LAS CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO EN SITUACIÓN DE APRENDIZAJE

[pic 1]UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

RECTORADO

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO

CURSO DE INICIACIÓN

LAS CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO EN SITUACIÓN DE APRENDIZAJE

Participante: Anny Maldonado

C.I: 14.613.230

San Carlos, 11 de noviembre de 2.018

La persona adulta por lo general desea aprender en pro de todo aquello que le interesa para convertirse en un individuo eminente como profesional y sobresaliente en asuntos morales y éticos. Cabe destacar, que vivimos en un mundo donde constantemente la sociedad  está cambiando y por ende también afecta la educación. Es por ello, que la educación de adultos tiene el potencial de prepararles para enfrentar estas variables y les permite adaptarse de una manera más eficiente. No obstante, el adulto comúnmente tiene la idea que puede hacer las cosas siempre de la misma manera y que no existen otras formas de hacer lo mismo. Pero, si observamos que existen otras posibilidades, nos encontramos con muchas otras convenciones e instrumentos para transformar la forma como elaboramos las cosas. Como es el caso del proceso de enseñanza – aprendizaje para las personas adultas (andragogía).  

        En calidad a lo antes mencionado, ¿De qué manera logrará el adulto aprender para adaptarse a todos estos nuevos cambios? Antes de responder la interrogante, es indispensable conocer antes qué es la andragogía  y cuáles son sus fundamentos.

        La andragogía es una palabra griega que significa hombre y guía o conducción. Según Malcom Knowles (1.913 – 1.997), la andragogía se define como el arte y la ciencia de ayudar a los adultos a aprender. De manera que podemos decir que la andragogía es una respuesta o alternativas para la educación superior, permite el buen desenvolvimiento y avance en la formación de las personas adultas.

        Entre los fundamentos que sustentan la andragogía tenemos:

1. El autoconcepto del adulto se traslada de una personalidad dependiente al de una personalidad autodirigida.
2. El adulto acumula una gran cantidad de experiencias de las cuales se convierten en un recurso creciente y valioso para el aprendizaje.
3. La disposición o prontitud del adulto para aprender se orienta en forma creciente a tareas que desarrollan sus roles sociales.
4. Su perspectiva del tiempo cambia de una en donde se pospone la aplicación del conocimiento al de la aplicación inmediata del mismo, y consecuentemente su orientación al aprendizaje se traslada de uno centrado en el sujeto de estudio a uno centrado en los problemas.

En los adultos y en especial también para las personas de edad, la capacidad de aprendizaje parece depender en mayor medida del entrenamiento, “la motivación” y de una situación de aprendizaje favorable.

Trataremos en primer lugar la motivación como parte del proceso de aprendizaje, ya que, es ella la que nos activa, la que nos mueve y es el impulso que tiene el ser humano de satisfacer sus necesidades.

Según Romero (2.005), la motivación se refiere en general, a estados internos que energizan y dirigen la conducta hacia metas especificas, es decir, mientras más motivado este el participante, más definidas tendrán sus metas, más fructífera será su búsqueda hacia el logro de la misma.

La motivación es uno de los primeros pasos para lograr nuestros objetivos siempre y cuando sea de un deseo constante de superación y guiado siempre por un espíritu positivo.

En el aprendizaje la motivación nos conlleva a nuevos retos así como a la necesidad de aprender cosas nuevas, es decir, aprender a aprender; la mayoría de las personas adultas se resiste al cambio, ya sea por costumbre a lo que ya sabe hacer o por temor al fracaso, entre otras. Esto nos indica que otro de los puntos interesante para alcanzar este aprendizaje se dirige en un deseo de querer “aprender a aprender”.

Existen cuatro virtudes para el buen aprendiz dispuesto a ajustarse a los nuevos tiempos:

1. Las aspiraciones: Los grandes aprendices pueden elevar sus aspiraciones, y esta es la clave. Cuando queremos aprender algo nuevo, nos enfocamos en lo positivo; en lo que ganaremos con este aprendizaje, y esto nos estimula a actuar
2. Conocimiento propio: Es la capacidad del ser humano de reflexionar cuando está equivocado y está dispuesto a mejorar y aprender cómo hacerlo.
3. Curiosidad: La curiosidad es la que nos hace intentar hacer algo nuevo hasta que podamos hacerlo, o nos hace pensar en algo hasta que lo entendamos.
4. Vulnerabilidad: Los grandes aprendices se permiten ser lo suficientemente vulnerables esa situación propia de principiante. En estudios realizados a finales de 1.980, los investigadores Robert Wood y Albert Bandura, observaron que cuando a la gente se le anima para que espere errores y aprenda de ellos, al comienzo del proceso de adquisición de nuevas habilidades, el resultado es un elevado interés,  persistencia y mejor desempeño.

Es importante resaltar, que el facilitador también juega un papel importante en el proceso de aprendizaje del adulto, dado que el docente es más que un mero transmisor de información, es un creador de espacios de aprendizaje y le corresponde gestionar las condiciones que posibiliten organizar las situaciones de aprendizaje las cuales dependen al menos de cuatro factores: a) Se motivación. b) Sus capacidades cognitivas. c) Sus estilos de aprendizaje. d) Los objetivos curriculares a ser alcanzados.

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