escenario, ambos, tanto la madre como el niño, llevarán a cabo actividades que irán formando ese vínculo particular que es el apego.

Un fuerte lazo afectivo a una figura o figuras específicas que emerge completamente durante la segunda mitad del primer año de vida cuando las conductas de apego del infante comienzan a organizarse en un sistema de control que regula la proximidad a la (s) figura (s) preferida(s). (Bowlby 1969, p. 222)

Al principio, los infantes manifiestan una gama de respuestas diversas, que bowlby reunió bajo dos encabezados:

1. Conducta de señalización: es decir, llanto, sonrisa y balbuceo.

2. Conducta de acercamiento: es decir, seguir y alcanzar.

A lo largo de sus primeros dos años de vida, los apegos pasan por marcados cambios de desarrollo. Bowlby propuso un sistema de cuatro etapas para considerar dichos cambios, descrito en el siguiente cuadro, que muestra la manera en que se desarrolla el carácter de los apegos a medida que la conducta se vuelve cada vez más organizada, flexible e intencional.

Durante los últimos tres meses del primer año de vida aparecerán indicaciones inequívocas de apegos profundos: una de las razones es que las diversas respuestas de apego ahora se centran únicamente en ciertos individuos específicos; y la otra es que tal vez las personas extrañas serán recibidas con cautela o hasta con miedo. A partir de este momento, quienes cuidan de él ya no son intercambiables; ahora el niño es capaz de establecer relaciones con los demás, y de ahí en adelante sus respuestas de apego se organizan en sistemas de apego enfocados en individuos particulares.

Durante la infancia, los lazos se establecen con los padres, o personas que los sustituyan, a los que se recurre en busca de protección, consuelo y apoyo. Durante la adolescencia y la vida adulta, estos lazos persisten, pero son complementados por nuevos lazos, generalmente de naturaleza heterosexual.

Por su parte, Mary Ainsworth concibe al apego como un lazo afectivo que una persona o animal forma entre él mismo y otro de su misma especie, un lazo que les impulsa a estar juntos en el tiempo. La característica más sobresaliente es la tendencia a lograr

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