LA GASTRONOMÍA ALICANTINA, UN ATRACTIVO MUY APETITOSO

LA GASTRONOMÍA ALICANTINA, UN ATRACTIVO MUY APETITOSO

La gastronomía alicantina se ha convertido, gracias a su diversidad, singularidad, capacidad de creación, riqueza de materias primas y calidad envidiable, en un valor turístico de primer orden.

En las nuevas tendencias turísticas, la gastronomía es, sin duda, un valor añadido para el visitante y una razón de más para viajar y poder degustar las cocinas de los diferentes destinos turísticos. La provincia de Alicante se ha caracterizado siempre por un carácter innovador, creativo y fiel a sus tradiciones, y ha sabido dotar a su gastronomía de su merecido papel de sabor en sus propuestas turísticas. El turismo gastronómico y enológico ha conseguido consolidarse en nuestra provincia como un reclamo más en nuestra importante oferta turística.

Con unos cimientos basados en una tradición gastronómica que viaja pareja a una historia provincial en la que diferentes pueblos asentados en nuestra tierra han ido aportando sus granitos de saber culinario, las buenas gentes de nuestra provincia han asimilado, variado y tomado como propio estos saberes creando un suculento y atractivo abanico de preparaciones y elaboraciones con la tradición como argumento en una apetitosa obra de vanguardia y sabor. Desde los pueblos griegos que introdujeron el aceite de oliva, los romanos que popularizaron su uso a diario junto al pan, el vino o los cítricos, hasta la riqueza de la gastronomía árabe con el cultivo por irrigación de las verduras y cereales, las especias y la preparación de exquisitos dulces, la gastronomía alicantina ha ido evolucionando en una cocina seria, cuidada, creativa y moderna.

Desde el mar y a través de sus lonjas repartidas en nuestros puertos abiertos al mar mediterráneo, los mejores pescados: la lubina, el pargo, el dentón, la dorada, la llampuga, los sabrosos salmonetes, el calamar de potera, los moluscos o los más preciados mariscos como las quisquillas, las cigalas, la langosta o la muy reconocida y apreciada “gamba roja de Denia”, junto a sus cuidadas elaboraciones , cocinados, en guisos, al horno o la plancha, hervidos o elaborados en forma de los mejores salazones de almadraba como la hueva de atún o bonito, la melva salada, el bacalao salado y la reconocidísima mojama alicantina, han convertido a la cocina del mar en uno de los pilares básicos de la gastronomía alicantina. Una gastronomía provincial que se asienta en la base de una tradición culinaria que tiene a la dieta mediterránea como faro y seña identificativa. Desde alicante todos estos sabores del mar son exportados y compartidos con las gastronomía de otras regiones y las elaboraciones propias de nuestra cocina marinera como los guisos de pescado, la innovación de la gamba roja al carbón como ejemplo, y la supremacía nacional en la elaboración de los mejores arroces nacionales, sitúan a nuestra gastronomía en la cima culinaria de las elaboraciones mediterráneas.

La gastronomía alicantina ha conseguido con un enorme esfuerzo e intenso tesón situarse por meritos propios en un lugar preferencial en el panorama gastronómico nacional e internacional. El trabajo y la dedicación de los hosteleros y restauradores de nuestra provincia han dotado a la gastronomía alicantina de una personalidad propia, en la que la riqueza de las materias primas utilizadas y la preparación de cuidadas elaboraciones desde la tradición hasta la vanguardia más creativa, forman una rica y variada amalgama de suculentos platos a los que se le une el ideal maridaje con los vinos de nuestra tierra.

Los productos alicantinos han dado un importante paso en su promoción a nivel nacional e internacional al ser la base de una gastronomía alicantina que se ha situado en un lugar privilegiado del panorama culinario nacional e internacional. Los productos señera de nuestra provincia son

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