Conflictos Y Bondades De La Nueva Evaluacion
Enviado por 17622666 • 25 de Mayo de 2015 • 5.138 Palabras (21 Páginas) • 212 Visitas
¿Por qué un currículo de desarrollo humano integral?
El argumento desde la tradición:
Los humanos somos seres de tradiciones, nos alimentamos de ellas, nuestra vida cobra significado y dirección gracias a ellas. Pertenecer a una tradición es sentirse parte de un proceso histórico que nos trasciende, es reconocer que nada importante se construye en una generación, y que el logro de las grandes aspiraciones sólo se da en el relevo de las generaciones, que trabajando sobre un mismo objeto y a la luz de un ideal, van entendiendo mejor su realidad y el idea y el modo de aproximarlos.
Una tradición es un logos, o mejor un diá-logo, del que nos sentimos parte. La tradición es un interlocutor sobre la experiencia del cual elaboramos nuestras propias interpretaciones. La claridad, sistematización, y comprensibilidad y sólida fundamentación de ésta nos sirve de trampolín para elevarnos a una a un nivel superior de experiencia. Al hacer la lectura de una tradición e identificarnos con ella, no podemos menos que tratar de emularla y superarla. Decía el gran educador Pablo Freire "la mejor manera de entenderme es superarme".
Apelar a una tradición es remitirnos a una colectividad de la que somos parte; es reconocernos miembros de una comunidad intelectual que queda convocada al nombrarla. E s reconocer que no se trata de un proyecto capricho individualista, es dar legitimidad a nuestros esfuerzos.
Decía José Martí: "Hombres haga quien quiera hacer pueblos", de este modo resumía el credo central que ha animado a nuestros grandes educadores y liberadores. Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, pretende construir una pedagogía verdaderamente democrática que responda a las necesidades y demandas de la realidad latinoamericana; la escuela debía vincularse a la producción , debía ser al mismo tiempo que un lugar de transmisión de conocimiento, un taller un espacio para el trabajo y la creación .. donde se educara "un hombre distinto con otra capacidad de pensar y otra posibilidad de hacer."
Quizá fue el puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839-1903) el primero en articular con claridad y sistematicidad esta pedagogía del desarrollo humano y el pensamiento. Para Hostos la escuela debía tener una acción directa sobre la mente de la niñez y la adolescencia y "por acción refleja sobre la inteligencia popular" de nuestros pueblos predestinados a completar la obra de la independencia, forjando a martillazos la nueva sociedad".
Así en el discurso en el acto de la investidura de los primeros maestros normalistas de la Republica Dominicana declara: "Todas las revoluciones se habían intentado en la República, menos la única que podía devolverle la salud. Estaba muriéndose de falta de razón en sus propósitos, de falta de conciencia en su conducta, y no se le había ocurrido restablecer su conciencia y su razón... la anarquía, que no es un hecho político, sino un estado social, estaba en todo, como estaba en las relaciones jurídicas de la nación, y estuvo en la enseñanza y en los instrumentos personales o impersonales de la enseñanza... Para que la República convaleciera, era absolutamente indispensable establecer un orden racional en los estudios, un método razonado en la enseñanza, la influencia de un principio armonizador en el profesorado, y el ideal de un sistema superior a todo otro, en el propósito mismo de la educación común... "
En el marco de esa agenda liberadora, ya desde el primer escrito en el que presenta sus ideas educativas, "Puntos para meditar un plan de educación común universal" (1873), establece su concepto de educación y los dos elementos principales para su reforma. Dice al respecto: "Educación", desarrollo reflexivo y voluntario de todas nuestras aptitudes, orgánicas, sensuales, morales intelectuales." Y añade: "Expóngase primero, para llegar después al fondo del problema, el estado actual de la educación en el mundo, y demuéstrese en él el doble error que le sirve de criterio: por una parte, la confusión entre educación e instrucción que por olvidar que el espíritu es un organismo con órganos para funcionar y operar según las leyes propias, pospone el desarrollo natural y racional, lógico y sano del espíritu, a la adquisición de nociones y conocimientos, por otra parte, la clasificación de los conocimientos y su arbitraria distribución según fines individuales y sociales, no según los fines esenciales de la verdad y de la ciencia."
Esta fue la gran hazaña de Hostos: en el marco de su agenda liberadora (ético-política), valerse de los saberes acumulados en su época (que el llamaba científicos) para elaborar una teoría-practica de la educación que contiene otros tres elementos fundamentales:
1ro. Una ciencia acerca de la naturaleza del organismo (en el sentido biopsicosocial) humano y sus condiciones de aprendizaje y desarrollo pleno.
2do. Una epistemología acerca de la organización (clasificación) de los saberes que el ser humano debe apropiarse para alcanzar ese desarrollo pleno.
3ro. Un arte que sobre la base de esa ciencia y esa epistemología, selecciona o construye medios (programas de estudio, métodos, materiales) para el suscitar el desarrollo humano pleno.
Nuestra propuesta curricular intenta ser heredera y actualizadora de esta tradición humanista liberadora que va de Hostos a Freire. Ahora bien, las tradiciones intelectuales perviven en la medida en que se renuevan y nutren con nuevos aportes; en que se actualizan y se contextualizan. En este punto de actualizar y contextualizar queremos ser muy claros. Decía Hostos, en referencia a Fröebel, uno de sus grandes inspiradores: "como sucede siempre con las reformas eficientes, los partidarios de la reforma introducida en la enseñanza primera, se dividen en conservadores, que profesan la inmutabilidad de la reforma en el fondo y en forma concebidos por el reformador; y en partidarios progresistas, que quieren ampliar, extender y mejora la reforma". "Nosotros -añadía Hostos - somos de éstos".
Es desde esta misma perspectiva progresista, que hablamos de la actualidad de la agenda hostosiana; una perspectiva que busca "ampliar, extender y mejorar la reforma" que iniciara Hostos a la luz de los desarrollos en los saberes, en los intereses y valoraciones, en la teoría-practica de la educación, en la experiencia educativa derivada de la implantación de la agenda hostosiana y en la actual circunstancia histórico-cultural de nuestros pueblos latinoamericanos.
El argumento desde lo contemporáneo:
Los sistemas educativos están íntimamente
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