IMPORTANCIA MUNDIAL DE LA PRODUCCIÓN DE BOVINO PARA CARNE.

 IMPLANTES Y ADITIVOS

IMPORTANCIA MUNDIAL DE LA PRODUCCIÓN DE BOVINO PARA CARNE

Según Cook (2014) el inventario de cabezas de bovino en el mundo se ha visto incrementado sostenidamente en últimos 50 años desde una cifra de 792,113,000

cabezas en 1964 a un poco más de un billón en 2014. Representando el primer lugar con el mayor número de cabezas de bovino se encuentra la India, con 329,700,000 seguido por Brasil y China, dejando así a México en el décimo lugar de la lista.

De la misma forma, para la producción mundial de carne la Asociación Americana de Científicos (FAS) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos de América (USDA), señalaron en el 2014, que la producción mundial de carne de bovino fue de 58,856,000 toneladas métricas. El país con la mayor producción fue Estados Unidos de América con 11,230,000 tonelada métricas con un 8% de la producción mundial, seguido por Brasil con 9,920,000 TM (16.85%) y la Unión Europea con 7,580,000 TM cubriendo el 12.88%.

Por otro lado, durante el 2013, México se convirtió en el país con el mayor número de exportaciones de bovino de carne, con 1,000,000 de cabezas de ganado, representando un 23.27% del total de exportaciones a nivel mundial. En segundo lugar, Canadá con 990,000 cabezas (23.03%) y en tercer lugar a Australia con 620,000 (14.43%). (FAS y USDA, 2013).

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en 2004 citado por Sansoucy (2005), declaró que la ganadería juega un papel muy importante dentro de la producción total de alimentos, ya que su contribución se incrementa a una velocidad mayor que la de los cereales. Los recientes aumentos en los productos animales parecen ser aún más significativos que los logrados por los cereales a partir de la Revolución Verde, de igual manera mencionan que la ganadería también genera ganancias a través de sus subproductos como el estiércol para combustible, producción de biogás, fertilizantes y acondicionamiento de suelos, así como la venta de pieles.

IMPORTANCIA NACIONAL DE LA PRODUCCIÓN DE BOVINO PARA CARNE

Ruiz en 2004, citado por Cabello y Torres (2010) mencionó que la producción de carne de bovino es una de las actividades fundamentales del sector pecuario en el país. Es la actividad productiva más difundida en el medio rural, ya que se realiza en todas las regiones agroecológicas del país. En México, la ganadería se desarrolla en aproximadamente 110 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente el 60% de la superficie del territorio nacional y los sistemas de producción utilizados van desde los más altamente tecnificados e integrados hasta los tradicionales.

Por otro lado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en 2012 declaró que la carne de bovino contribuye con 23.8% del valor de la producción pecuaria.

La Asociación Mexicana de Ganaderos (AMEG) en el 2012, citada por Román et. al (2012), señaló que para el 2012, el país produjo 1.79 millones de toneladas anuales de carne de bovino, lo que implicó la generación de 1.1 millones de empleos directos y 3 millones indirectos, de los cuales, 873 mil dependen de la engorda intensiva y producción de carne de tipo inspección federal (TIF).

A su vez, la AMEG citada por Román et. al. (2012) apuntó que la engorda intensiva de ganado bovino propicia que en el sector ganadero nacional se mantengan activos alrededor de 717 mil ganaderos, además de 370 mil empleos en el sector proveedor de granos y forrajes y 165 mil empleos en la industria procesadora de la carne. En forma global la engorda en corral asegura en forma directa e indirecta 1,253,450 empleos en el campo mexicano.

Con respecto a la forma de producción de ganado bovino para carne en México, SAGARPA en 2010 citada por Ochoa (2010) señala que esta se desarrolla bajo diferentes contextos agroclimáticos, tecnológicos, de sistemas de manejo y por finalidad de explotación, comprendiendo principalmente la producción de novillos para abasto, la cría de becerros para la exportación y la producción de pie de cría.

Sin embargo, los sistemas básicos de explotación de bovinos para carne son el intensivo o engorda en corral y el extensivo o engorda en praderas y agostaderos en las diferentes regiones del país.

De igual forma SAGARPA determinó que la producción de carne a nivel nacional está representada de la siguiente manera: la región árida y semiárida representa el 33.0%, la región templada aporta el 31.6 % y la región trópico húmedo y seco con el 35.4%

Al hablar sobre la producción de bovino de carne en México se debe tener muy en cuenta las preferencias del consumidor mexicano con respecto a la carne, ya que según El Economista (2009) citado por Almanza (2010) el consumidor percibe la calidad de la carne principalmente, por la higiene, color, ausencia de olores, marmoleo y facilidad de preparación, sin embargo, existen otros atributos que definen la calidad como aspectos sensoriales referidos al color, jugosidad, sabor y contenido de grasa intramuscular en la carne. Por otro lado, existe otro segmento de la población que prefiere carne sin grasa, característica principal en este producto cuando se usan sustancias anabólicas en la alimentación de los bovinos.

ANTECEDENTES Y ORIGEN DEL USO DE PROMOTORES DE CRECIMIENTO

Hace 200 años, la existencia de las hormonas era totalmente desconocida, pero en la segunda mitad del siglo diecinueve un gran número de químicos y fisiólogos comenzaron a producir extractos de hormonas derivadas de glándulas, bilis y orina de los animales. Durante esta época algunos médicos decidieron hacer uso de estos extractos como tratamiento en pacientes y fue así como la palabra endocrino surgió haciendo una referencia a las glándulas de secreción interna (Fritz y Speroff, 2012) Orellana en 2005, cita a diferentes autores en relación a los antecedentes de implantes anabólicos y a continuación se describen.

Durante los siguientes años se presentaron varios acontecimientos importantes en relación a las hormonas, tal es el caso de Allen y Doisy quienes en 1923 fueron los primeros en aislar un estrógeno. Al poco tiempo, en 1925 Loewe informó por primera vez la existencia de una hormona sexual en la sangre de la hembra de diversas especies. Durante el transcurso del mismo año Frank et al. determinaron un principio sexual activo en la sangre de hembras porcinas en estro. Para 1929 Doisy y Butenandt aislaron la estrona a partir de la orina de mujer gestante. Desde 1930 se han sintetizado estrógenos, lo que ha proporcionado la base química para el desarrollo de fármacos sintéticos. Fue así que durante la década de los cuarentas diversos estudios demostraron que las sustancias anabólicas tenían mejor efecto como promotores del crecimiento si permanecían en concentraciones bajas por periodos prolongados, y debido a esto surgió la idea de desarrollar tabletas comprimidas aplicables en forma de implante. El primer producto de este tipo contenía Dietilestilbestrol conocido como DES y se aprobó en 1947 para su uso en pollos de engorda, diez años después se aprobó un implante que también contenía DES para usarse en ganado bovino (Raun y Preston, 2002) Para 1948 Dinusson citado por Muñiz (2008), realizó los primeros ensayos con hormonas en engorda de novillos de la raza Hereford, durante 140 días, repartidos en tres grupos; un grupo sirvió de control, fueron castrados y aumentaron 0.860 kg/día. El grupo tratado con 42 mg de Estilbestrol aumentó 1 kg/día. Los novillos tratados con 50 mg de testosterona aumentaron 0.950 kg/día.

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