¿cómo Me Hago Un Maestro Incluyente?

A la par de la reforma que se ha venido llevando a cabo en la educación básica este ciclo educativo se ha escuchado mucho más la frase educación inclusiva, un nuevo enfoque, modelo o política que esta actualmente en boga y se pretende, hablando del ámbito educativo, hacerlo todo inclusivo; muchos planes y programas nos hablan mucho de este nuevo enfoque pero llegamos a la interrogante ¿cómo me hago un maestro inclusivo? Y aun más importante ¿Cómo lo efectúo en la práctica educativa?

Para comenzar se hace necesaria la revisión de algunos conceptos para poder entender un poco más que es la inclusividad, como seria una educación inclusiva, una escuela inclusiva y llegar a definir un maestro inclusivo.

El término inclusividad, la UNESCO lo define como la Educación que "pretende aplicarse a las necesidades de aprendizaje de todos los niños (as), jóvenes y adultos con particular enfoque en los vulnerables a la marginación y a la exclusión"(1). La cual se basa en el derecho de todos los alumnos a recibir una educación de calidad que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje y enriquezca sus vidas, procurando desarrollar todo el potencial de cada persona. Su objetivo final es terminar con todas las modalidades de discriminación y fomentar la cohesión social.

Por su parte Rosa Blanco Guijarro (1999), al abordar el tema, expresa que el término de inclusión, se ha empezado a utilizar como sinónimo de integración, cuando se trata de dos conceptos y aproximaciones distintas.

La integración para esta autora esta referida al grupo especifico de personas con discapacidad y es un movimiento que surge desde la educación especial e implica la transformación de esta. La integración por su parte también implica modificar las condiciones y funcionamiento de la escuela común o regular pero el énfasis ha estado más en adaptar a los niños NEE. Ahora bien la inclusión la define como la manera en que se implica a todos los niños de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Se trata de lograr una escuela en la que no existan “requisitos de entrada” ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo; una escuela que modifique substancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, incluidos aquellos que presentan una discapacidad (2).

Teniendo en cuenta estas definiciones que nos clarifican un poco más la inclusividad, podemos ir reflexionando respecto al trabajo que actualmente en nuestro país aun se sigue realizando en las aulas regulares, vemos que no hemos avanzado o adoptado verdaderamente una educación inclusiva en nuestros trabajos diarios; conocemos qué es, sabemos que es lo más actual en estos momentos pero ¿verdaderamente hemos estado aplicando la inclusividad desde nosotros mismos?

Encuentro una pausa o vació entre lo que se dice se esta implementando con lo que verdaderamente se esta haciendo, todavía la educación inclusiva se ve como algo para el futuro, algo a hacer, pero como docentes tenemos que empezar a tomar conciencia que ese futuro lo tenemos que empezar a generar en el presente, y que para que exista un cambio y nos convirtamos en maestros inclusivos se empieza con un cambio de actitud, y con compromiso de empezar a ser inclusivos en nuestras aulas y con quienes nos rodean, más haya del ámbito escolar debe ser una filosofía de vida para implementarlo en cada aspecto de nuestro día a día y estar un para mas cerca del maestro inclusivo.

Como docentes todavía no tenemos claro las diferencias entre integración e inclusión y llegamos a confundir o nada más ponerle el término a nuestra práctica diaria; a veces cuando por ejemplo se hace un esfuerzo para colocar a una alumna que había quedado fuera del sistema por

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