Mi Temario De Carrera Magisterial
Enviado por matildeveragrez • 26 de Abril de 2014 • 5.672 Palabras (23 Páginas) • 297 Visitas
TEMARIO
PLAN DE ESTUDIOS 2011 (10%)
INRODUCCIÓN
Con la promulgación del Artículo Tercero Constitucional en 1917 y la creación de la
Secretaría de Educación Pública en 1921, la educación y el sistema educativo se
consolidaron como un motor poderoso y constante para el desarrollo de la sociedad
mexicana. Desde esa fecha, y hasta la primera década del siglo XXI, la educación pública
ha enfrentado el reto de atender una demanda creciente y el imperativo de avanzar
en la calidad del servicio educativo y sus resultados.
A lo largo de este proceso, la expansión y adecuación del servicio educativo ha
sido constante. La cobertura, como prioridad, impuso un conjunto de programas, prácticas,
instituciones y relaciones que dieron forma y rumbo al sistema educativo nacional
hasta la última década del siglo pasado.
La transformación social, demográfica, económica, política y cultural del país en
los últimos años del siglo XX y los primeros años del XXI marcó, entre otros cambios
importantes, el agotamiento de un modelo educativo que dejó de responder a las condiciones
presentes y futuras de México.
La sociedad mexicana en el siglo XXI es resultado de la fusión o convergencia de
diversas culturas, todas valiosas y esenciales, para constituir y proyectar al país como
un espacio solidario y con sentido de futuro.
Hoy día, nuestro país construye y consolida una sociedad de ciudadanos con derechos
plenos, donde las personas y los colectivos cobran protagonismo y nuevas responsabilidades
frente al Estado, sea como promotores, acompañantes, gestores o vigilantes de políticas públicas,
que articulan visiones y esfuerzos para diseñar propuestas cuya amplitud e importancia,
con frecuencia, trasciende la formalidad de las estructuras y organizaciones gubernamentales,
para convertirse en acciones incluyentes que expresen e integren a la sociedad en su conjunto.
En este contexto, el sistema educativo moviliza recursos e iniciativas del sector público
y de la sociedad para dar a la educación una orientación firme hacia la consecución de
condiciones propicias de equidad y calidad, particularmente en el ámbito de la Educación
Básica, e instala sinergias que favorecen las oportunidades de desarrollo individual y social,
para el presente y el futuro del país.
La renovación permanente y acelerada del saber científico y tecnológico, así como
el tránsito de una economía centrada en la producción a otra donde los servicios cobran
preeminencia, hasta llegar a la economía centrada en el conocimiento, ha detonado en
reformas de fondo en los sistemas educativos. Se trata de reformas que consideran diagnósticos
internos y experiencias internacionales, cada vez más cercanas y comparables
entre sí en visiones, experiencias y saberes.
En este sentido, hay referentes internacionales aceptados como pertinentes y valiosos
acerca de la educación, sus procesos y resultados, que es necesario tener en
cuenta en todo esfuerzo de avance o mejora que se aplique en el sistema educativo
nacional.
Por tanto, el sistema educativo debe organizarse para que cada estudiante desarrolle
competencias que le permitan conducirse en una economía donde el conocimiento
es fuente principal para la creación de valor, y en una sociedad que demanda nuevos desempeños para relacionarse en un marco de pluralidad y democracia internas, y en un mundo global e interdependiente.
La escuela debe favorecer la conciencia de vivir en un entorno internacional insoslayable: intenso en sus desafíos y generoso en sus oportunidades. También precisa fomentaren los alumnos el amor a la Patria y su compromiso de consolidar a México como una nación multicultural, plurilingüe, democrática, solidaria y próspera en el siglo XXI.
Con estos propósitos y una mirada prospectiva, la Reforma Integral de la Educación
Básica recupera y orienta los aportes de la educación pública mexicana que, a pesar de la dinámica demográfica registrada durante la segunda mitad del siglo XX y de condiciones económicas y sociales desafiantes, logró incrementar de manera gradual y sostenida indicadores de escolaridad de la población en edad de cursar a Educación
Básica y los niveles de logro educativo durante las últimas décadas.
Desde la visión de las autoridades educativas federales y locales, resulta prioritario
articular estos esfuerzos en una política pública integral capaz de responder, con oportunidad y pertinencia, a las transformaciones, responsabilidades, necesidades y aspiraciones de maestros, niñas, niños y jóvenes,* y de la sociedad en su conjunto, con una perspectiva abierta durante los próximos 20 años; es decir, con un horizonte hacia
2030 que oriente el proyecto educativo de la primera mitad del siglo XXI.
En este horizonte la educación, sobre todo la básica, tiene como punto de partida, necesariamente, una proyección hacia el futuro, ya que es fundamental en tanto educa
y forma a las personas que requiere el país para su desarrollo político, económico, social y cultural, porque en ella se sientan las bases de lo que los mexicanos buscamos entregar a nuestros hijos; no cualquier México sino el mejor que esté a nuestro alcance.
LA REFORMA EDUCATIVA EN EDUCACIÓN BÁSICA
ANTECEDENTES
L a Reforma Integral de la Educación Básica tiene un vínculo de continuidad que integra
una suma de esfuerzos precedentes, porque recupera la visión que tuvo José Vasconcelos para reconocer, en la universalidad de la educación, el espacio propicio para construir y recrear nuestro ser como mexicanos; el esfuerzo metódico y constante desplegado para organizar el Plan de once años, impulsado por Jaime Torres Bodet, que logró movilizar recursos económicos, fiscales, políticos y sociales, para proyectar en su momento una meta, sin duda necesaria, pero que parecía inalcanzable: la expansión y el mejoramiento de la educación primaria, la fundación del Instituto de Capacitación del Magisterio y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos; la visión de futuro y el impulso para generar instituciones que trascendieron en el tiempo, que tuvieron Víctor Bravo Ahuja y Fernando Solana Morales, el primero al fundar el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Unidad Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas en el Instituto Politécnico Nacional; el Colegio de Bachilleres; la Universidad Autónoma Metropolitana, y la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología,
...