El Lenguaje Oral

EL LENGUAJE ORAL

La lengua, en cuanto a instrumento específico, es interpretada como un contrato o pacto entre el hablante (emisor o expositor) y el oyente (receptor o auditorio), como un objeto real o ideal simultáneamente y como un valor que implica, cuando menos, un compromiso con la verdad y la belleza.

La lengua es el aspecto más obvio del lenguaje humano, pero no es todo el lenguaje, ya que éste está construido también por otros elementos no lingüísticos o paralingüísticos, es decir, los sonidos y vacíos de contenidos, los gestos, ademanes y movimientos, las variantes semánticas introducidas por la entonación o la connotación, etc.

El lenguaje puede ser usado mediante formas escritas u orales, la habilidad para hablar está íntimamente relacionada con la habilidad para conceptualizar, esa habilidad no puede desconectarse del estilo individual de cada persona, lo que distingue a un hablante de otro.

Para la lengua oral es importante, como para la escrita, el uso de la gramática (arte de hablar y escribir correctamente), que codifica y promulga un conjunto de normas establecido y aceptado por el uso.

Así podemos decir que la lengua es un código que se proyecta en la actividad práctica del hombre, entonces también habla de cada individuo dentro de su contexto social, variable con el tiempo.

El estudio de la expresión oral y su aplicación pragmática no se agotan en la gramática y necesita de los aportes de otras disciplinas, de la psicología (proceso de creación y actitud del hablante), la estilística (retórica), la literatura (recursos estilísticos), la sociología (auditorio y público de masa) y las TIC’s (nuevas tecnologías de la información y la comunicación)

Características de la lengua hablada

1. Fenómenos:

1. Fonéticos: la lengua oral es un fenómeno sonoro, por lo tanto no existen signos gráficos para representarla, sin embargo podemos reconocer algunos elementos:

a. Pausas y silencios: las pausas en el lenguaje oral son prácticamente silencios que equivalen a los signos gráficos de puntuación y responden a las pautas de entonación de las oraciones según la actitud del hablante.

b. Silabeo: es un fenómeno que se utiliza para enfatizar un concepto.

c. Sonidos de alargamiento y relleno: es un fenómeno característico del lenguaje oral que se utiliza con fines expresivos o para cubrir vacíos de pensamientos.

d. Sonidos de valor semántico: son sonidos arbitrarios con significados notorios que puedan reemplazar oraciones completas o palabras.

e. Carraspero y tartamudeo: generalmente estos fenómenos aparecen cuando el emisor esfuerza su voz, no está seguro de los que está diciendo o necesita ganar tiempo.

2. Sintácticos: el lenguaje oral tiene mayor libertad en el empleo de estructuras sintácticas, por eso los fenómenos más frecuentes son:

a. Uso de vocablos sueltos.

b. Mayor uso de pronombres personales con función vocativa, imperativa o declarativa.

c. Empleo insistente de nexos gramaticales como frases introductorias.

d. Muletillas: son expresiones o palabras que reiteramos cuando nos perdemos en la exposición u olvidamos lo que teníamos que decir.

e. Respuestas con frases armadas.

f. Construcciones flexibles que permiten la reiteración.

g. Construcciones simétricas o paralelismo sintáctico que favorece la fijación de conceptos.

h. Enunciados ligados a la presencia del referente de manera tal que lo dicho sólo tiene significado para ese enunciado.

i. Los implícitos: el expositor no expresa la totalidad de una oración o párrafo porque comparte con el oyente, asociaciones constructivas comunes y sabe que es capaz de completar la verbalización suprimida.

3. Estilísticos: el lenguaje hablado recurre a los mismos métodos y procedimientos que el escrito, aunque difiere de él con las siguientes particularidades:

a. Repetición: se utiliza para reforzar un concepto.

b. Enumeración: para organizar los elementos de una proposición.

c. Amplificación: se utiliza para completar la idea o el significado.

d. Gradación: se usa para organizar un contenido de lo general a lo particular y/o viceversa.

e. Definición: el orador define el concepto que acaba de expresar, puede ser a través de la descripción, del funcionamiento o por analogía.

f. Explicación: el expositor plantea un concepto o idea desde sus elementos constitutivos, de manera de presentar el significado más claro de ese concepto.

g. Paráfrasis: es una explicación o interpretación amplificada de una idea o un texto mencionado con anterioridad.

h. Demostración: la idea expresada se justifica o demuestra con un elemento concreto.

i. Ejemplificación: es un recurso que le permite al orador introducir al oyente en una idea abstracta a través de un hecho concreto y real.

4. Léxicos: estos fenómenos están estrechamente relacionados a la competencia lingüística del emisor y los recursos que éste utilice para integrar al receptor en su discurso:

a. Selección del vocabulario según la connotación: el emisor, al organizar su discurso, debe tener en cuenta el significado que cada palabra pueda tener para el receptor.

b. Diferenciación entre el uso práctico y privado de las palabras: la selección que el emisor realice debe ser la de la lengua formal para evitar caer en vulgarismos y dobles interpretaciones.

c. Vocablos onomatopéyicos, interjecciones o vocalizaciones: la lengua oral admite, con prudencia y valor estético, la incorporación al discurso de expresiones fónicas que limitan entre lo lingüístico y lo paralingüístico.

d. Ambigüedad: en el habla oral se cae en la ambigüedad, de modo tal que la palabra o la oración dan lugar a distintas interpretaciones, por eso es importante que el expositor contemple siempre un tiempo para las consultas de su auditorio.

2. Emisor/Expositor: los siguientes elementos son los que el expositor debe tener en cuenta en el momento de la exposición.

1. La voz: es el instrumento esencial del expositor, por lo tanto debe reunir las siguientes cualidades:

a. Pureza: la pureza de la voz está estrechamente relacionada con la respiración y la articulación. La primera es un paso importante en el momento de la exposición, ya que es la que determina las pausas en el momento de hablar; la segunda refiere a una serie de posiciones y movimientos del aparato de fonación que puede interrumpir o modificar el sonido producido, una buena articulación está relacionada con la impostación de la voz.

Cuando exponemos debemos evitar: el jadeo (hablar respirando forzadamente por no respetar las pausas para la respiración),

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