Desarrollo Histórico de la orientación educativa, sus fundamentos y enfoques

República Bolivariana de Venezuela[pic 1]

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”

Núcleo Barquisimeto

ENSAYO:

Desarrollo Histórico de la orientación educativa, sus fundamentos y enfoques.

Estudiante:

Roswelys Castillo

CI. 29.624.595

Carrera: Educación, Mención Inglés

Curso: Orientación Educativa

Prof. Andrea Benítez

Barquisimeto, Junio 2022

Desarrollo Histórico de la orientación educativa, sus fundamentos y enfoques.

        A lo largo de la vida el ser humano se encuentra en situaciones críticas, donde no sabe a donde ir, a quien acudir, qué hacer o cómo actuar. Este estado de confusión mayormente llega en los jóvenes o niños que están experimentando nuevos ambientes, cambios sociales, desorientación vocacional, problemas personales entre muchas otras circunstancias que ocasionan un alto riesgo para la estabilidad emocional y salud mental del individuo. Es por esto que, es de gran importancia la intervención de un orientador en estas situaciones, ya que ayudan el joven a desarrollar actitudes que lo beneficien en su desarrollo personal, además de ir descubriendo sus posibilidades, sus capacidades, y las herramientas para tomar sus propias decisiones de manera acertada, logrando así sus objetivos en las diferentes etapas evolutivas de su vida.

        En este sentido, debido a que estas situaciones de agobio, dudas, estrés y confusión suceden mayormente en jóvenes y niños que asisten a escuelas o instituciones escolares, se han desarrollado programas de Orientación Educativa, buscando contrarrestar estos problemas y actuando como apoyo, guía o consejero, para así contribuir de forma efectiva a su crecimiento, tanto en el aspecto académico y profesional, como en el emocional, moral, social o cognitivo. Dicho esto, la orientación educativa se puede definir entonces como una disciplina de asistencia a personas en proceso de formación, ya sea en el ámbito personal o profesional, que busca estudiar y promover las capacidades pedagógicas, psicológicas y socioeconómicas en pro al bienestar del ser humano.

        Por esta razón se dice que la orientación educativa tiene objetivos muy puntales que fundamentan el desarrollo profesional, personal, emocional y social de los estudiantes, empezando por cumplir un rol de guía para ellos, generando un ambiente donde los jóvenes se sientan cómodos para hablar de sus inquietudes. Otro objetivo fundamental que tiene la orientación educativa es que promueve el desarrollo de habilidades y competencias en los estudiantes para un mejor desempeño académico y social. Además, procura la enseñanza de aspectos como la comunicación, el intercambio de ideas, la aceptación y la correlación para un mejor desempeño a nivel social. Los orientadores tienen el deber de formar, asesorar y guiar a los estudiantes para el beneficio de un futuro pleno, los ayuda a encontrar su lugar dentro de la sociedad, formando seres objetivos capaces de tomar decisiones acertadas para su bienestar personal y profesional.

        Ahora bien, en un inicio se creía que la orientación en las escuelas debía tratarse como un programa en base a los aspectos esencialmente científicos y cognitivos de los estudiantes, donde el orientador debía ser un profesional con estudios rigurosos en la ciencia, tratando a los jóvenes como maquinas del saber modificables, sin adentrarse a sus emociones, pensamientos o a su vida propia, generando intimidación en los estudiantes y ocasionando la poca aceptación en la comunidad de alumnos. Este hecho alarmó a muchos profesionales, entre ellos al educador Estadounidense Frank Pearsons, quien a principios del siglo XX fue el primero en abordar a la orientación como un proceso y fenómeno social, llevándolo a fundar a la primera oficina de orientación y asesoramiento para jóvenes que necesitaran ayuda orientadora.

        Pearsons expresó los fundamentos de este proyecto en un trabajo titulado “Chousin a vocation”, causando impacto en muchos profesionales y generando intereses en esta disciplina, logrando así que otros educadores aporten sus pensamientos y criterios con respecto a la forma de dirigirse a los estudiantes. De este modo, se realizaron talleres, charlas y reuniones tocando temas como las problemáticas del fracaso escolar y las diferencias individuales de los alumnos en el aprendizaje. Además de realizar diferentes investigaciones con relación al comportamiento y las aptitudes que puedan presentar los estudiantes a lo largo de su proceso de formación educativa, todo esto con el fin de alcanzar el bienestar estudiantil y lograr un desarrollo personal y profesional pleno.

        Posteriormente, gracias a los aportes realizados por Pearsons, se comenzaron a hacer investigaciones exhaustivas sobre el impacto de la mente en el desempeño académico y personal, siendo el medico neurólogo Sigmund Freud el principal aportador. Freud abordó la orientación desde una perspectiva del Psicoanálisis, desarrollando estudios en base a la psicología de la personalidad de los estudiantes, fundamentando en la práctica clínica, productiva, deportiva, cultural y educacional, favoreciendo así prospectivamente a la orientación educativa como disciplina social.  

        A partir del año 1950, la orientación educativa tomó un rumbo diferente, dejaron de limitarse al estudio de los jóvenes en base a sus conocimientos y habilidades y comenzaron a evaluar sus motivaciones, sueños, aspiraciones, proyectos, entre otros aspectos que abrieron paso al análisis completo del estudio de toda la personalidad de los estudiantes participes en el proceso de orientación.

Fue en este tiempo cuando los orientadores comenzaron a aplicar métodos de psicoanálisis y técnicas de autosuperación en los estudiantes. Además, emplearon métodos de modificación de la conducta, entre otros recursos psicoterapéuticos. Hasta llevar a la orientación educativa a un auge de estudios basados en las experiencias, valoración de capacidades, motivaciones, análisis de conductas, comportamientos, entre otros aspectos que intervienen en el desempeño social y profesional de los estudiantes a lo largo de su formación académica.

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