El Pedagogo Globalizado
Enviado por nenevolivol • 24 de Marzo de 2014 • 2.632 Palabras (11 Páginas) • 166 Visitas
A lo largo de nuestra vida social y académica hemos pasado por desapercibido una situación compleja de relevancia en el proceso de formación del pedagogo, nos referimos a la valoración del sujeto y por ende, a la constitución de su propia identidad, motivo por el cual hemos decidido plantear el trabajo desde diferentes disciplinas, sin dejar de lado nuestra formación pedagógica con sentido ético, en donde la identidad juega un papel importante que nos ayuda a construirnos en la vida social.
En este ensayo pretendemos exponer, analizar y sobre todo, reflexionar la constitución de la identidad del pedagogo visualizado desde diferentes posiciones educativas. Desde la perspectiva del contexto legal, sociocultural y metodológico estudiada por la psicología en diferentes épocas que están transcurriendo sobre todo retomarlas en el panorama pedagógico y social en la formación del pedagogo.
Dentro del mismo cuestionaremos si la constitución del pedagogo se presenta únicamente dentro de una época o podemos formarnos apoyándonos de las épocas anteriores a nosotros.
Otro punto importante es saber cómo todo aquello que constituye la identidad del pedagogo, al mismo tiempo, nos limita al constituirnos.
Los cambios que se presentan en el ambiente en el cual nos desarrollamos, ¿son identidades definidas o una identidad multifacética? Es un punto de análisis muy importante y difícil de considerar.
Así mismo, dejaremos en claro que un problema en particular, conlleva a otros puntos de conflictos sociales en los que se ve inmersa la construcción de nuestra identidad
Ahora bien, al hablar de la identidad del pedagogo tenemos que reflexionar sobre el concepto de formación, ya que es mediante éste proceso que nosotros, como sujetos encontramos la manera de adaptarnos psíquica y socialmente, para que después retomemos aquello útil que surja de la interacción que tengamos con las demás personas, instituciones y con el mundo mismo. Además la formación de la que tratamos es principalmente la que se da en las escuelas, sin dejar de lado la formación familiar, social y pedagógica.
Como sabemos bien la primera formación que recibimos es en casa (contexto familiar) por lo tanto es donde definimos nuestra identidad con ayuda de las primeras personas con las cuales tenemos interacción es decir nuestros padres.
Enseguida influye el contexto social que es una pieza fundamental para dicha formación, posteriormente recibimos una educación pedagógica o bien una formación formal que está relacionada con la educación en el aula.
En esta formación escolar podemos notar que principalmente se dan las herramientas necesarias para que nos formemos como sujetos capaces de ejercer democracia, respetar los derechos humanos, y sobre todo, de relacionarnos con los demás constructivamente para producir conocimientos y aprendizajes nuevos. Y así poder crear nuestro propio mundo, uno que esté conformado con las soluciones a nuestras necesidades o prioridades.
Un mundo que nos proporcione mejores maneras de vivir y de seguir solventando nuestras necesidades. También es a través de la formación en donde nosotros como sujetos mejoramos o aprendemos lo que hemos sido y pretendemos llegar a ser. Claro está que todos nos constituimos bajo ciertas condicionantes que pronto se hacen limitaciones, como las que nos imponen objetivamente y las que nosotros mismos nos imponemos subjetivamente.
La subjetividad juega un papel importante en la constitución y creación de la identidad del pedagogo, ya que es a través de lo que consideramos “verdad nuestra”, como vamos a ir actuando en sociedad.
De acuerdo con Emilio Durkheim (1955) “la constitución del ser social, hecho en gran parte por la educación es la asimilación por parte del individuo, de una serie de normas y principios, ya sea moral, religioso, ético o de conducta.” Es ahí donde nuestra formación como pedagogos cumple un rol muy importante ya que es la génesis de sentido, es decir, la construcción y transformación de la sociedad. Al respecto, la formación viene dada por condicionamientos a partir de formas de comportamiento, leyes fiscales, instituciones, creencias y tradiciones que tienen las respectivas sociedades y que nos rigen como personas. Por lo tanto, nosotros somos parte fundamental para una mejor preparación, y elaboración de criterio en la formación de los demás, sin dejar por desapercibido un punto muy importante, nosotros como pedagogos, tenemos que seguir en constante preparación para retribuirlo.
Cabe resaltar que uno de los principales teóricos que nos hablan acerca de la formación es Juan Amós Comenio (1986) quien consideraba que “nadie puede creer que es un verdadero hombre a no ser que haya aprendido a formar a su hombre” el autor en esta parte nos exhorta a formarnos como verdaderas personas sociales, siendo útiles para ella, y no llevando una vida desordenada que infrinja con las reglas que nos rigen como sociedad, así también defendía la importancia del poder de la educación, para mejorar al hombre y la sociedad.
Para nosotros es importante resaltar este autor, puesto que cumple con aportaciones bastante interesantes; por ejemplo, mencionaba que la educación debe ser universal, tener orden y método, y que el alumno debería ser el centro de atención, por ello consideramos que es importante para que el pedagogo pueda formarse en la mentalidad del ser social, y con ello garantizar el éxito del aprendizaje
Por su parte, Juan Federico Herbart (1988) nos dice que “La formación del sujeto depende demasiado del momento en el que se encuentra la sociedad de su tiempo, porque nos vamos formando según la interiorización o subjetivación de los conocimientos de nuestra época, la virtud del hombre es que se adapta al objetivo pedagógico en su totalidad”.
Desde nuestro punto de vista consideramos que la interiorización hace referencia a un proceso de autoconstrucción y reconstrucción psíquica, a una serie de transformaciones progresivas internas, originadas en operaciones o actividades de orden externo.
Aunque analizando esto que nos aporta Herbart se puede entender que únicamente somos formados de acuerdo a lo que nos enseñan las personas y situaciones de las que somos parte como seres histostico-social porque el ser histórico implica que nos adaptamos a la realidad que ya está preestablecida, por tanto deviene del pasado, que es otra época, una época de la que no formamos parte, pero de la que si aprendemos y reflexionamos para nuestra formación y que además es una formación social.
A partir de lo anterior, nos cuestionamos sobre la historia
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