PROCESOS VS TEMAS

Notas para el diseño de Programas bajo el enfoque por competencias.

Hasta hace poco estuvimos trabajando con programas centrados en la temática (algunos lo siguen haciendo), lo cual nos llevaba a hacer hincapié en los hechos, leyes, principios y teorías de la disciplina (incluyendo la historia). Las orientaciones inherentes a esta forma de organizar las actividades en el aula se corresponden con el paradigma de la enseñanza; el cual consiste, en una transmisión de “contenidos” desde el docente o el libro de texto, hacia el alumno. De los métodos utilizados, el expositivo es la más utilizado, mientras que la memorización es la actividad esencial que realiza el alumno. De esta forma, el aprendizaje suele convertirse en algo pasivo y su finalidad es la acumulación de información. En consecuencia, las actividades de evaluación se alineaban para verificar la cantidad y calidad de conocimientos que el alumno poseía en un momento determinado.

Con el enfoque por competencias, los programas deben estar centrados en el proceso, y buscar de forma prioritaria el desarrollo en el alumno, de la actitud y modos de operar propios del científico. Por consecuencia, no importa tanto el contenido de lo que se aprende, como el desarrollo de la habilidad de aprender a aprender. La finalidad del enfoque es eminentemente formativa; busca que el estudiante sea capaz de formularse preguntas sobre la realidad que le rodea y de utilizar los procedimientos científicos para responderlas. Así, el “modo hipotético” es la forma principal de enfrentarse a un problema y el punto de partida del proceso enseñanza—aprendizaje.

El alumno actúa (acompañado por el Profesor), como un pequeño descubridor, trabajando individualmente o en equipo. Este aprendizaje por descubrimiento aumenta la motivación intrínseca, favorece la fijación y el recuerdo de la información; desarrolla la capacidad operativa de la mente y facilita la aplicación de lo aprendido a nuevas situaciones. El diseño de un programa centrado en los procesos, puede parecer inicialmente una tarea inaccesible pero, como indica R. M. Gagnè (citado en Sánchez 2000), las complejas conductas del científico pueden descomponerse en actividades más simples, muy generalizables de unas materias a otras, de fácil aplicación de unos campos a otros y susceptibles de ser aprendidas de forma secuencial.

Ejemplo de estos procesos científicos básicos y simples son: observar, medir, clasificar, comunicar, inferir, predecir.

Otros procesos más complejos están integrados por procesos básicos, y son más difíciles de aprender y aplicar, tales como: controlar variables, interpretar datos, formular hipótesis, definir operativamente, formular modelos, etc. Estos procesos, aunque especialmente desarrollados en el campo de la enseñanza de las ciencias naturales, pueden y deben aplicarse en cualquier otra área de las ciencias humanas.

Si asumimos como en Tobón (2006), que las competencias son procesos complejos de desempeño con responsabilidad e idoneidad, en un contexto determinado. Podemos identificar con facilidad la correspondencia entre el enfoque por competencias y los programas diseñados por procesos.

De acuerdo con lo anterior, la competencia “Argumenta la solución de un problema, obtenida con métodos analíticos, mediante el lenguaje verbal, matemático y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación”, implica lo siguiente:

Argumentar. De acuerdo con Sánchez (op. cit.) es un proceso para probar o refutar una proposición o tesis que se analiza desde las premisas básicas hasta la conclusión. Para la competencia que se analiza, el proceso de argumentación se desarrolla utilizando el lenguaje verbal y/o matemático, además de emplear las tecnologías de la información y la comunicación.

Marzano

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