El Arte De Enseñar Un Arte

El Arte de enseñar un Arte, La Enfermería.

¿Conocemos el desafío?

El presente ensayo pretende acercarnos a la educación, a través de una breve reflexión sobre las prácticas pedagógicas en Enfermería, realizando un breve recorrido que surge desde el concepto de educación y da pie al Proceso de Enseñanza Aprendizaje en el que se destacan algunos elementos esenciales que a mi juicio he conocido y que de alguna forma han cambiado la visión que tenía de docencia, pues durante mucho tiempo el arte y ciencia de la Enfermería se ha traspasado de la misma forma, es decir, no siempre con las mejores herramientas y competencias en esta área, pensamiento que hoy significa simplemente que existe una gran responsabilidad de quienes participamos en este proceso, del cual no podemos enajenarnos y menos pretender que solo con el interés es suficiente para participar en la formación de los futuros profesionales de enfermería.

Definir la Enfermería como ciencia y arte, arrastra consigo una tradición que se remonta al origen mismo de los pueblos, porque la Enfermería es mucho más que un oficio, es una ciencia en la que se conjugan el conocimiento (método científico), el corazón, la fortaleza y el humanitarismo, como dice Florence Nightingale “La enfermería es un arte y si se pretende que sea un arte requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios?. Es una de las Bellas Artes; casi diría, la más bella de las Bellas Artes”. Su verdadera esencia reside en la imaginación creativa, el espíritu sensible y la comprensión inteligente que constituyen el fundamento real de los Cuidados de Enfermería. (La historia de la enfermería, M. Patricia Donahue).

En la mayoría de la Universidades los Perfiles de Egreso de la Carrera de Enfermería establecen que las áreas de acción de Enfermería son cuatro: Asistencial, Administrativa, Educación e Investigación. Durante mi formación en ocasiones me preguntaba ¿se desarrollan todas estas áreas en el transcurso de la vida profesional?, más bien, desde mi experiencia creo que simplemente terminamos dando mayor énfasis a la capacitación orientada al lugar donde estemos ejerciendo y prácticamente son los saberes disciplinares los que predominan, pues constantemente las políticas nos las exigen y nos llevan a seguir patrones establecidos y normados por otros que determinan nuestro actuar.

Pero en definitiva, independiente en el área en que nos desempeñemos, estamos siendo partícipes y responsables de la formación de los Futuros Profesionales de Enfermería. De todas las áreas de acción de Enfermería la que menos desarrollo tiene es la de educación, me refiero a la conciencia de prepararnos, responsabilizarnos para ejercer esta gran tarea, y reflexionar para comprender qué pasa con nuestra capacidad de formar y la brecha que existe entre la entrega y el fomento de la búsqueda de conocimientos en los nuevos Enfermeros. Debe ser un compromiso personal para con ellos, evaluando nuestro quehacer en las prácticas de aulas y prácticas clínicas, como por ejemplo tomando en consideración lo que nuestros educandos evalúan de nuestro actuar como guía, es decir, ¿lo que nosotros estamos transfiriendo es entendible?, ¿nuestro lenguaje es capaz de encantar a través de lo qué hacemos?, ¿en las prácticas clínicas existe retroalimentación?, ¿logramos comprender o evidenciar los aprendizajes diferenciados en nuestros estudiantes? o simplemente, ¿hacemos autoevaluación de nuestras prácticas pedagógicas?.

El entregar de mejor manera el Arte de la Enfermería requiere sí o sí, conocer más sobre lo que verdaderamente

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