Tratamiento Clase II
Enviado por rasuisa • 28 de Agosto de 2013 • 3.872 Palabras (16 Páginas) • 727 Visitas
OCLUSION
Se puede definir una oclusión normal individual como veintiocho dientes correctamente ordenados en el arco y en armonía con todas las fuerzas estáticas y dinámicas que sobre ellos actúan; la oclusión normal es una oclusión estable, sana y estéticamente atractiva. En cambio la maloclusión es la alineación incorrecta de los dientes. Puede ser debida a anomalías de tamaño o de la posición de los dientes, del tamaño relativo de las arcadas dentarias y su alineación o de los tipos de relaciones oclusales.
CLASIFICACION DE ANGLE
En 1899, el autor propuso que el primer molar permanente superior ocupaba una posición estable en el esqueleto craneofacial y que las desarmonías eran consecuencia de cambios anteroposteriores de la arcada inferior en relación a él, las clases de maloclusión fueron divididas en I, II,III.
La maloclusión clase II el surco mesiovestibular del 1er Molar permanente inferior se encuentra distalizado con relación a la cúspide mesiovestibular del 1er Molar superior.
Esta clasificación presenta divisiones:
1. Clase II división 1; presentan problemas de desequilibrio de la musculatura facial, causado por el distanciamiento vestibulolingual entre los incisivos superiores y los inferiores. Las características dentales: Resalte de los incisivos, mordida anterior profunda, curva de Spee acentuada, desgaste de los incisivos, proclinación dental superior e inferior, arcos estrechos y con apiñamiento.
2. Clase II división 2; presenta incisivos superiores palatinizados o verticalizados. Las características dentales: Distoclusión con retrognatismo mandibular, retroclinación de los incisivos centrales superiores, proclinación de los laterales superiores, mordida profunda, exagerada curva de Spee, arcos mandibular presenta poco o nada de apiñamiento no existen problemas en la musculatura, alteraciones en la articulación temporomandibular.
TRATAMIENTO
Clase II division 1
El objetivo del tratamiento de las distoclusiones es corregir la relación anormal de los segmentos bucales, es decir, la clase II de molares y de caninos, rasgo diferenciativo de estas maloclusiones sagitales. Sea la relación molar y canina completa o incompleta, uni o bilateral, la aparatología mecánica tiene como fin primordial lograr un restablecimiento y normalización de la interdigitación cuspídea. Realizado un completo diagnóstico, el plan de tratamiento de las clases II está basado en tres consideraciones estratégicas:
1. Decidir la situación anteroposterior que debe ocupar la arcada mandibular al finalizar el tratamiento. La valoración cefalométrica de la posición original del incisivo inferior determinará si está en protrusión, retrusión o normal. En función de las características funcionales, estructurales y estéticas, se decide el tipo de acción sagital que hay que ejercer sobre la arcada inferior como pilar básico del plan de tratamiento.
2. Decidida la posición sagital del incisivo inferior, se plantea a continuación cómo lograr que el incisivo superior y toda la arcada se sitúe en retrusión hasta entrar en contacto con el incisivo inferior.
3. Simultáneamente a la corrección de las clases II se tendrá que tratar todo el resto de anomalías oclusales presentes. La prioridad, cronología y secuencia terapéutica se prevé de forma conjunta, aunque sean de distinta naturaleza las anomalías presentes en el caso.
Unido a la clase II existen múltiples variaciones esqueléticas, dentarías y neuromusculares que será necesario corregir; sobreañadido se dan también condiciones de apiñamiento o diastemas y anomalías transversales y verticales. La clase II viene definida por la relación sagital, pero no excluye la posible coexistencia de otro tipo de alteraciones comunes con otras maloclusiones.
10 posibilidades de corrección a nivel dentario u ortopédico.
1. Inhibir el crecimiento del maxilar superior. Por medio de fuerzas ortopédicas se bloquea el desarrollo hacia delante del hueso maxilar mientras la mandíbula crece y avanza.
2. Distalar el maxilar. En ciertos casos se consigue no sólo una inhibición del crecimiento maxilar, sino una retrusión del hueso. Al comparar cefalométricamente la posición del maxilar antes y después del tratamiento, se observa una retroposición con respecto a las estructuras craneales de referencia.
3. Inhibir la mesialización eruptiva de los dientes superiores. El patrón eruptivo de las piezas superiores tiene un componente vertical por el que las piezas tienden a crecer y un componente mesial por el que se desplazan hacia delante. Este patrón no sólo se manifiesta en el período preeruptivo, sino que continúa presente a lo largo de todo el proceso de desarrollo. Se puede intervenir terapéuticamente inhibiendo la erupción de la dentición superior y corregir así la clase II.
4. Distalar la arcada dentarla superior. La aplicación de fuerzas ortodóncicas desplaza los dientes superiores hacia atrás. Es un movimiento exclusivamente dentario en el que las piezas se distalan en el interior del hueso.
5. Extracción terapéutica. La última posibilidad de retraer el frente anterior y reducir el resalte es extraer los premolares y cerrar el hueco con la retrusión de los seis dientes anteriores.
Posibilidades terapéuticas en la mandíbula:
1. Estimular el crecimiento mandibular. Aunque no es verificable la capacidad de estimular el crecimiento de la mandíbula de forma convencional, sí que se puede potenciar su desarrollo o controlar la expresión direccional del crecimiento; cualquier tratamiento de una clase II cuenta con el favorable avance mandibular para la corrección.
2. Adelantar la mandíbula. No es fisiológico forzar un adelantamiento de los cóndilos mandibulares dentro de las fosas glenoideas. Pero es una posibilidad clínica en un reducido grupo de clases II (sobre todo en la división 2) en que los cóndilos se encuentran en posición distal forzada; con el tratamiento se recupera la posición fisiológica de relación céntrica con el consiguiente avance mandibular y corrección de la clase II.
3. Estimular la mesialización eruptiva inferior. Si en el proceso eruptivo se controla la erupción de las piezas superiores y se estimula la erupción mesial de las piezas inferiores, se puede llegar a corregir la clase II.
4. Mesializar las piezas dentarías inferiores. Aplicando elásticos intermaxilares de clase II, la arcada dentaría inferior tiende a mesializarse y la superior a distalarse.
5. Extraer y mesializar los molares. Extrayendo dos premolares, uno por lado, y aplicando aparatología, se cierran los espacios de extracción mediante la mesialización de los molares inferiores. Si se mantienen los molares superiores anclados
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