LA GERENCIA DEL SIGLO XXI, ADMINISTRACIÓN DEL CAMBIO EN CIENCIAS DE ADMINISTRACIÓN Y ORGANIZACIÓN CORPORATIVA.
Enviado por leslibeth • 16 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 1.947 Palabras (8 Páginas) • 223 Visitas
UNIVERSIDAD YACAMBÚ[pic 1]
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
LA GESTIÓN DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL
(JPGO-713) SECCIÓN: EDO9DOV 2014-3
LA GERENCIA DEL SIGLO XXI, ADMINISTRACIÓN DEL CAMBIO EN CIENCIAS DE ADMINISTRACIÓN Y ORGANIZACIÓN CORPORATIVA.
Autor: Leslibeth Atacho Pge-142-00161v
Octubre de 2014.
INTRODUCCIÓN
Los nuevos sistemas de comunicación y tecnologías han generado en los últimos años el fenómeno de globalización que acerca más fácil y con mayor rapidez las distintas culturas, avances tecnológicos, las economías, entre otros, lo cual propicia la competitividad y a la vez obliga a las empresas e instituciones a modificar estructuras, implementar esfuerzos, cambiar de paradigmas y romper con esquemas administrativos obsoletos que estancan el desarrollo de una organización. Tal como lo comenta Marín (2004) “las organizaciones a nivel mundial están siendo presionadas a gestar cambios trascendentes en sus misiones, estructuras y procesos”, todo esto debido a la globalización, también indica que “muchos de esos cambios les han permitido responder a los desafíos del nuevo entorno” (p.2).
Los cambios en la política comercial y económica debido a la globalización obliga, no sólo como sociedad sino primordialmente como individuos, a ser más competentes en todos los ámbitos de la vida, ya que toda organización está formada por individuos que son los generadores de cambio y portadores de conocimiento. Por ello, se debe contar con una mayor cantidad de conocimientos, decidir con más información y comunicación, así como muchas otras habilidades específicas que cada día aumentan e influyen en el crecimiento de una organización, pues los avances tecnológicos y administrativos se generan con velocidad.
Todo esto exige el cambio constante, como personas, a desarrollar otra cultura social y de trabajo y a su vez a transmitir este conocimiento al entorno organizacional, debido a que cada vez con mayor frecuencia se generan nuevos conceptos y se desarrollan nuevas habilidades; que se deben conocer, entender y saber comunicarlos, por ello es necesario incentivar una cultura que promueva el conocimiento y el cambio, permitiendo así la innovación y competitividad en la empresa.
En base a las consideraciones anteriores, se puede decir que se ha generado una preocupación por muchos autores y estudiosos de la gerencia moderna por establecer teorías que propicien un cambio y desarrollo organizacional constante con el fin de crear empresas más competitivas a lo largo del tiempo y hacer frente a la realidad compleja que experimentan las organizaciones. Por otra parte, el presente documento busca analizar los paradigmas que según autores como Kliksberg y Morín enfrentan la gerencia del siglo XXI.
La Gerencia del siglo XXI. Gerencia del Cambio.
El cambio es la transición de una situación a otra. El cambio implica transformación, alteración, interrupción y ruptura. Todo en el entorno es cambiante y a pesar de conllevar una alteración incomoda de la cotidianidad, todo cambio significa encontrar nuevos caminos y soluciones. En las organizaciones los cambios ocurren en todo momento, tanto externa como internamente.
Es evidente entonces, que existe un constante cambio, los clientes cambian de preferencias y exigencias, los proveedores cambian los precios y especificaciones de las materias primas, los competidores cambian estrategias y producen innovaciones, se crean nuevas exigencias en leyes y normas, entre otras. Por otro lado, internamente las empresas necesitan modificar procesos de trabajo, renovar maquinarias y equipos, adoptar nuevas tecnologías, mejorar las normas de calidad, las personas deben adquirir nuevos conocimientos y habilidades, se deben desarrollar y mejorar los productos o servicios, además de perfeccionar estrategias, por todos estos factores externos e internos que cambian incesantemente, toda organización se encuentra susceptible a cambios en cualquier momento.
En virtud a las señalizaciones anteriores, Chiavenato (2009) aporta que “el cambio ocupa un lugar muy importante en el estudio sobre la viabilidad de la organización. Cuando se hace correctamente, el cambio la prepara para seguir siendo viable y competitiva en un entorno cambiante e incierto” (p.412), por lo que el cambio pasa a ser una forma de subsistencia como respuesta a las nuevas condiciones del entorno. Sin embargo, cuando el cambio se hace incorrectamente, puede destruir a la organización, siendo esto también una forma de cambio. Entonces, el cambio puede ser funcional o disfuncional, pero la ausencia de cambios puede ser más negativa, ya que la obsolescencia y el deterioro de muchas organizaciones ocurre precisamente porque evitan el cambio debido al miedo a las consecuencias que éste originaría.
Por otro lado, es importante señalar que para efectuar cambios organizacionales es necesaria la preparación previa de las personas involucradas, con el fin de que ya éstas apliquen el cambio en su conducta cotidiana, ya que los cambios exitosos sólo ocurren cuando la gente interviene. En otras palabras, para modificar una organización el primer paso es cambiar la mentalidad de los participantes y prepararlos, de otra forma, el cambio será pasajero y todo volverá ser como antes.
Todo cambio impone fuertes presiones, nuevas demandas y retos a las organizaciones, a la administración y a las personas que participan en ellas. Este proceso de revisar y reinventar la empresa requiere de una nueva visión y para ello se requiere un compromiso desde las bases de la institución, que lleve a la aceptación, transformación y adaptación de los cambios propuestos, para que la gerencia del cambio se desarrolle exitosamente. El logro de este éxito implica una gestión estratégica del cambio donde el principal actor es el gerente, que es el agente movilizador del cambio, ya sea que este centralmente involucrado o simplemente guiando o coordinando las actividades inherentes al proceso de cambio.
Para que el gestor del cambio pueda responder a las situaciones complejas y dinámicas que se presentan, debe conocer y aplicar un sistema de valores, cómo lo propone Bernardo Kliksberg, al indicar que las actividades de administración deben dirigirse para la resolución de los problemas fundamentales a los que se expone la organización, sin dejar de lado el entorno de la empresa y tomando en cuenta el carácter humano y psicológico de los integrantes de la organización. Para ello, el gerente debe formular una metodología, diseño organizacional y/o reingeniería de procesos de acuerdo a las necesidades prioritarias de la empresa.
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