Pae De Gineco Preclampsia
Enviado por garmm • 3 de Enero de 2014 • 15.392 Palabras (62 Páginas) • 663 Visitas
ASIGNATURA
GINECO-OBSTETRICIA
CATEDRATICA
DRA. LORENA C. HERNANDEZ DE LEON
TRABAJO
PROCESO DE ATENCIÓN DE ENFERMERÍA APLICADO A UNA PERSONA DE SEXO FEMNINO QUE PRESENTA PRECLAMPSIA
ALUMNOS
GARY MAZARIEGOZ MORALES
FRANKLIN R. GUILLEN FAVIEL
SEMESTRE
QUINTO
TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS. NOVIEMBRE DE 2013
OBJETIVOS
Objetivo general:
Dar a conocer más acerca de la elaboración del proceso de atención de enfermería y su historia y como también dar a conocer el estado de salud de la persona que estamos valorando y conocer a fondo el problema que se le diagnóstico.
Detectar los problemas de salud tanto reales como potenciales del individuo y emplear medidas de prevención para disminuir los riesgos de la paciente a si como realizar la valoración de las 14 necesidades de acuerdo el proceso de atención de enfermería a una persona en la etapa adulta joven brindando cuidado eficaz y poder brindarle una mejor atención de acuerdo a sus necesidades
Objetivo específicos:
Dar a conocer el problema que tiene el paciente y como fue evolucionando con los cuidados brindados.
Lograr profundizar y aprender más acerca de los cuidados de enfermería y sus modelos de Virginia Henderson.
Profundizar mis conocimientos acerca de la elaboración del proceso de atención de enfermería.
Proporcionar intervenciones de enfermería en relación a las necesidades básicas y afectadas identificadas mediante la valoración de enfermería.
Fomentar el hábito higiénico personal y de la vivienda.
Proporcionar educación para la salud sobre temas relacionado a la salud con el fin de prevenir enfermedades, Crónicas degenerativas, digestivas, respiratorias y cardiovasculares.
Vincular conocimientos teóricos y prácticos obtenidos durante mi formación profesional.
Dar a conocer programas e instituciones que beneficien su salud individual, familiar y comunitaria.
MARCO TEORICO
EVOLUCIÓN HISTORICA DE LOS CUIDADOS DE ENFERMERÍA.
ETIMOLOGÍA DE LOS CUIDADOS DE ENFERMERÍA.
El análisis antropológico del concepto enfermería contribuye en gran medida a la clarificación del significado histórico del mismo. El termino anglosajón nurse con el que se designa la enfermería se deriva de palabras latinas tales como nutriré (alimentar) y nutrir (mujer que cría). Conforme a la sociedad fue evolucionando, estas palabras fueron ampliando su significado para adaptarlo a nuevas realidades que iban surgiendo como tales como la aparición de mujeres que lactaban y criaban niños de otras (nodrizas). La palabra enfermería es mucho más reciente que el término “enfermedad” (infimitas) y tal vez por ello, paradójicamente, define de forma mucho más concreta la actividad del cuidador restringiendo la misma a los cuidados de los enfermos (cuidador de enfermos/enfermero/a), lo cual ha llevado a confusión a la hora de interpretar de forma demasiado estrecha una actividad ancestral que desde sus orígenes se ha ocupado de tareas que iban más allá del cuidado del enfermo. En consecuencia, cabe afirmar que, desde los orígenes del hombre las actividades de enfermería tiene su reflejo en los cuidados más elementales, que son relacionados con la supervivencia: los cuidados durante el parto, la crianza, la lactancia y el destete.
La perpetuación de las sociedades tribales dependían del nivel del éxito en tales cuidados como dada la extremada mortalidad que acechaban ese delicado periodo del que dependía la reproducción, mantenimiento y mejora del precario sistema social de la época. De esta situación se deduce dos factores trascendentales en la historia de la enfermería: el gran protagonismo de la mujer y la importancia de los cuidados directamente implicados en la satisfacción de las necesidades de supervivencia en general y de alimentación, en particular. Todo lo que de bueno o malo haya tenido y tenga la enfermería proviene de ese núcleo original cuyo carácter vertebrado no debe pasar desapercibido para los historiadores de la enfermería contemporánea.
ORIGEN DE LAS PRÁCTICAS DE CUIDADOS; SU INFLUENCIA EN LA PRÁCTICA DE LA ENFERMERÍA.
Desde el comienzo de la vida, los cuidados existen, ya que es necesario “ocuparse” de la vida para que esta pueda persistir, durante miles de años, los cuidados no fueron propicios de un oficio y aún menos de una profesión. Eran los actos de cualquier persona que ayudara a otra asegurarle todo lo necesario para continuar su vida, en la relación con la vida de grupo.
La historia de los cuidados se perfila alrededor de dos grandes ejes que originan dos orientaciones. La primera orientación es la que se inscribe en la historia de todos los seres vivos desde el principio de la historia de la humanidad: asegurar la continuidad de la vida del grupo y de la especie, teniendo en cuenta todo lo indispensable para asumir las funciones vitales. Esta necesidad de asegurar cada día el mantenimiento de las funciones vitales da lugar a un conjunto de actividades indispensables de las que se hace cargo hombres y mujeres; dichas tareas se organizan alrededor de una serie de necesidades fundamentales: sustentarse, protegerse de la intemperie, defender el territorio, salvaguardar los recursos, etc. La organización de estas tareas da origen a la división sexual del trabajo, que marcará en forma determinante según las culturas y las épocas, en la vida social y económica.
Todavía, actualmente, esta expresión corriente, cuidar de, ocuparse de, transmite el sentido inicial y original de la palabra cuidado. Cuidar es, por tanto, mantener la vida asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades indispensables para la vida, pero que son diversas en su manifestación. Esto ha sido y seguirá siendo el fundamento de todos los cuidados. Todo esto ha dado lugar a prácticas y hábitos de vida partiendo del modo en que los hombres y las mujeres aprenden y utilizan el medio de vida que les rodea; de ahí la diversidad de prácticas, que se perpetuán de forma duradera, generan por si misma ritos y creencias.
A partir de esta primera orientación y para encontrar todo lo fundamental para el mantenimiento de la vida, surgen preguntas sobre lo bueno y lo malo, para permitir así que prosiga la vida de los individuos y del grupo, para rechazar la muerte, dando origen a la segunda orientación.
La orientación metafísica nace de discernir lo que es considerado como bueno o como malo. Esto interpreta y designa las fuerzas benéficas y maléficas portadoras del mal, enfermedad y la muerte.
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