“La mejora continua de la educación también es cuestión de salud mental”
Enviado por marcelapacis • 19 de Octubre de 2019 • Trabajo • 2.404 Palabras (10 Páginas) • 168 Visitas
Nombre: Parra Cisneros Marcela
RFC: PACM890520QI0
CURP: PACM890520MDGRSR03
Núm. De Registro: 10IEBO1920070825
Entidad Federativa: Durango, Dgo.
Nivel Educativo/Tipo de servicio/Modalidad/Asignatura/Taller: Educación Primaria, Docente.
“La mejora continua de la educación también es cuestión de salud mental”
Este escrito está inspirado en mí experiencia como docente, pero mi formación no es en el ramo de la educación, pues tengo una licenciatura en Psicología, quiero compartir lo que viví y que a raíz de ello me he puesto a pensar de manera muy marcada los hechos, y de la cual estoy hasta hoy día, busco una solución. Contextualizando un poco, en el 2015 aproximadamente, cubrí un interinato en una escuela de la periferia de la ciudad de Durango, Durango la cual es llamada Primaria Centenario De La Revolución, este lugar lleva ya años de fundado por lo cual está equipado en su mayoría con una infraestructura adecuada, cuenta con siete grupos de los cuales dos son de cuarto año, aunque esto varía dependiendo de la demanda del entorno, en esa ocasión impartí tercer grado, y contaba con 45 alumnos de los cuales una niña era muy nombrada debido a su conducta, llegando a dirección fui advertida de que el único problema en ese salón era esta niña, a la cual nombraremos Ana para proteger su identidad, los maestros en su mayoría con asombro y tono burlón me comentaban que tendría problemas con Ana debido a que era incorregible, palabras más palabras menos, querían anticiparme a algo que no había experimentado aun y del cual por mí misma pude haber hecho mis conclusiones, influencio malamente esos comentarios en mi persona, porque llegue un poco inquieta a presentarme al grupo, llegando observe a todos buscando rápidamente identificar a Ana, para saber si era verdad de lo que me trataron de advertir, y sorpresa que me di, me recibió una niña rubia con su cabello ondulado, muy alta para su edad, y bastante expresiva, me apretó y no me quería soltar, la maestra que me oriento a mi salón de manera agresiva trato de disipar esta muestra de Ana y le comente que no me molestaba. Terminando ese día, me esperaba la madre de la niña externándome de inmediato que venía a recoger los papeles de su hija pues revela que tenía muchos problemas con ella y la escuela, por lo cual decidió retirarla de estudiar y dejarla con ella en casa, la mujer bastante desalineada, un tanto hostil recibió a Ana y en vez de atenderla con un abrazo o un saludo solo la estrujo la saco del salón, tomando camino a la puerta del patio que daba a la calle, en ese transcurso la niña se despidió con un movimiento de manos asiendo seña de un adiós.
Esta experiencia me hizo reflexionar en demasía, era mi primer día y no sabía mucho de las situaciones, solo las advertencias malintencionadas de mis compañeros, que en vez de ayudarme me confundieron más, no justifico mi poca acción ante mi carente experiencia ante la deserción de Ana, pero observe que la niña no tenía ningún nivel de retraso, al contrario mostraba destellos de inteligencia, observe por la convivencia con los demás que tal vez temerariamente podría decirlo, tendría algún tipo de trastorno del estado de ánimo, pues era muy efusiva, intensa, un tanto protagonista, bastante demandante. Preguntas siguieron ¿Qué padecimiento, trastorno o enfermedad tenía Ana? ¿Recibió ayuda u orientación por parte de dirección antes de su deserción? ¿La madre la retiro por su aparente problemática conductual? ¿Accedieron en dirección para no tener problemas o no batallar con ella? ¿Qué atención recibió por parte del anterior docente? ¿Tendrá asistencia psicológica? ¿Dónde quedaron sus derechos como niña? ¿Por qué no se dio una adecuada atención? ¿Por qué no convencieron a la madre en desistir en declinar los estudios de la niña? Me di cuenta al tiempo que todos me felicitaron al saber que la niña se fue, externando comentarios como “Ya no va a batallar maestra” “qué bueno que se fue esa niña” entre otros, me di cuenta con el paso del tiempo que Ana padecía de Trastorno bipolar en la infancia, diagnosticado por un psiquiatra del Centro de Salud Mental del Estado de Durango, información adquirida por conocidos cercanos de la familia.
La Ley General de Educación (2014) estipula en su Artículo 2° “todos los individuos tienen derecho a recibir educación de calidad y, por lo tanto, todos los habitantes del país tienen las mismas oportunidades de acceso al sistema educativo nacional, con solo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones generales aplicables” (p. 1) De igual manera la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917) nos indica que todos los individuos tienen indudablemente el derecho a recibir educación, sin ninguna restricción. Circunstancias que se pasaron por alto en el caso de Ana porque nadie respeto ese vital derecho que tiene, y se pudo evitar.
En este ensayo quiero remarcar la importancia que tiene el contar con un equipo de psicólogos, por platel para poder detectar, prevenir y orientar de manera adecuada a los alumnos, docentes y padres de familia para evitar la deserción por un inadecuado manejo de los hechos, en la circunstancia de Ana, se pudo haber prevenido muchos atropellos cometidos, circunstancia que se pudieron haber detectado con un buen diagnóstico inicial del caso, basados ciertamente en todos los focos rojos que se venían mencionando en el círculo de convivencia de la infante, además de la conducta observable del día a día.
Por otro lado habría que explicar que si existe atención específica por parte de algunas instancias para poder atender algunos trastornos clasificados en el DSM-V (2014) como los siguientes, trastornos del desarrollo neurológico, discapacidad intelectual, trastornos de la comunicación, trastorno de espectro autista, trastorno de déficit de atención o hiperactividad, trastornos motores, entre otros trastornos neurológicos. De los cuales son atendidos por los Centros de Atención Múltiple (CAM) y las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER). Mas no especifica la atención para alumnos con trastorno bipolar, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivo, entre otros, que son de vital importancia atenderlos de la misma o mejor manera. (SEP, 2019)
El American Psychiatric Publishing (2014) establece que un trastorno mental es un síndrome que se caracteriza por alteraciones clínicamente significativas del estado cognitivo, la regulación emocional o del comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental. (p.5) En otras palabras las enfermedades o trastornos mentales son afecciones que repercuten en el pensamiento, en los sentimientos, en el propio estado de ánimo y sin lugar a dudas en nuestro comportamiento. Las enfermedades mentales pueden ser ocasionales o duraderas y afectan la capacidad del individuo para relacionarse con los demás y funcionar en su cotidianidad. (MedlinePlus, 2019, párr. 1)
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