ENSEÑAR A PENSAR FILOSOFICAMENTE A LOS NIÑOS
Enviado por MAAI920623UV4 • 23 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 1.899 Palabras (8 Páginas) • 161 Visitas
ENSEÑAR A PENSAR FILOSÓFICAMENTE A LOS NIÑOS: UNA MANERA DE PODER LOGRAR UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA.
En repetidas ocasiones nos hemos preguntado por que la educación a pesar de tantos cambios, reformas, nuevos currículos, programas pensados para mejorar la educación, no han dado resultado, la respuesta ésta en que frecuentemente los encargados de éstos, solo se venían enfocando a partir de la educación primaria, minimizando el nivel preescolar, que como bien sabemos es el pilar a partir del cual los niños se van adentrando a la vida en sociedad.
Es por ello, que el presente escrito tiene como finalidad dar a conocer lo que a partir de un análisis crítico sobre las lecturas analizadas durante el curso de filosofía de la educación, que tiene como objetivo comprender la misma en relación con la realidad a partir de la reflexión de su naturaleza, valores y esencia, eh considerado un argumento muy importante y valioso con el que me identifiqué, es el referente a la posibilidad de enseñar filosofía a los niños; la razón de mi elección es en primer lugar, porque es precisamente en éste nivel para el que nos estamos formando y en segundo lugar, porque la información que a partir de él pude conocer es impresionante y que mejor manera de empezar a cambiar nuestros esquemas de cómo concebimos la educación apoyándonos en éstas posturas, que sin lugar a dudas ofrecen una visión totalmente diferente y renovadora en torno a ella, es preciso mencionar, que para mi postura me eh basado en la propuesta de Lipman, así mismo, apoyándome de otros autores como Freire, Dewey, Kant y Carr.
Ahora bien, el principal problema de la educación es que la mayoría de las veces se concibe al niño como una persona carente de sentido, que no piensa y a quien se le debe llenar de información e instruir para que se comporte de acuerdo a las reglas de la sociedad, es decir, se da un tipo de educación bancaria que parafraseando a Freire menciona que es un tipo de educación que se desarrolla como un proceso meramente adaptativo en el que el profesor solo transmite conocimientos a sus alumnos para que ellos archiven dicha información considerándolos como depósitos que hay que llenar.
Lo que ha traído como consecuencia que se les niegue a los niños la capacidad de pensar, los hemos convertido en seres pasivos, que desde el momento en que forman parte de una institución, los acostumbramos a que se les dé todo, sea de la manera que sea y peor aún que aquello que se les enseña no tenga ninguna relevancia o sentido útil para su vida, por ello, debemos empezar a entender que las escuelas son educativas sólo en la medida en que faciliten el descubrimiento, se necesita una educación significativa, en la que las experiencias que viven los alumnos tanto dentro como fuera de la escuela sean las herramientas que les permitan conocerse a sí mismo, reflexionar sobre sus actos y empiecen a formarse como seres críticos capaces de elegir la vida que desean llevar, tal como lo tal como lo menciona Lipman citado en Carmona (2004) “Se necesita una educación que anime y permita a los niños a pensar por sí mismos, desde sus propios elementos significativos.
Es aquí donde entra en cuestión ¿Es posible que los niños piensen por sí mismos? ¿Por qué enseñarlos a pensar filosóficamente? ¿Es posible hacerlo? De ser así ¿Qué beneficios se obtienen?
Sin lugar a dudas son preguntas sumamente interesantes pero a la vez complejas, por lo que sería importante retomar lo que menciona Lipman citado en Carmona en su programa PFPN (Pensar filosofía para niños) “Es preciso buscar la disciplina que no sólo enseñe contenidos sino que se ocupe, sobre todo, de desarrollar, potenciar y perfeccionar las destrezas y capacidades cognitivas de los alumnos”, por ende, la única manera de lograrlo es mediante la filosofía ya que mediante ésta se tiene la oportunidad de razonar, investigar y formar sus propios conceptos.
Para poder hacerlo es necesario dejar a un lado esos estigmas que se tienen en relación a los niños, claro que pueden pensar por sí mismo, tienen la capacidad de razonar y reflexionar de acuerdo a sus actos, debido a que en edades tempranas es cuando más les interesa todo lo que les rodea, se cuestiona por lo que ven, oyen o viven en sus contexto, tratan de buscar respuestas a lo que les inquieta en ese momento, y lo adecuado es incentivar cada instante estas reflexiones en ellos y sean el medio para desarrollar sus capacidades y destrezas, lo único que hace falta es elegir la metodología adecuada para poder producir un desarrollo avanzado en los alumnos.. “El niño es capaz de pensar y de llevar a cabo reflexiones filosóficas —quizá con más apremio que en cualquier otra edad— porque su relación con el mundo y su urgente necesidad de situarse en él, le hacen cuestionárselo todo”. Lipman citado en Carmona (pag. 22, 2004).
La necesidad de enseñar filosofía a los niños de edades tempranas ésta en el hecho en que se propicia en el aula una comunidad de aprendizaje, en la cual la tarea más importante del maestro es la de proporcionar a sus alumnos experiencias ricas en significado, por medio de situaciones propias de cada uno de ellos, así como también generar el interés por problemas de la vida cotidiana, ya sean sociales, económicos, políticos, etc., y piensen en cómo darles solución de la manera más adecuada posible, favoreciendo así, su autonomía y habilidades de pensamiento que girarán en torno a sus necesidades reales, lo cual coincide con lo que Dewey () menciona: “El pensamiento se genera de las situaciones problemáticas, de las experiencias reales”. Propiciando así diversas formas para que los niños aprendan poco a poco a tomar decisiones con responsabilidad y de cierta manera se vallan adentrado a lo que implica formar parte de la sociedad.
...