CUALIDADES DEL DOCENTE LIDER PARA LA MEJORA CONTÍNUA

Cualidades del docente líder para auto-mejora continua

El auto liderazgo es la esencia del liderazgo. La capacidad de liderarte a ti mismo, esto es, “de guiarte” a ti mismo, te permitirá hacer los cambios que hagan falta para ser mejor persona, y en consecuencia, mejor educador. (Gorrochotegui (2013). Esto quiere decir que, para lograr ser un auto líder hay que reflexionar acerca de las virtudes y aquellas áreas de oportunidad de cada persona, así como de las experiencias que se presentan en la vida cotidiana en la práctica profesional docente y además, considerar los saberes que manifiesta cada maestro, asi mismo buscando nuevas estrategias y aprendizajes de como progresar correctamente a ser un líder y a su vez transformar la educación.

Como hace mención Gorrochotegui (2013): “El auto liderazgo es la esencia del liderazgo”. El convertirnos en docentes líderes para ser agentes de cambio y poder transformar nuestra escuela y mejorar como profesionales, conlleva la responsabilidad y capacidad de iniciar el cambio en nosotros, liderarnos; es decir guiarnos a nosotros mismos, eso permitirá hacer cambios como seres individuales, el ser moldeables o enseñarnos a nosotros mismos para poder enseñar a los demás. “Porque la mejor ayuda es la autoayuda, el mejor desarrollo es el autodesarrollo” (Gorrochotegui, 2013, p.7).

Es aquí donde surge la pregunta ¿qué es educación?, como docente y sobre todo líder, es importante saber porque tal término, Altarejos (1986) expresa que “se considera que una actividad ha sido verdaderamente educativa cuando el educando ha obtenido un aprovechamiento personal de ella” (p. 253) esto quiere decir, que la educación es la realización de algo que cualquier persona hace por sí misma y en sí misma; el “autodesarrollo” y el crecimiento personal es en lo que consiste la educación.

En este sentido, para Bazdresch (2001), la sociedad exige formar docentes capaces de facilitar en los alumnos aprendizajes para la vida, para ser personas, para realizar un oficio y, sobre todo, alumnos capaces de aprender por sí mismos, en el que nos muestra el papel del docente en la educación como principal agente de cambio, que es la formación continua que completa y pone al día su formación inicial; evaluación de su propia práctica docente y la  capacidad de innovación constante.

Cabe señalar, los autores Hargreaves y Fink (2008), afirman que una de las fuerzas clave para conseguir un cambio significativo y duradero es la sostenibilidad directiva, en dónde mencionan: “Los líderes de la educación se ven como los responsables de enganchar a los alumnos intelectual, social y emocionalmente a través de un método de enseñanza en el que los mismos líderes logren desarrollar la sostenibilidad comprometiéndose con y protegiendo el aprendizaje de gran calado en sus escuelas” (p. 21)

Esto quiere decir que, los líderes que realmente se preocupan por la sostenibilidad aceptan su responsabilidad hacia los centros y sus estudiantes, que sus propias acciones tienen un efecto en un entorno más amplio. En pocas palabras, el liderazgo sólo puede ser trascendente si éste sostiene a sus líderes. “Sí queremos que los cambios sean importantes, que se extiendan, y que duren, entonces son los sistemas en los que los líderes hacen su trabajo los que deben hacer de la sostenibilidad un objeto de absoluta prioridad” (p. 21)

Por otra parte, es importante reconocer y destacar que, sí una profesión necesita de vocación es el ser docente, ya que esto implica tener el llamado a enseñar, es decir tener la fuerza de algo que se ejerce, porque se tiene dentro con pasión y posibilidad de desarrollarse como también perfeccionarse en ello. Quien es llamado a la docencia, es llamado a tener una conservación constante con lo verdadero, el conocimiento, con el ser humano y con la humanización de la persona. Es por ello que, la docencia necesita de gente muy despierta y animada, y sobre todo, consciente de su responsabilidad. Necesita de una respuesta diaria. Quien es llamado para la educación, tiene que saber que es responsable ante el llamado para educar. Si somos llamados para las clases es porque seremos alguien que puede transmitir e influir en otros de manera positiva y duradera. “El llamado es la huella trascendente del docente”. (Gorrochotegui, 2013, p. 21-25)

El docente líder es el que a través de su experiencia da su conocimiento transformado en educación o enseñanza, y eso no se trasmite solo con clases, libros y estrategias didácticas, se trasmite más bien con su modo de ser, con sus virtudes, cualidades, habilidades, en sí con su liderazgo. Los líderes deben estar en constante desarrollo y aprendizaje, que incorpora inteligencia emocional crucial para alcanzar su potencial. Tener una comprensión clara de quién eres y qué es lo que quieres es el punto de partida para liderar con éxito, pues como lo menciona Gorrochotegui (2013): “El docente nada enseña si no se enseña a sí mismo”.

Para propiciar y lograr el autoliderazgo en nosotros mismos, es cultivando la humildad, que no es buscar el aplauso ajeno, sino reconocer que tienes debilidades y fortalezas, que no necesitas aprobación de los demás cuando actúas con tus propias convicciones. Pues como mencionar el autor: “Debemos recordar que el liderazgo es servir, por tanto, hay que buscar ayudar sinceramente a nuestros alumnos en sus necesidades y ayudar a los compañeros que nos rodean, en pocas palabras, es quien sostiene relaciones positivas con todos, no sirviéndose de ellas para buscar fama, sino para dejar una huella profunda. En consecuencia, tratar de ser bueno en todo lo que haces y dices, y en el modo de relacionarte con los demás. (Gorrochotegui, 2013, p. 32)

“Dar clases es la habilidad de responder ante un grupo de seres humanos que están esperando mucho de su maestro. Esperan de ellos que sean competentes, cultos, amenos, respetuosos, puntuales, claros, sencillos, simpáticos, alegres, con sentido del humor, razonables y con gran capacidad para escuchar y atender a las necesidades de cada uno”. (Gorrochotegui, 2013, p. 52). De acuerdo a lo planteado, es notorio el importante significado que poseen las habilidades del líder en el clima del trabajo en el aula, ya que predominan en estas las capacidades para influir efectivamente en la integración, comunicación, fortalecimiento de valores cooperativos, participación en sentido de los diversos actores del proceso educativo, en prosecución de un bien común enfocado a la formación integral del educando y a la conformación de una visión holística de la escuela como centro abierto a la vida del educando y su ámbito. De allí que la preparación del docente es determinante para sí actuación en el marco de las habilidades básicas que coadyuven un trabajo líder.

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