RECURSOS DIDÁCTICOS FRACCIONES 4º
Enviado por Cecilyiah • 31 de Agosto de 2014 • 3.086 Palabras (13 Páginas) • 335 Visitas
RECURSOS DIDÁCTICOS FRACCIONES 4º
Introducción:
Comenzaremos aclarando qué se entiende en Educación Matemática por recurso y material didáctico. En principio, son varias las definiciones que se han propuesto para estas nociones, con diferencias importantes entre algunas de ellas. Por ejemplo, Álvarez (1996) prescinde del término recurso y utiliza sólo el de material didáctico para referirse a “todo objeto, juego, medio técnico, etc. capaz de ayudar al alumno a suscitar preguntas, sugerir conceptos o materializar ideas abstractas” (p. 9). De forma similar se expresan Alsina, Burgués y Fortuny (1988) al afirmar que “bajo la palabra <<material>> se agrupan todos aquellos objetos, aparatos o medios de comunicación que pueden ayudar a describir, entender y consolidar conceptos fundamentales en las diversas fases del aprendizaje”.
Estos autores tampoco usan el término recurso aunque precisan más y en una posterior clasificación de materiales incluyen los diseñados con fines educativos como caso particular, al igual que los materiales para leer (cuentos o cómics) o los dedicados a la comunicación audiovisual como el retroproyector o el vídeo. Por su parte, Hernán y Carrillo (1988) utilizan abiertamente ambos términos aunque da la impresión de que el recurso lo consideran una noción más general que incluye a la de material didáctico.
Al reflexionar sobre la relación existente entre los recursos y los materiales didácticos, Coriat (1997) opta por hacer explícita la diferencia entre ambos términos. Para este autor los materiales didácticos se crean con fines exclusivamente educativos, mientras que los recursos los considera utensilios no diseñados específicamente para el aprendizaje de un concepto o procedimiento matemático que el profesor decide integrar en su práctica educativa. Según esta caracterización, serían recursos la pizarra y la tiza, el papel, la calculadora y el ordenador, entre otros. En cambio, el libro de texto, las fichas de trabajo elaboradas por el profesor, los pentominós, el geoplano y programas como Cabri-Géomètre o Derive, son ejemplos de material didáctico.
No obstante, debemos señalar que los buenos materiales didácticos se suelen utilizar también en situaciones para las que no fueron diseñados inicialmente, de modo que en la práctica no existe una delimitación tan clara entre ambas nociones.
Clasificación:
Los materiales didácticos de interés para la enseñanza-aprendizaje de la matemática
pueden clasificarse de diferentes maneras según los criterios que se elijan para ello.
Algunos criterios de clasificación son: la versatilidad, esto es, la capacidad de ser
empleados para estudiar un mayor o menor número de conceptos o propiedades
matemáticas distintas; la edad escolar para la que resultan adecuados; la vinculación
prioritaria con un concepto matemático determinado; el tipo de material físico que les da soporte (Rico y Segovia, 1999).
De las posibles clasificaciones que se pueden establecer nos interesa resaltar aquella que distingue entre materiales didácticos manipulativos (policubos, bloques multibase,...) y virtuales o no manipulables (software didáctico, materiales escritos, medios audiovisuales). Los materiales que utilizaremos en el Curso serán del primer tipo.
Utilización de recursos y materiales didácticos:
Los recursos y materiales didácticos suelen originar en la mayoría de los profesores de
matemáticas en activo y en formación, una serie de cuestiones y problemas relacionados principalmente con su utilización. En los siguientes apartados presentamos algunas ideas en torno a este tema.
Recomendaciones desde el currículo:
La utilización de estos objetos en el aula se contempla en el Currículo de Matemáticas
para Educación Primaria. Así, entre las orientaciones didácticas que se
proponen para Primaria, destaca la siguiente:
“Será conveniente proporcionarse todos los recursos que faciliten la actividad
docente y que contribuyan al aprendizaje del alumno. [...] En estas edades...la
manipulación de objetos concretos y familiares constituye el primer paso en el
proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas. Por esta razón, parece
indispensable poder contar con materiales sencillos y de fácil adquisición para
trabajar el aspecto manipulativo (frutas, bolas, corchos, etc.), junto a los materiales
comercializados (ábacos, regletas, bloques, etc.)” (MEC, 1992, pp. 76-77).
Rico (1997) aún da más importancia al uso de los recursos y materiales didácticos en el
aula al considerarlos como uno de los organizadores del currículo, es decir, una
componente fundamental para articular el diseño, desarrollo y evaluación de unidades
didácticas, ya que por su diversidad pueden emplearse en la enseñanza de casi cualquier tópico matemático. Otros organizadores del currículo serían: la fenomenología del conocimiento matemático, los errores, dificultades y obstáculos de aprendizaje, las representaciones y modelizaciones, y la historia de la matemática.
Modalidades de uso:
Los recursos y materiales didácticos se emplean en Educación Matemática con tres
objetivos diferentes:
1. Para favorecer la adquisición de rutinas. Existe un tipo de material didáctico que está diseñado para cumplir una función muy específica, principalmente de consolidación de conceptos o ejercitación de procedimientos. Piénsese por ejemplo en el dominó de fracciones. Aunque estos materiales tuvieron mucha aceptación a mediados de los setenta y los ochenta, Barba y Esteve (1996) sostienen que no han funcionado y suelen mostrar una vida efímera.
No obstante, estos autores proponen como actividad de interés la construcción por parte de los alumnos de algún material de esta clase.
2. Para modelizar ideas y conceptos matemáticos. Tal como señalan Castro y Castro
(1997), “[...] los materiales didácticos permiten una presentación sobre soporte físico de determinados conceptos. Así ocurre...con el geoplano que ofrece un modelo para el estudio de algunas propiedades geométricas de las figuras planas. [...] el modelo ofrece al usuario, generalmente resolutor de un problema, un esquema que sustituye al concepto original y que, por sus cualidades, está mejor adaptado a la naturaleza del pensamiento humano que el original” (p. 111). En los mismos términos se expresan Barba y Esteve (1996): “Si un alumno no es capaz de resolver un problema de manera abstracta, tendría que fabricarse
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