SEMINARIO DE TEMAS SELECTOS
Enviado por verolaguna • 11 de Junio de 2014 • 2.165 Palabras (9 Páginas) • 268 Visitas
Problemática general de la motivación.
Si los fines, este "por qué" se enseña, o incluso los objetivos o los temas del aprendizaje pueden variar mucho según los profesores, la cuestión de la motivación aparece como un "denominador común" para la concertación y la investigación pedagógica.
El alumno motivado se manifiesta en el grupo-clase por distintas conductas, en dos palabras, siente placer y deseo en ejercitarse y aprender educación física.
El término "motivación", relativamente reciente, deriva de la palabra "motivus", esto es, hace referencia al movimiento, es decir, que cl que la posee pasa a la acción. El verbo "motivar" significará también justificar mediante razones, y -en este sentido es en el que nos intercsa-"provocar, suscitar".
La motivación se ha concebido por muchos autores como un impulso que surge del organismo; se habla de pulsiones, de dinamismo, de necesidades. Para otros autores se trataría de un atractivo que emana de los exteriores a la persona. Remitiéndonos a J. Nutlin nos situaremos en la de la dinámica del comportamiento que remite la persona a su en tomo y dos nociones, la noción interiores y la de los atractivos exteriores.
La motivación puede definirse como "toda tensión afectiva, todo sentimiento susceptible de desencadenar y sostener una acción en la dirección de un fin"
Esta motivación como una fuerza producida por las necesidades que obra hacia un fin, estando influenciada por las distintas condiciones del medio.
La motivación es una realidad muy diversificada. Cada alumno, por el contrario, vive y reacciona de modo personal ante los distintos estímulos del entorno pedagógico, en función de sus propias necesidades.
La motivación también es una realidad dinámica. Es un hecho corriente que la motivación aparece, se desarrolla, desaparece, renace en los alumnos, según las circunstancias y las intervenciones que surgen en la vida escolar de los jóvenes.
En definitiva, la motivación de cada alumno en clase hay que considerarla como un verdadero comportamiento, que es el resultante de una diversidad de factores, entre los cuales destacamos la imaginación y la voluntad de intervención del profesor.
FINES Y NECESIDADES PROPIOS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
La motivación: fuerza producida por las necesidades y orientada hacia un fin. Cuando hablamos de fines, nos referimos a los fines o propósitos del alumno que conviene distinguir de lo que se llama "objetivos", que surgen de una decisión del profesor.
a. Fines de repercusión posterior a la práctica de la Educación Física
Se deduce de esto que, por tratarse del cuerpo, del movimiento, corresponderá al "después", o a "lo exterior" del curso de educación física.
Sin lugar a dudas, no todos los alumnos tienen las mismas razones para actuar, ni las mismas miras, y bastantes de ellos no tienen ninguna, si no es la de pasar una hora lejos de la presión del trabajo escolar.
b. Fines externos o ajenos a la Educación Física propiamente dicha
Lo que hay que destacar aquí, es que el fin es normalmente ajeno al acto mismo de aprendizaje, externo al mundo de la educación física. Se asocia a una tarea ingrata, al miedo a un castigo o a la esperanza de una gratificación; es la pedagogía del "palo y la zanahoria", sistema que la institución escolar construye y reconstruye periódicamente para paliar la ausencia de verdaderas motivaciones.
c. Fines de consecución inmediata
Son las tareas que el profesor propone a los alumnos a lo largo de la sesión, tareas recibidas, no como órdenes venidas del exterior y que hay que ejecutar por obligación, sino como acciones que realizar, como dificultades que afrontar, como acciones que verdaderamente les implican. Toda la metodología para la enseñanza de los ejercicios, que constituirá lo esencial de este trabajo, se articulará alrededor de la noción de "fin de la tarea", que será ampliamente desarrollado en las páginas siguientes.
DIFERENTES TIPOS DE NECESIDADES
P. Osterrielh observa en el niño y en el adolescente una necesidad de crecer, que es de hecho una necesidad de "tender hacia el estado adulto, de superar su infantilismo, de expresar su propia existencia y confirmar sus posibilidades de éxito, de realizaciones, de proyectos..."
La necesidad de movimiento, a la que se asocia frecuentemente la necesidad de divertirse y la de jugar en el sentido más natural, más instintivo del término.
Situándonos directamente en una perspectiva metodológica, es decir, considerando solamente las acciones pedagógicas que estas necesidades sugieren, y sin pretender ser exhaustivos, efectuarnos algunas agrupaciones en toda esta variedad de necesidades:
a. La necesidad de descubrir, de ensayar, de experimentar.
En este grupo adivinamos la actitud del alumno frente a la novedad, frente a la originalidad de nuestras propuestas, su curiosidad que le impulsa a penetrar en la actividad.
b. La necesidad de imitar, de identificarse.
Evocan la seducción que ejerce sobre ellos la persona del maestro, de un compañero, de alguien más dotado de un deportista de alto nivel.
c. La necesidad de conocer, de comprender la razón de ser, la utilidad, el objetivo de la actividad.
Esta categoría, de naturaleza cognitiva, debe relacionarse con esta ley pedagógica bastante conocida de que "cuanto más clara sea para el alumno la percepción de los fines a qué atenerse, mejor comprenderá la utilidad de su acción y el profesor tendrá la oportunidad de verles centrarse sobre la tarea y progresar en ella."
d. La necesidad de comunicar sus soluciones a otros, de ayudar, de cooperar, de participar incluso en la acción del profesor.
Pero si en la clase cierto número de alumnos necesitan expresarse a través de la acción, y exteriorizarse por resultados concretos, otros serán sensibles a lo que afecta a su propia persona, a su bienestar, al simple del movimiento, a su equilibrio nervioso, al descubrimiento y conocimiento de sí mismos.
e. Necesidad de conocerse, necesidad de calma, de silencio, de permanecer en equilibrio, de sentirse bien en su propia piel.
Esa tendencia a vivir más interiormente el movimiento, para uno mismo, tendencia que conviene tener en cuenta, en nuestra docencia, en la distribución de las tareas y de los estímulos, si no concebimos la idea de encerrar a toda la clase en un mismo molde.
f. Necesidad de estar seguro, de sentir
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